-"Todo pasa los martes..." suelen exclamar
nuestros redactores cuando el mismo día de nuestro cierre de
edición deben salir "volando" a buscar la nota y traerla
para "ayer", porque no hay tiempo de espera. Y este martes
pasó todo. Aunque el triunfo de Piero ya se conocía había
que esperar su regreso desde Río, en cuyo Festival de la
Canción, "Pedro Nadie", creación de José y Piero, había
obtenido el Gallo de Oro. Pero este martes había otro
triunfo para los argentinos. La academia de Ciencias de
Estocolmo coronaba una larga carrera científica de Luis
Federico Leloir con el Premio Nobel de Química y 34 millones
de pesos viejos. Era un día para el orgullo, pues en dos
ámbitos totalmente opuestos de la actividad de una nación
recibíamos laureles que venían fronteras afuera. Para estas
dos notas hubo que "abrir" la revista, quitar otros temas,
mandar material al canasto, redoblar guardias de fotografía,
desplegar cronistas y redactores en varios sectores,
investigar en nuestro archivo material sobre el científico
desde su juventud hasta ahora, conocer a los vecinos, a sus
familiares. Renée Sallas y Mario Paganetti estuvieron con
Piero y viajaron con él desde Ezeiza hasta la casa, que era
el único tiempo disponible, para realizar la nota. Mánchete,
desde Brasil, nos enviaba un material fotográfico exclusivo,
que era completado con su llegada a nuestro país, ¡unto al
compositor de la letra, José Tcherkasky; Rodolfo Braceli y
el fotógrafo Alberto Rodríguez se instalaron en el
laboratorio de Leloir para retratar con minuciosidad su
lugar de trabajo, sus costumbres, sus gestos y, además, para
entrevistar al genio en su lugar de trabajo. Jorge Monti,
que hace pocos meses lo entrevistó en uno de los pocos
reportajes que el sabio concedió en su vida, armaba un
informe sobre la personalidad de este hombre, orgullo de
nuestro país.
-Ya más tranquilo, Landriscina, un "sabio" de las cosas del
interior, preparó para nosotros la continuación del nuevo
credo de los argentinos. Esta vez el del provinciano; una
hermosa recorrida por los lugares comunes que el hombre del
interior utiliza para interpretar su vida, su lugar, su
relación con Buenos Aires y con su gente. Y también otro
hombre de notoriedad trabajó para GENTE esta semana: se
trata de Norberto Aroldi, quien se sentó frente a la máquina
y "peleó" con su personaje (el que él interpreta en la
película "Con alma y vida") toda su bronca, su satisfacción
y sus ganas de criticarse, como intérprete de si mismo.
-Nuevamente estuvimos en Chile. Desde que Salvador Allende
obtuvo el triunfo en las elecciones, la llegada ai gobierno
de un país latinoamericano de un presidente marxista elegido
en comicios libres abrió para la Argentina una seria
incógnita. Nosotros estuvimos prendidos a esa actualidad. Y
el sábado, cuando culminaba la primera parte de este proceso
—el Congreso consagraba definitivamente el triunfo de
Allende y el general Schneider moría asesinado, víctima de
una conspiración terrorista—, Samuel Gelblung y el fotógrafo
Eduardo Forte estaban allí para contarnos todo lo que estaba
sucediendo.
Revista Gente y la Actualidad
29.10.1970
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