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Año VI - Buenos Aires, 20 al 26 de agosto de 1968 - Nº 295
CARTA AL LECTOR
Desde hace más de dos años, Primera Plana anuncia en los diarios, semana a semana, los artículos que juzga más relevantes dentro de cada una de sus ediciones. A partir de abril último, incluyó una variante en esos avisos: el empleo sistemático de fotografías, y la mención de futuras notas, que aún se encuentran en gestación. Algunos lectores nos han escrito para preguntar si tales adelantos no servirían, a otros medios, como fuente de ideas. Con muy poca modestia, se les ha respondido que era posible, pero que los redactores de Primera Plana confiaban en que su visión sería siempre más honda, más original, más seria.
A fines de julio último anticipábamos el tema siguiente: "La muerte del psicoanálisis". De inmediato sucedieron dos cosas: una cadena de llamados telefónicos, que solicitaban precisiones acerca de tan extraña frase —lo que tal vez pruebe la vasta cantidad de psicoanalizados que hay en Buenos Aires—; y la puesta en marcha, por parte de dos publicaciones colegas, de un artículo sobre el mismo asunto. Una de ellas, incluso, utilizó la palabra "muerte", aunque entre signos de interrogación, y alcanzó a hallarle a este título un lugar en la tapa.
Hay constancias, en cambio, de que ninguna de las dos revistas montó el mismo operativo que Primera Plana: quince psicoterapeutas de la Capital fueron entrevistados por Oscar Caballero, Félix Samoilovich y Martín Cullen, y debieron responder a 547 preguntas —ocho cuestionarios distintos, diagramados por Carlos Villar Araujo— que intentaban elucidar cada detalle (escuelas, tendencias, simbologías, procedimientos) del psicoanálisis en el país. Una selección de esas respuestas textuales se transcribe en las páginas 46 a 51; antes, el Informe Especial redactado por Caballero clasifica un vasto material crítico (39/43). Resultado de ese juicio: el psicoanálisis es cuestionable como ciencia y dudosamente efectivo como terapia; hasta es posible que, juzgado desde tales miras, no exista. Es su costado de investigación, en cambio, el que está más vivo que nunca.
Hasta el martes próximo. EL DIRECTOR.
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