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Año V Buenos Aires, 9 al 15 de mayo de 1967. Nº 228
CARTA AL LECTOR
Desde hace diez días, los dueños de 30 mil campos del Gran Buenos Aires . —campos arrendados contra su voluntad— encontraron la fórmula para contar con ellos, otra vez: trabajarán la tierra. Esta es la única vía que les ofrece la ley 17253; para algunos es suficiente; para otros, muy poco, porque no permite el ejercicio pleno del derecho de propiedad. Es un argumento atendible; también lo es el que esgrimen los arrendatarios (que no se los desaloje arbitrariamente) y el que ha formulado el Gobierno: que aumente la producción del agro. Hasta qué punto esos objetivos podrán alcanzarse con la nueva legislación en marcha (habrá otra ley de arrendamientos y otra más de reforma fiscal) es algo que explora el informe especial incluido entre las páginas 18 y 24.
• En agosto de 1939, algunos diarios de Buenos Aires informaron sobre la llegada del escritor polaco Witold Gombrowicz; en 1963, ninguno publicó la noticia de su partida, tras dos décadas de trabajo anónimo en el Banco de Polonia, partidas de ajedrez en la vieja confitería del Rex, y charlas hasta la madrugada en La Fragata. Apenas se instaló en Europa, Gombrowicz fue reconocido como uno de los Grandes Novelistas de este tiempo, como un talento desenfadado y revolucionario. En su refugio de Vence, al sur de Francia, donde sigue escribiendo con el auxilio de vaporizadores contra el asma, Gombrowicz recibió durante seis horas, la semana pasada, a Silvia Rudni, corresponsal de Primera Plana. Su informe se publica a partir de la págona 58.
• Herman Kahn, el adivino de las computadoras, a quien Stanley Kubrick satirizó en Doctor Insólito, rectificó una de sus antiguas predicciones: ahora sostiene que no cabe esperar una Tercera Guerra en lo que resta del siglo, pero que la atmósfera de felicidad que amenaza al mundo está llena de perniciosos presagios. Sus profecías hasta el año 2000, establecidas con ayuda de la cibernética, se enumeran en las páginas 28 y 29,
• Unos 50 millones de hectáreas de bosques argentinos están custodiados por menos de 400 hombres: resultan insuficientes, por cierto, para preservar una riqueza a menudo arrasada por incendios y librada a todos los azares meteorológicos. En vísperas de sancionarse la Ley Forestal, esos avatares son narrados desde la página 42.
Hasta el martes próximo. EL DIRECTOR.

 

 

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