Revista Siete Días Ilustrados
18.04.1975
nota
De más está decir que Siete Días no es una revista de
espectáculos, de esas que siguen de cerca los vaivenes
domésticos de las figuras de la farándula. Sí, en cambio, es
ésta una publicación sensible a los hechos artísticos —sobre
todo los que tienen por escenario nuestro país— y procura
reflejarlos con la mayor ecuanimidad posible, sin muchos
adjetivos. Así, estas páginas han dado cuenta (con
frecuencia antes que los medios especializados) del proceso
de gestación de films tan importantes como La Patagonía
rebelde y La tregua, estrenadas el año pasado, y tan
esforzados como Yo maté a Facundo y Los gauchos judíos,
ambas en vísperas de ser conocidas por el público. En otras
áreas, Siete Días anticipó en su número anterior una
síntesis completísima de los títulos de ia temporada teatral
que acaba de inaugurarse, y ofreció los párrafos
fundamentales de la más larga entrevista exclusiva que
Yehudi Menuhin concedió durante su reciente estadía en
Buenos Aires. Que estos despliegues no constituyen
excepciones lo prueba —por si hiciera falta— un repaso a la
presente edición: se imprime el informe producido por Juan
Abraham desde Hollywood sobre ía repartija de Oscar el
martes 8, y a continuación el reportaje que Armando Puente
le hizo en Sevilla a Héctor Alterio, protagonista de la
primera película argentina que alcanzó la ronda final en ese
certamen, auspiciado por la Academia Cinematográfica
norteamericana. En la página 70 se traza un balance de la
actuación de Ornella Vanoni, quien acaba de encandilar a los
porteños con sus melodías y su madura belleza. En la 28 se
recuerda la personalidad de uno de los portentos artísticos
de todos los tiempos, Miguel Angel, a quinientos años de su
nacimiento. Estas manifestaciones, en suma, conforman una
faceta de! estilo Siete Días, una consigna que llevamos
adelante estimulados por lectores que no soportan los
fáciles ditirambos. A ellos nos dirigimos.
EL DIRECTOR
Foto de tapa: Osvaldo Dubini
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