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BUENOS AIRES - DEL 25 DE NOV. AL 1 DE DIC. DE 1968 - $120 EN
ESTE NUMERO: Diciembre está signado por el convencionalismo: es
el mes de los encuentros familiares, de los desbarajustes
gastronómicos, de las sonrisas y trases de buenos augurios; hay
una predisposición natural en favor del jolgorio, los regalos, las
palmadas en la espalda y las buenas intenciones; el clima es del
todo propicio al olvido de los tragos amargos y a la postergación
de los problemas pendientes. A la par, diciembre es el mes de las
grandes expectativas. La idea de una mejora económica ronda la
cabeza de cada asalariado y es acariciada con mimoso deleite: por
si no bastaran las razones especificas que justifican esa
aspiración, existe otra —convertida en rito— que juega un rol
subsidiario pero vital; porque, en el mundo civilizado, las
vacaciones constituyen la ofrenda más cara (en el peor sentido de
la palabra) y más placentera que un individuo puede hacerse a si
mismo. Por supuesto, la vacación no significa un mero receso de
trabajo con goce de sueldo: implica el traslado a un sitio más o
menos remoto y más o menos atosigado de gente igualmente sometida
a la ilusión del descanso. No es extraño que el paseo, concebido
como un paréntesis de sosiego, engendre un maremagnum de
frustraciones, o por lo menos que no logre restañar el stress
incubado a lo largo del año, sea porque no fue bien programado,
sea porque se ignoran las leyes del veraneo. Entre las páginas 34
y 64 de esta segunda Edición Especial de SIETE DIAS se vierten
todos los recaudos indispensables para la correcta planificación
de la aventura. Los psicólogos observan que el veraneante-tipo es
desorbitadamente fantasioso, que invierte mal sus jornadas de
descanso, que a menudo elige equivocadamente el lugar adecuado,
que el regreso lo sorprende en mitad de una rabieta consigo mismo.
Las ocho notas sobre el tema que comprenden este número responden
al propósito de cubrir esos riesgos y hurgan —a manera de
preventivo— las causas efe la eventual calamidad. Un equipo
integrado por Elsa Jascalevich, Otelo Borroni, Néstor Lescovich y
Pedro Pasturenzi, bajo la coordinación de Jorge Madrazo, acopió
todas las novedades producidas en los centros turísticos
argentinos, más Punta del Este; confeccionó una guia de hoteles y
medios de trasporte (con precios) y auscultó a entendidos en el
diseño de unas vacaciones ideales. José María Jaunarena investigó
la nota sobre el veraneo infantil; Enrique Silberstein, el doctor
Diego Mariano y Demise Pascal desarrollaron temas de su
especialidad: la economía, la salud y la belleza, para gozar de
una temporada al aire libre. La foto de la tapa pertenece a
Osvaldo Dubini.
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