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Revista Siete Días Ilustrados
14.05.1973
MEMORANDUM
De cómo el signo de Tauro rige de manera significativa la vida de
Siete Días, que nació el 16 de mayo de 1967.
La astrología, como los pronósticos meteorológicos —salvando las
distancias—, es una de esas cosas en las que nadie confiesa creer,
pero a las que es difícil dejar de prestar atención: hay estudios
que demuestran que las tres secciones más leídas en los diarios
son, precisamente, los augurios del tiempo, los horóscopos del día
y las historietas. Uno de esos horóscopos, el del 16 de mayo de
1967, vaticinaba a los nacidos en aquella fecha un porvenir
venturoso, apoyado "no tanto en golpes de suerte o favores del
azar cuanto en el mérito de su tenacidad y su esfuerzo". No se
sabe qué pasó con el resto de los nacidos en esa ocasión —cómo les
va en la escuela primaria, por ejemplo—, pero la profecía resultó
asombrosamente exacta en el caso de Siete Días, que este miércoles
cumple 6 años. Con la constancia que caracteriza a los nativos de
Tauro —signo que también rige la vida de los dos jefes de
Redacción, uno de los secretarios y cuatro de sus redactores— la
que ahora es revista líder en América latina comenzó por ganar el
favor del público porteño para, posteriormente, alcanzar el primer
lugar entre las publicaciones que más se leen en el interior de la
Argentina y por fin —con el lanzamiento de la Edición
Internacional— cubrió el continente con singular penetración y
sorprendente predicamento: Siete Días es, ahora, desde la orilla
sur del Río Bravo hasta la Antártida, la revista de habla
castellana, un vehículo idóneo y fidedigno de información
originada en el mundo entero e ilustrada con los mejores medios
técnicos, que aseguran una fiel reproducción del material gráfico.
Tenaz y constante —¿como todos los de Tauro?— no necesita confiar
en la suerte: le basta con cosechar el fruto de su esfuerzo, de su
responsabilidad, de su profunda identificación con lo argentino,
lo americano y lo latino.
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