Revista Gente y la Actualidad
14.01.1982
¡CUIDADO CON EL SILENCIO!
El presidente de la Nación acaba de pedir sea profundizada
la investigación del caso de la nafta adulterada y, al mismo
tiempo que se manifestaba preocupado por la trascendencia
que ese hecho había tomado, pedía, exigía casi, se lo
mantuviera informado sobre la marcha y los resultados de esa
investigación.
La decisión presidencial es, sin dudas, elogiable.
Pero, ¿tiene que ser el presidente de la República quien
tome momentáneamente las riendas de una investigación
judicial para pedir, para recordar a sus responsables que
ésta debe ser llevada a cabo con rapidez y diligencia?
Parece que en la Argentina de 1982 así es.
En mayo del año pasado, cuando el escándalo italiano de la
logia masónica secreta "Propaganda 2" provocó en aquel país
la cuadragésima crisis institucional desde la instauración
de la república italiana, el país supo que en esa logia
figuraban los nombres y apellidos de ciudadanos argentinos.
Algunos de esos nombres se hicieron públicos. Un amago del
escándalo italiano llegó a la Argentina. Un partido
político, además de otros ciudadanos que lo hicieron en
forma particular, solicitó a la Fiscalía Nacional de
Investigaciones Administrativas la investigación de
ciudadanos argentinos en la logia italiana.
En su momento, GENTE señaló lo peligroso que resultaría para
el país que los pasos dados en torno de esa investigación no
fueran conocidos. Y hasta hoy es poco lo que se sabe.
Alertamos sobre lo peligroso que resulta el silencio, sobre
lo insalubre que es para la República, durante los meses de
gestión del presidente Viola.
Ahora debemos reiterar la advertencia.
El caso de la nafta adulterada tomó estado público y cobró
dimensión, debemos reconocerlo si somos honestos, por la
detención de un conocido ex jugador de fútbol y actual
director técnico.
se habló entonces de un supuesto intento de soborno, se citó
la cifra de un millón de dólares, se habló de una estafa
varias veces millonaria en dólares en perjuicio de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales y hasta se arriesgó el
dato que afirmaba que en esa estafa estuvieran involucrados
funcionarios estatales de alto nivel. Cuando el juez federal
que entiende en la causa decreta la libertad del técnico de
fútbol, el periodismo, los ciudadanos en general, parecen
"abandonar" el caso. Poco a poco, con el correr de los días
y aún cuando la justicia sigue investigando, los detalles de
esa investigación desaparecen de las primeras planas de los
diarios, de las páginas de las revistas. Hasta que el
presidente de la Nación parece llamar a la realidad.
A ese llamado a la realidad debe responder, en principio, la
justicia impulsada por todas las garantías que el Estado
debe darle.
El silencio no es salud para la justicia.
A ese llamado a la realidad debemos responder los
ciudadanos. Tampoco es saludable el silencio para los
ciudadanos.
Vivir en una república exige cierta dosis de coraje civil.
Quienes gozamos de privilegios y cumplimos obligaciones, no
podemos ignorar que muchas veces existe una perfecta
correlación entre deber y derecho. Y así como exigimos a las
autoridades el ser informados, tenemos la obligación de
informarnos.
El ya tradicional escepticismo de los argentinos, el pensar
que "todo va a quedar tapado"; el tantas veces criticado y
nunca corregido "no te metás" son otras formas del silencio.
Y el silencio no es salud para el presente argentino.
Mucho menos para su futuro.
|