Revista Siete Días Ilustrados
19.02.1973
MEMORANDUM
Entre colegas, donde la veteranía profesional se mide en
parte por el anecdotario de accidentes e incidentes
curiosos, los hombres de Siete Días suelen quedar bien
parados luciendo desde la caída en avioneta de Roberto Vacca
hasta la infaltable mordedura de león padecida meses atrás
por Daniel Plá. Pero no faltan los accidentes absurdos, los
que se producen tontamente después de salir de una situación
de riesgo previsible. Esta semana se cuenta con un caso
nuevo: Oscar Giardinelli estuvo en Uruguay durante los días
más bravos de la crisis sin sufrir ni un rasguño, pero bastó
que volviera a Buenos Aires para que se torciera un tobillo
—al bajar del avión que lo traía de Carrasco— y media hora
más tarde se derrumbaba (quizás a causa de la torcedura
anterior) por la escalera de su casa. Final del asunto: con
un brazo lastimado y un pie dolorido, y ante la urgencia del
cierre, debió dictarle la nota a su mujer desde un sillón.
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