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Tapas de revista
Revista Gente y la Actualidad

Revista Gente y la Actualidad
20.04.1968
Tapa Anthony Quinn

DIALOGO, DIALOGO, DIALOGO...
El Club de Prensa de Río Cuarto nos invitó a su ciudad para que dialogáramos con sus socios. Tema: "Gente: una revista de hoy para una Argentina de hoy". Nada de discursos, sino, por el contrario, enfrentarnos a través de una charla donde ellos (periodistas e invitados del Club de Prensa) nos exigieran sin contemplaciones y nosotros nos defendiéramos o explicáramos. Porque nuestra experiencia dice que el lector lleva dentro de sí dudas e insatisfacciones. Cada vez que GENTE se enfrentó personalmente con sus lectores se produjo una inmediata necesidad de explicación. Conclusión Nº 1: Evidentemente, no somos perfectos. Conclusión Nº 2: Evidentemente, no caemos en el vacío. Es decir que nuestras propias lagunas, notas fallidas o desenfoques dan motivo a la reacción o al disgusto de nuestros lectores, pero que en el último y definitivo de los términos el grado de interés es mucho; que nos leen, que provocamos la lectura, que el lector se nos suma en los grandes encares y nos discute en los naturales errores.
La cena-diálogo propuesta por el Club de Prensa comenzó a las diez de la noche y terminó a la madrugada —café en la mano— en los mullidos salones del Centro Comercial e Industrial. Dejemos aparte los elogios y vayamos a los cargos: dos, concretos y hasta con nombres propios: la señora Bettina de Yeró nos dijo que éramos "sensibleros". Luego de dar sus razones y apoyarlas, tomó la palabra la señorita Inés Parías, del diario "La Calle", quien como primera frase nos "dio" con esta pregunta: "¿Por qué son tan agresivos? Ustedes preguntan a la gente y se les adivina el deseo de comprometerlos". Dos versiones totalmente distintas de una misma publicación. Podemos ser sensibleros y agresivos y muchas otras cosas (en verdad, creemos que somos la suma de varías y distintas calidades), pero nunca una o otra cosa. . . Otro tipo de pregunta: "¿Ustedes volverían a publicar aquellas fotos de Jacqueline Kennedy en una estancia de Córdoba, cuando se desvistió frente a su hija?". El arquitecto Pizarro se manifestó como lector de buena memoria. Le respondimos que sí, que la mala fe al interpretar aquellas fotos partía de la mentalidad de algún lector y no de las propias fotos. Que GENTE no mostró nada malo ni insinuó desnudeces procaces sino actitudes familiares y simplemente humanas y que Jacqueline no era extrahumana, que el tiempo lo confirmó. "¿Por qué fueron tan blandos con Libertad Leblanc en el último GENTE CONTRA UNO? Siempre son agudos y en esta ocasión las preguntas parecían hechas por el Club de Admiradores de Libertad". Respuesta: Habrá ganado L. L. en la competencia psicofisica que resulta ser siempre esa sección..., los habrá envuelto o hipnotizado a los y las periodistas..., o estaban en un día de humor blando; en fin, la nota fue tibia, error nuestro..., estamos de acuerdo. Preguntamos qué les parecía la sección Crash y Bang. La mayor parte fue negativa. Los jóvenes dijeron otra cosa con una sonrisa que claramente denotaba aceptación. Un señor a quien no individualizamos se puso muy serio (en realidad estuvo siempre serio) cuando preguntó: "¿A ustedes les parece interesante gastarse tres páginas en color para mostrar la casa del futbolista Sívori por dentro?". Respuesta: Nos parece apasionante mostrar el mundo de los demás por dentro. Piense bien: un jugador argentino que vuelve a su país a vivir ¿dónde?, a una mansión que debe costar 50.000.000 de pesos. ¿Es o no digna de ser mostrada y contada esa aventura humana? Y agregamos: Para leer GENTE hace falta una dosis de buen humor, de optimismo. No todo lo serio es profundo y, por el contrario, mucho de lo superficial o meramente brillante que mostramos tiene un trasfondo que hay que "pescarlo"... o no.
"¿Por qué dejaron de notear y nombrar al Nuevo Argentino? El N. A. tenía que ser defendido e impuesto y ustedes, que acertaron a identificarlo y ponerle nombre, se quedan a mitad de camino". Respuesta: La verdad es ésta: dejamos de nombrarlo, pero el N. A. está siempre, corre a través de las páginas y sustenta muchas notas que hacemos. Inicialmente nos gustó tanto la idea (le gustó a todo el mundo) que salimos frontalmente a pintarlo y en cuatro o cinco números gastamos los cartuchos periodísticos. En otras palabras, nos preparamos mal para lanzarlo como corresponde, bien pertrechados con ideas y con notas desde todo ángulo. Al poco tiempo nos encontramos repitiendo lo dicho; temimos cansar con lo que tanto queríamos y suspendimos el note o. Pero le repetimos: está detrás nuestro, con nosotros y acompaña nuestras reuniones de redacción, sentado a nuestro lado e indicándonos qué debemos hacer para que el N. A. circule y se meta.
Pero, en definitiva, esto escuchamos en Río Cuarto y nos alegramos: "Mire, lo que tiene GENTE es que mientras «mete una patas, la otra camina por lugares, hombres y hechos increíbles, y como todo ser pensante tiene dos, hay que leerla." Lo que más nos gusta es que nos comparen con un ser, es decir que GENTE SEA UN SER.
Estos temas fueron temas de una noche. Hubo otros. La gente de Río Cuarto (el Imperio de Río Cuarto) nos creó una obligación; lectores así obligan. Nos sentimos obligados. Además... ¡Cuánto nos falta por hacer...!

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