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Año IV Buenos Aires, 2 al 8 de agosto de 1966 Nº 188
CARTA AL LECTOR
Sin ninguna alharaca, sin que se divulgara siquiera a qué empresa correspondió tan simbólico acto de poder, un día del mes de junio pasado salía de los talleres el automotor argentino número un millón, y la industria superaba sus tres lustro de vida. Era un gesto de pujanza, pero también un índice elocuente de trabajo, un premio a la constancia, el espaldarazo de todos los desvelos. A este acontecimiento que trasciende las fronteras nacionales dedicamos la nota central de la presente edición i es la historia intima de una de las industrias más espectaculares del país. Los testigos de sus diferentes etapas, de sus tiempos heroicos y de su esplendor, ayudan a narrar esta, epopeya que se publica a partir de la página 64.
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El próximo 12 de noviembre se producirá, en algunas zonas del norte argentino, un eclipse de Sol, La circunstancia será aprovechada par científicos espaciales de nuestro país, los Estados Unidos y Francia, para desplegar un operativo conjunto, no intentado antes: cohetes de las tres naciones sondearán el Espacio para medir el flujo de neutrones en plena oscuridad. La empresa reportará a la argentina un brevet internacional, que comenzó a merecer hace 5 años, cuando el primer cohete de fabricación local se remontó hacia el cielo de Pampa de Achala, en Córdoba. Allí nació, de paso, la creencia de que valía la pena arrostrar la investigación espacial con aspiraciones realmente serias. A media década de aquella osadía, una decena de institutos universitarios y militares concluían, la semana pasada, los ensayos generales para el gran examen de noviembre. Era el fin de dos meses de preparativos, que un redactor de Primera Plana, Oscar Caballero, siguió paso a paso, y que condensa en las páginas 40 a 48.
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Al promediar la semana pasada llegaban a Buenos Aires para dictar su fallo (página 13), los jueces del Premio Primera Plana 1965, abierto a los novelistas iberoamericanos. Como en el caso de los automotores y de la investigación espacial, ese hecho era también un síntoma de la preeminencia argentina en el continente: hasta hoy, el Premio Primera Plana ha sido el más importante de los que se conceden en los paises de habla española. Para nosotros, en fin, ha sido otra manera de fortalecer un campo a menudo olvidados el de la cultura.
Hasta el martes próximo. EL DIRECTOR
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