Año III Buenos Aires, 6 de julio de 1965 Nº 139
CARTA AL LECTOR Con la historia del peronismo (que esta semana incluye un esencial documento de 1944, hasta hoy nunca revelado) nos vimos obligados a quebrar una norma básica en revistas de nerviosa periodicidad como la nuestra: la de no fragmentar artículos. Pero esa historia, que además sigue semana a semana los acontecimientos de hace 20 años, sólo era publicable en serie. Al concluir la investigación que tres redactores practicaron, durante un mes y medio, sobre el control de la natalidad en la Argentina, el material reunido superaba todas las estimaciones previas. Esa evidencia nos obligó a lanzar, ahora, una parte del informe especial, y dejar el resto para la próxima edición. Fue el único medio de no restar noticias locales e internacionales, y de no sacrificar a la síntesis la claridad y la precisa abundancia de la documentación obtenida. Entre otras cosas, porque el informe —adulto y consciente, como la cultura de nuestros lectores exige— es el primero que toca, de manera integral para la Argentina, los varios matices de un tema que llevó a Bernardo Houssay y otros científicos a presentarse ante Pablo VI.
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La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas —ADEPA—, ante la denuncia formulada por Primera Plana sobre insólitos obstáculos que un organismo del Estado opuso a uno de sus redactores (ver Nº 138), expidió la siguiente declaración: "El Consejo Directivo de ADEPA ha tomado con sorpresa conocimiento de un procedimiento policial determinado por razones que no le corresponde juzgar, pero que debe encarar en cuanto de aquél se dedujo una clara traba al ejercicio de la actividad profesional de un periodista conducido a la División de Asuntos Políticos de Coordinación Federal, en la cual mientras se le impedía comunicarse telefónicamente con sus superiores, se lo sometía a un interrogatorio que durante casi cuatro horas le mantuvo alejado de sus funciones y en imprecisa situación personal. No obsta a la irregularidad del procedimiento el carácter atribuido a la reunión en que cumplía sus deberes, puesto que apenaa producida la intervención policial dio a conocer documentadamente su condición, sin que ello modificara la posibilidad de un malentendido; el Consejo Ejecutivo de ADEPA lamenta el episodio y reivindica para los hombres de prensa el derecho de ser respetados en el ejercicio de sus tareas, cuando asisten a un hecho que por cualquier motivo determine la intervención de los guardianes del orden, evitándose cuanto pueda crearles dificultades, capaces de vulnerar la libertad de información." Hasta el martes próximo.
EL DIRECTOR
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