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Revista Gente y la Actualidad
31.08.1972
Tapa Alicia Marino
DETRAS DE LA ESCENA
Somos así. Nos tiramos "a lo loco" a hacer la nota del cumpleaños
del presidente. Normalmente un operativo así requiere largas
antesalas que generalmente terminan en un rotundo fracaso. Porque,
por supuesto, un presidente siempre tiene demasiadas cosas que
hacer. Pero —como de costumbre— evitamos el camino "normal". Nuestro
secretario de redacción Samuel Gelblung fue a Olivos el lunes para
pedir la entrevista. . . ¡y el presidente nos invitó a almorzar en
la Casa Rosada! Allí estuvieron Aníbal Vigil, director de Editorial
Atlántida; Eduardo Maschwitz, uno de nuestros jefes de redacción; el
mismo Gelblung y el fotógrafo Carreño. Lanusse, Eduardo Sajón
(secretario de Prensa y Difusión) y GENTE comieron y charlaron. Una
afortunada primicia: es la primera vez que un órgano de difusión
argentino consigue una entrevista exclusiva con el presidente
Lanusse, pues en eso se convirtió el almuerzo.
* * *
Esta vez, para "Mi Semana", fuimos muy lejos. Nada menos que a
Munich, donde se disputan los juegos olímpicos. Allí está nuestro
Director Editorial, Carlos Fontanarrosa, pero no paseando sino
trabajando fuerte. Su presencia ya es tradicional en este tipo de
acontecimientos. Sin embargo, según nos cuenta, es la primera vez
que sufre un impacto semejante. La Villa Olímpica, las computadoras,
la organización, la eficiencia, lo hacen pensar que empezamos a
vivir un tiempo nuevo. Todo esto es lo que escribió para "Mi
Semana". Y además, el trabajito lo hizo sentir culpable frente a
otros protagonistas. "¡Qué difícil es escribir la semana de uno!",
nos dijo.
* * *
Menos lejos, pero lejos también, fueron Renée Sallas y Aldo
Alessandrini. Su destino era San Antonio Oeste, un pueblito al que
llegó agua corriente por primera vez. Por eso decimos que fue lejos,
aunque San Antonio Oeste no esté a tantos kilómetros. Es que para
esa gente la falta de agua era como vivir en el punto más apartado
del planeta. Ahora empieza el progreso, se cumplen muchos sueños,
nacen otras esperanzas. Y eso es lo que fuimos a vivir y a sentir.
Eso es lo que tratamos de contarle.
* * *
Alguien tiró la idea. "Che, ¿por qué no hacemos el test del piropo?"
La cosa era así. Preparamos una tonelada de piropos y nos largamos a
la calle con una argentina sensacional: Evelyn Scheidl. Giménez
Zapiola, encargado del operativo, empezó a preguntarles a los feos
qué piropo le dirían a esa maravilla que tenían enfrente. Después,
de acuerdo con la elección, surgió la personalidad de cada uno de
los encuestados. Y también la de Giménez Zapiola. Porque cuando vio
a Evelyn, olvidándose de la nota, dijo: "¡Qué barbaridad!". Según el
test, corresponde al tipo de los obsesivos...
Hasta la próxima.
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