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Año V Buenos Aires, 14 al 20 de marzo de 1967 Nº 220
CARTA AL LECTOR
Quince días atrás, un alto funcionario explicaba que, por. lo menos hasta mediados de año, la evolución del Gobierno, su imagen pública estarían marcadas a fuego por el signo económico, cuyos primeros síntomas iban a advertirse en marzo. La semana pasada, el prójogo de una nueva devaluación de la moneda, la reforma impositiva (que el catedrático Héctor Raúl Bértora analiza en las páginas 50 y 51) y el repliegue de la CGT, convalidaban aquel aserto. Pero no sólo por las urgencias económicas arrastra marzo la leyenda del mes clave, decisivo: la tradición, la costumbre, lo señalan como el verdadero comienzo del año. Para la Argentina de 1967 es, además, el test del segundo gabinete de Onganía, surgido a fines del año pasado cuando la etapa inicial del nuevo régimen se clausuraba en medio de la ineficacia oficial y el descontento del país.
En las páginas 12/14, un balance de la obra realizada a partir del 19 de enero trata de responder a la pregunta que se formula la mayoría de los argentinos: ¿qué hizo y qué no hizo el Gobierno? Esto es, ¿sirvió el cambio de Ministros? Las novedades del campo económico, en páginas 14/15,
• Funciona en la Argentina un imperio clandestino, acaso tan eficiente, activo, próspero como el del contrabando; sus personajes actúan en la penumbra de los garitos, al sol de los hipódromos, en los cafés y en las oficinas, allí donde haya alguien dispuesto a desafiar a su propio destino, y, de paso, a la Ley. Un mundo, es cierto, en el que la violencia ha sido casi desterrada y cuyo anecdotario entronca con el origen del lunfardo, con la historia de Buenos Aires, su folklore y su política. Desenredar la leyenda (y averiguar que el juego clandestino movilizó el año pasado unos 350.000 millones de pesos) exigió a tres redactores de Primera Plana visitar a capitalistas, pasadores, policías y testigos. Al cabo de veinte días, el resultado final se parece a una tragicomedia, aunque la interpretación del columnista Enrique Pichon-Riviére revele motivaciones menos epidérmicas. El informe correspondiente se incluye en las páginas 38/44.
• Una noche de enero pasado, en Madrid, un traficante en joyas y drogas terminó a tiros con la vida de Mohammed Khider, un dirigente político argelino que llevaba dos años exilado en la capital española. Detrás del crimen —que sirvió para coligar a los grupos opositores al régimen del coronel Houari Boumedienne— se yergue una espesa selva de intereses financieros y ofensivas del espionaje. El corresponsal de Primera Plana en España, Armando R. Puente, en un artículo que ocupa las páginas 30/32, aporta detalles inéditos y exclusivos a la sórdida historia.
• Elevado al pináculo de la fama con Marat-Sade, el dramaturgo alemán Peter Weiss acaba de presentar en Suecia —donde vive— una nueva pieza teatral: entre sus espectadores se contó un enviado de Primera Plana, Tomás Eloy Martínez, cuyas impresiones se publican en las páginas 60/61.
Hasta el martes próximo. EL DIRECTOR.
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