Revista Siete Días Ilustrados
26.04.1971
En este número
"Otro banco asaltado: robaron 15 millones", "Rosario: En
sangriento tiroteo mueren policía y delincuente", "Asaltaron
la guardia de un instituto militar", "Tenía un peligroso
arsenal una peligrosa banda", "Indagan al asesino de un
policía en General Roca". Esta es una minúscula muestra de
títulos aparecidos en el curso de la semana pasada en
periódicos de Buenos Aires, extendidos —en todos los casos—
a no menos de tres columnas. Es que la crónica policial,
teñida a menudo de subversiva, ha debido incrementar su
centimetraje para ofrecer una información cada vez más
nutrida: lo que en otras épocas era una sucinta reiteración
de desbordes pasionales (causa número uno de la
criminalidad), ahora constituye un delirante abanico que
comprende todas las instancias de la delincuencia, a tal
punto que los jefes de redacción de la mayoría de las
publicaciones de la Capital han debido reforzar, con más
personal, las páginas dedicadas a sus crónicas rojas. Este
triste fenómeno fue auscultado, durante una quincena, hasta
el cierre mismo de esta edición, por dos hombres de SIETE
DIAS, Rubén Tizziani y Otelo Borroni, quienes actualizaron
el cuadro de la criminalidad y obtuvieron testimonios para
descubrir sus causas: uno de ellos, del propio jefe de la
Policía Federal, el general de división Jorge Esteban
Cáceres Monié. La nota empieza en la página 12.
• Unos pocos días antes de partir hacia Montecarlo, en donde
completará su preparación para enfrentar por segunda vez a
Nino Benvenuti, el campeón mundial de los pesos medianos
Juan Carlos Monzón les dedicó dos horas a un redactor y a un
fotógrafo de SIETE DIAS para hablar de su próxima
confrontación: habrá de ser la primera vez que expone su
título y precisamente frente al hombre a quien se lo
arrebató. "Conozco a mi rival y sé lo que debo hacer en el
ring, explicó Monzón; lo cual no significa que lo voy a
dormir de una piña; uno nunca sabe". Desde la página 44, los
arrebatos de sinceridad que contiene el reportaje echan
vivida luz sobre la singular personalidad del boxeador
santafesino.
• En el curso de los últimos veinte días, pocas cosas
resultaron más difíciles a los periodistas de Buenos Aires
como obtener una entrevista no convencional con el bailarín
tártaro Rudolf Nureyev, contratado por el teatro Colón (en
18 millones de pesos viejos) para montar su propia versión
del Cascanueces. A fines de la semana pasada, en tanto
completaba su breve ciclo en otro escenario de la Capital,
Nureyev hizo una excepción con SIETE DIAS: "Por primera vez,
voy a decir lo que a la gente le interesa saber de mí"; y en
efecto, fue lo suficientemente generoso como para enhebrar
un diálogo sin desperdicios: habló de su vida más que de su
arte, e indirectamente destruyó la aureola de antipatía que
lo rodeaba, debida sobre todo a su enorme reticencia, a los
miedos que le acechan. Entre las páginas 8 y 41, la
trascripción fiel de sus palabras.
• Es imposible dudar ya de que Juan Domingo Perón se ha
trazado un plan muy preciso: obtener el máximo provecho de
las expectativas que nacen y se concentran en Puerta de
Hierro, en Madrid, un ámbito habitualmente solariego al que
ahora, más que nunca, los observadores políticos consideran
el punto de partida de los acontecimientos que marcarán el
destino argentino. Armando Puente, corresponsal de Editorial
Abril en España, siguió atentamente las evoluciones del
proceso, recogió pa labras del delegado Jorge Paladino y de
José Rucci, secretario de la CGT (ambos, en la foto), y
elaboró el informe que ocupa las páginas 74 y 75. La suma de
pormenores que contiene permite anticipar cuál es la
estrategia del Líder, qué hay bajo tan espeso manto de
silencio.
URUGUAY: DOS PAGINAS MENOS
Los lectores uruguayos habrán comprobado que al número
anterior de SIETE DIAS le faltaban dos páginas. Amputarlas
fue la condición exigida por las autoridades del país
hermano para permitir su circulación. Razones: la página 18
incluía un recuadro sobre un suceso de actualidad, cuya
difusión ha sido expresamente prohibida por un decreto
reciente del gobierno oriental. La Dirección de SIETE DIAS
explicó que la edición estaba impresa cuando se firmó el
decreto (se hicieron, inclusive, gestiones personales en el
Ministerio de Interior y se envió un telegrama al ministro
Santiago de Brum Carbajal, aún no contestado). Las páginas,
en fin, fueron arrancadas. SIETE DIAS pide disculpas a sus
lectores uruguayos por este lamentable episodio.
|