Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

Tapas de Revistas
Revista Siete Días Ilustrados

Revista Siete Días Ilustrados
15.11.1971
En este número
No es exagerado calcular que, en una revista como SIETE DIAS, por cada página publicada se desechan tres: de nada vale el esfuerzo ya cumplido por redactores, fotógrafos y diagramadores cuando una noticia imprevista obliga a cambiar los planes. Claro que ese "sacrificio", por repetido, es resignadamente aceptado por el staff: más paciencia, en cambio, es necesaria cuando ya se sabe de antemano que existe un hecho periodístico a punto de concretarse, pero se desconoce la fecha exacta. Fue lo que pasó a propósito de la visita a Chile del primer ministro cubano Fidel Castro: un redactor de SIETE DIAS se instaló en Santiago desde el jueves 4 para medir el clima político en que se daría el encuentro entre los dos mandatarios marxistas, pero recién el miércoles 10, al carretear en el aeropuerto de Pudahuel el avión que conducía a Castro, se pudo dar el hecho por real; hubiera bastado con que el viaje se demorara 30 horas para que no alcanzara a entrar en esta edición. De manera que esta vez SIETE DIAS debió hacerse dos veces: hasta el miércoles, como si el viaje no se realizara; a partir de la media tarde del 10, incluyendo los sucesivos textos telexeados desde Santiago por Oscar Giardinelli, más las fotos enviadas como parte de un servicio exclusivo contratado a la agencia AP, que conforma el informe que se vierte a partir de la página 12. Por supuesto, para que eso fuera posible varias otras notas debieron ser condensadas, otras se desecharon y la tapa fue reemplazada.
•Desde que ganó la calle, uno de los objetivos principales de SIETE DIAS fue el de acortar distancias entre uno y otro punto del país, entre las gentes, la idiosincrasia y los cultos de cada una de las patrias chicas. Es evidente que esa consigna se cumple al pie de la letra: ninguna otra revista argentina consagra tanto espacio a temas del interior, sea para ofrecer testimonio de una realidad que suele ser muy cruda, sea para redescubrir el esplendor del paisaje. Hace algo menos de tres meses, cuando promediaba la publicación de la serie "La Argentina: Un país, un mundo" (números 222 a 228), su notable repercusión decidió la puesta en marcha de un proyecto todavía más ambicioso: el de mostrar, pormenorizadamente, el rostro de las ciudades más importantes del país. Aparte de la finalidad primigenia, la idea se vinculaba a un hecho que halaga a SIETE DIAS: su creciente difusión en el exterior, y sobre todo en el mercado latinoamericano, induce! a suponer que la revista tiene la obligación de servir a lectores extranjeros interesados en despejar incógnitas sobre los aspectos más notorios de la vida nacional. Ese proyecto se consuma a partir de la página 52 de este número, el inicio del programa "Las grandes ciudades argentinas". Aun cuando no se estipularon prioridades —la densidad demográfica de los núcleos urbanos, o su importancia económica, por ejemplo—, para el comienzo de la serie se prefirió Salta (foto), una ciudad que congrega los impulsos del progreso con el más juicioso respeto por las tradiciones nativas. A partir de hoy, SIETE DIAS dedicará un espacio semejante a las demás grandes urbes argentinas.
•Tres motivos distintos permitían augurar que el domingo 7 los aficionados al turf tendrían su gran fiesta: primero, que ese día se corría el Gran Premio Carlos Pellegrini, uno de los tres principales del calendario burrero; segundo, que después de treinta años de correrse en San Isidro el Pellegrini retornaba al multitudinario hipódromo de Palermo; tercero, que el mal tiempo había opacado en parte la brillantez del anterior gran premio, el Nacional, corrido a principios de octubre, y los aficionados esperaban tomarse su desquite. La presencia del presidente Lanusse, la concurrencia record de más de cien mil personas y las profusas apuestas demostraron —ver informe en página 18 y siguientes— que lo lograron.
•En vísperas del verano y con el advenimiento del hot-pant, es fácil predecir que las piernas femeninas pasarán a ser el principal motivo de lucimiento de cuanta señorita coqueta y bien torneada esté dispuesta a acatar las tendencias de la moda. Por eso, una experta en estas cuestiones, Dionisia Fontán, traza el cuadro de situación que arranca en la página 62, en donde se ventilan recomendaciones, consejos y triquiñuelas para mejorar el aspecto de las extremidades inferiores y arrostrar, sin complejos, la tremenda competencia que se avecina.

 

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