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Año IV Buenos Aires, 15 al 21 de noviembre de 1966 Nº 203
CARTA AL LECTOR
Por lo menos una docena de deportistas argentinos fueron, alguna vez, los mejores del mundo. Ninguno como , Juan Carlos Harriott (h), único polista con diez de handicap, pudo jactarse de ser, además, el primero del mejor equipo mundial. Este doble liderazgo —el del polo nacional y el de Harriott— podría consolidarse definitivamente durante la temporada que ahora se cumple en Buenos Aires. Sobre la historia de esa primacía y sobre el propio Harriott se incluye esta semana una vasta información, preparada por Alberto Laya y Ricardo Frascara, que corre entre las páginas 50 y 55.
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Tres años después de Dallas, la muerte de Kennedy sigue siendo un hecho tan vivo como la caída de Erhard o el avance republicano en USA, dos acontecimientos cumbre de la semana pasada. Thomas Buchanan, un matemático que ha consagrado esos tres años a estudiar el asesinato de Kennedy (puesto que descarta de antemano la responsabilidad de Lee Harvey Oswald como único culpable), acaba de publicar en París im complemento de sus investigaciones. La tensa narración, que tiene el estremecimiento de una gran novela policial, se ocupa de un costado novedoso, inadvertido: hasta el 6 de agosto último, catorce testigos vinculados con los hechos de Dallas han perdido la vida. ¿Casualidad, complot? (págs. 34/38).
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Ni sus escasos discursos de circunstancias, ni sus dos extensas conferencias de prensa, ni los copiosos documentos doctrinarios de la revolución, ni las leyes básicas del Gobierno, atrajeron el mismo interés y el mismo suspenso que el último mensaje del Presidente; ninguno, tampoco, fomentó las mismas secuelas (páginas 12/13). . El mensaje sirvió, lateralmente, para actualizar un reportaje que Primera Plana venía preparando sobre los "partidos" de la revolución (págs. 18/21).
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Hace 60 años, los lectores de Caras y Caretas se divertían con los dibujos que, desde Montevideo, enviaba el español Hermenegildo Sabat. Hace tres números, los lectores de Primera Plana empiezan a familiarizarse con los explosivos retratos de Hermenegildo Sabat, un nieto del anterior. Nacido en el Uruguay, habitante de la Argentina a partir de febrero último, Sabat (foto) ha transitado por la Arquitectura y la publicidad; en 1961, cuando tenía 28 años, pasó una larga temporada en USA y fue tentado a trabajar allí, en las artes gráficas. Rechazó esas ofertas porque, según sostiene, sólo se siente cómodo en las riberas del Plata. Hasta el martes próximo. EL DIRECTOR.
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