PANORAMA
Director
Tomás Eloy Martínez
Año VIII - Nº 181 - Buenos Aires, 13 al 19 de octubre de 1970

Esta semana
•Los primeros síntomas de la ofensiva opositora que el movimiento peronista proyectaba lanzar contra el gobierno no escaparon a nadie, la semana pasada: la huelga general del viernes 9 y la conferencia de prensa de Jorge Daniel Paladino —delegado personal de Perón en la Argentina— alcanzaron una explicable difusión periodística. Pero la historia no se detendrá allí, con certeza: al margen de algunas efemérides (el 75º cumpleaños del jefe ausente, el próximo cuarto de siglo del 17 de octubre), esta fuerza política trata de consolidarse como un factor de poder, de negociación y de réplica. El fenómeno es complejo, y como rara vez el presente puede interpretarse sin tomar en cuenta los datos del pasado, Panorama trató de resumir en un informe especial todos los antecedentes de la actitud observada por el peronismo ante los gobiernos argentinos desde 1955. Tres analistas elaboraron este apasionante material, que se incluye entre las páginas 68 y 70.
•Los acontecimientos de la semana exigieron la movilización de otros nueve reporteros: un equipo dirigido por el prosecretario Jorge Lozano recorrió las áreas industriales del Gran Buenos Aires para observar la repercusión del paro; otros datos sobre el tema fueron aportados por los corresponsales en Córdoba y Tucumán. Al mismo tiempo, José Luis Martínez Mar narraba desde Madrid los movimientos de Juan Perón el día de su cumpleaños, y Marcos Diskin asistía a las celebraciones locales, en una cantina de la Boca. Otros informantes desentrañaban la personalidad de Paladino (y los límites de su influencia) en fuentes peronistas. Fue previsible, pero también curioso, verificar que el delegado de Perón no tiene otra voz ni voto que el de su jefe; que no se le parece, aunque esté hecho a su imagen y semejanza. Esas historias pueden leerse a partir de la página 10. La información, ya abundante, hubiera resultado tal vez incompleta sin el estudio sobre los films y los discos creados en la Argentina durante el período posperonista: la letra de una marcha inédita y la evaluación de algunos títulos famosos no son los menores incentivos de la nota que Jorge Miguel Couselo firma en la página 65.
La suma de esos materiales exigió, en total, mil horas de trabajo a una veintena de hombres: la cifra no es sólo cabalística; equivale también a una rendición de cuentas. En Panorama convive la mayoría de un elenco profesional que ha producido las mejores revistas de noticias en el país, y subrayarlo no es vanagloria sino un acto de compromiso con el lector. Esas mil horas tienden a recordar que el compromiso se renueva todas las semanas.
No fueron sólo mil, es claro: otras dos mil doscientas se emplearon en elaborar el resto de este número, sin contar los trabajos de diagramación, fotografía e impresión. Un solo objetivo se tuvo en cuenta: que ninguna de ellas fuera, para el lector, una hora inútil.
EL DIRECTOR

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