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Revista Siete Días Ilustrados
AÑO V - Nº 241 BUENOS AIRES, DEL 27 DE DICIEMBRE DE 1971 AL 2 DE
ENERO DE 1972 $ 2,50 - MSN 250
LAS HUELLAS DEL HOMBRE
Un vertiginoso 1971 empieza a ser historia. Y como es habitual en
SIETE DIAS, la última edición del año está casi por entero
dedicada a documentar los hechos que produjeron rastros y que sin
duda gravitarán en el futuro inmediato. Esa clase de sucesos
abundó a tal punto que los hombres encargados de enhebrar el
balance de este número necesitaron iniciar la evaluación hace seis
semanas: el equipo de redactores políticos, comandado por el
prosecretario Ricardo Cámara, debió desandar el ripioso camino que
transitaron la Argentina y Latinoamérica y zambullirse en la
discusión de un centenar de temas para medir su importancia y su
eventual proyección. Los secretarios Alberto Agostinelli y Alberto
Figueroa cotejaron toda la información extracontinental, para
derivarla, según sus características, a las áreas
correspondientes; lo cual desató más de un divertido conflicto: la
aventura lunar, por ejemplo, ¿debía ser computada en la sección El
Mundo? Dudas por el estilo sobrevolaron el despacho de otro
prosecretario, Jorge Speroni, encargado de seleccionar seis lindas
chicas, entre veintiocho, para confeccionar el almanaque que se
aloja en el pliego central en colores, adyacente a uno de los más
pintorescos trabajos de Quino: por fin, Mafalda y sus amigos le
toman el pelo a SIETE DIAS.
Como pocas veces, este número de la revista es resultante de un
calibrado esfuerzo de equipo. Visto desde la propia Redacción, el
hecho de que ninguno de los ítems haya podido ser encarado por una
sola persona (por su vastedad, por la heterogeneidad de rubros) es
un motivo de franca satisfacción: de ninguna otra manera puede
concebirse al periodismo moderno, una faena que demanda cada vez
más energías, puesto que se dirige a un público cada vez más
exigente. Las señales de acatamiento del team SIETE DIAS se
ofrecen, precisamente, en entregas como ésta, que pretenden
compendiar —sin incurrir en olvidos graves— una etapa de la
historia de la humanidad; y entregas como ésta deben hacerse sin
que trasluzcan las fatigas de un año trajinado en exceso: SIETE
DIAS volvió a ser, en 1971, la revista argentina que más espacio
dedicó a reflejar la vida en el interior del ,país; es, también,
la que más circula fuera de sus fronteras, ya que ha sido
identificada como un espejo ecuánime de los hechos que alegran,
preocupan y afligen al hombre de hoy. En respuesta al creciente
favor que SIETE DIAS acumula en el mundo de habla hispana, el jefe
de redacción Sergio Morero emprendió, en el curso de este mes, un
largo periplo latinoamericano, con la consigna de nutrir el
plantel de corresponsales exclusivos. Su par Mario Bohoslavsky,
mientras tanto, ajustaba los detalles de un remodela-miento que la
revista empezará a lucir a partir de la semana próxima. Entre
otras razones, esos esmeros responden al propósito de servir
puntualmente a los lectores en tránsito veraniego; una tarea que
tiene su lado gratificante, ya que implica la organización del
certamen que coronará a la Miss SIETE DIAS 1972.
¡Feliz Año Nuevo!
EL DIRECTOR.
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