Revista Gente y la Actualidad
20.12.1973
Chica de la tapa: Adriana Salgueiro
DETRAS DE LA ESCENA
Y llegó, por fin, la noche de la gente que hace el país. Fue
el lunes pasado, a partir de las 11, en los salones del
hotel Sheraton. Como siempre, desfiló todo ese mundo, todos
esos protagonistas de la historia cotidiana, que a lo largo
del año pasan también por nuestras páginas reflejando su
trabajo, su esfuerzo, su éxito, su lucha, su fe, su voluntad
de hacer el país. Y como siempre, esa noche estuvieron todos
de la mano, mezclados, conociéndose mejor, en una especie de
coctel vital y lleno de comunicación que es la filosofía de
la reunión de GENTE. Pero esta vez hubo algo más. Además del
encuentro, de la música, de los premios, de pronto se
apagaron las luces y sobre una pantalla de 120 metros
cuadrados empezó a correr un audiovisual que atrapó durante
15 minutos, como un rito, a los 1.500 invitados. El
audiovisual mostraba a la Argentina. Y no desde una óptica
arbitraria sino desde la misma óptica que nosotros palpamos
en la calle, en la gente y en las cosas, y que trasmitimos
semana a semana a través de la revista. De pronto en esa
pantalla había mapas, paisajes, personajes, estadísticas,
comparaciones. Las 1.500 personas tenían delante la síntesis
de un país enorme, donde caben muchos países del resto del
mundo, de un país difícil, complejo, de un país que trabaja,
que exporta, que tiene dificultades pero que empieza a dejar
atrás postergaciones, desacuerdos, enfrentamientos. Detrás
de ese audiovisual quedaba un gran esfuerzo. Y no era el
esfuerzo hecho por un especialista, por un técnico en ese
tipo de trabajo, sino por un hombre que acababa de hacer su
debut en la materia. Ese hombre es un periodista, un
escritor, un poeta. Se llama Esteban Peicovich y pertenece a
nuestras filas. Lo elegimos porque a pesar de haber firmado
varios libros es, esencialmente, un cronista de la calle, un
testigo de la realidad que a veces se sumerge en los
vericuetos de un poema, pero que no retrocede ante una
crónica de fútbol, un episodio policial o un árido tema de
economía, que emprende igualmente el comentario político o
la nota sobre una catástrofe. Durante un mes Peicovich se
"enterró" en el segundo piso de nuestra editorial, donde
funciona el archivo, leyó recortes, desmenuzó informes,
recorrió carpetas y revisó miles de fotografías hasta
seleccionar las 700 que integraron el audiovisual. Así
aparecieron en la pantalla Borges, Perón, Brindisi, Evelyn
Scheidl y Cortázar, Leloir y Monzón, Di Palma y Balbín, la
Central de Atucha y las vidrieras de la calle Florida, los
pozos de petróleo del sur y el autódromo de Balcarce, Mirtha
Legrand y el cañero anónimo que trabaja en la zafra, El
Chocón y una galería de arte. Y todo eso fue acompañado por
un texto de palabras sencillas, claras, profundas, nada
formales y al mismo tiempo muy serias. Porque todas, en
definitiva, proponían la Argentina Potencia que queremos, el
país del siglo veintiuno que tenemos que empezar a hacerla.
Cuando terminó el audiovisual todos coincidimos en una cosa:
había sido el impacto de la noche. Entonces sentimos una
necesidad y nos nació una idea. En los próximos números la
vamos a anunciar. Y ojalá que a ustedes los entusiasme tanto
como a nosotros.
Hasta la próxima...
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