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Año V Buenos Aires, 27 de diciembre de 1966 al 2 de enero de 1967 Nº 209
CARTA AL LECTOR
El Calendario de Primera Plana ha crecido, en esta edición, para contener un balance: el de las noticias del año (págs. 1/6). Algunas comparaciones con el de fines de 1965 sorprenden: entonces, consideramos que el hecho
más importante en el ámbito nacional había sido el pedido de retiro del teniente general Onganía; ahora, el mismo sitio es ocupado por el cambio de Gobierno producido en junio pasado y cuyo depositario fue Onganía. Pero también en 1966 existió un pedido de retiro: el del teniente general Pistarini. El segundo lugar, en 1965, correspondió al incidente fronterizo de Laguna del Desierto; hoy, la solución pacífica de otro diferendo limítrofe con Chile, el de Río Encuentro, se inscribe en la nómina. A la hazañosa expedición militar al Polo Sur, reemplaza la intentona de las Malvinas; al "pequeño Concilio" de Quilmes, donde 84 sacerdotes concluyeron que el clero argentino no se sentía comprendido por sus Obispos, sucede la briosa pastoral de monseñor Caggiano sobre los redactores de la revista Tierra Nueva.
Sin embargo, ninguna noticia -en un año plagado de grandes noticias- revistió tanta trascendencia como la del proceso abierto en China con la aparición de los Guardias Rojos y el fulminante ascenso de Lin Piao: a ella está dedicada la tapa de este número. Es que de lo que está ocurriendo en las altas esferas chinas depende la evolución de un país de 700 millones de almas, la suerte del comunismo internacional y, quizá, la paz del mundo. Oscuro al principio, tratado luego con despreocupación por la prensa occidental, ahora es posible internarse en los vericuetos de ese proceso y espiar la "segunda revolución" china. Así lo pretende el Informe Especial que publicamos en las páginas 28/35.
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La historia del jazz es la historia de una deslumbrante sucesión de talentos: Louis Armstrong, Duke Ellington, Charlie Parker. En la actualidad, otro jazz es creado por una nueva generación: Ornette Coleman, Archie Shepp, Sun Ra, Cecil Taylor. Fue hace siete años, en un café de Nueva York, cuando el barbudo Coleman se sublevó a los acordes de su saxo alto e hizo indignar al crítico inglés Kenneth Tynan: "¡Han ido demasiado lejos!". Tynan estaba en lo cierto. Pero estos apóstoles del jazz iban demasiado lejos porque, detrás de su música, la raza, la política, el arte, la mera convivencia humana, están tejiendo un universo compacto, subyugante. También arduo: las 75 compañías que graban jazz, en los Estados Unidos, ganan menos del 10 por ciento del mercado total de discos; sólo un puñado de clubes nocturnos, en todo el país, abre sus puertas a los vanguardistas. En las páginas 66/70 se despliega un minucioso reportaje a este movimiento, cuyo líder espiritual es John Coltrane.
Hasta el martes próximo. Feliz Año Nuevo. EL DIRECTOR.
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