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Año VI- Buenos Aires, 17 al 23 de setiembre de 1968 - Nº 299
CARTA AL LECTOR
Hace cinco años que empezó la invasión, pero sólo la semana pasada fue evidente que las fuerzas del Viejo Teatro estaban derrotadas: el campeón de la última batalla fue Joe Orton, un inglés irreverente de quien se estrenó, en la Sala Planeta, de Buenos Aires, Atendiendo al señor Sloane. Al derrumbar estrepitosamente el teatro de conversación, recamado de diálogos perfectos y retóricos, Orton se convirtió en el adalid de una vanguardia que se propone tomar por asalto los sentidos de los espectadores y (por primera vez desde la Edad Media) incorporarlos al espectáculo, hacerlos participar intensamente de él. La participación es tan fuerte que, en algunos casos, las obras se modifican de acuerdo con las reacciones del público. Este movimiento exige nuevas técnicas de interpretación, plantea problemas que, a veces, no puede resolver por sí solo el director de escena. Desde el estreno de Sloane, el Secretario de Redacción Ernesto Schóó se aplicó a un análisis de ese vasto, riquísimo fenómeno: lo expone en las páginas 74 a 78. Contó con la ayuda de Julio Ardiles Gray, a cuyo cargo estuvieron las entrevistas y la búsqueda de antecedentes.
Otra invasión cedía terreno, mientras tanto: los tanques (aunque no el orden) soviéticos empezaban a despedirse de Praga, cuando Osiris Troiani, a su regreso de la capital checa, completaba en Roma un reportaje a cuatro intelectuales que habían emprendido el exilio como salvación. Su nota, desplegada entre las páginas 28 y 30, describe un zarpazo del Estado contra las obras de la inteligencia, que no es único, sin embargo: en la Argentina, dos films de Sergio Eisenstein, que habían sido perseguidos por Stalin hace 40 años, fueron denunciados como presuntamente subversivos por una comisión de censura que depende del Poder Ejecutivo (página 90). El propio Gobierno, "sin embargo, proporcionaba el miércoles 11 otro termómetro para estudiar su temperatura interna: las primeras designaciones de altos jefes del Ejército, conocidas ese día, permiten vislumbrar el rumbo inmediato de las Fuerzas Armadas. De ese rumbo, y de la personalidad de los oficiales elegidos, se habla en las páginas 14 y 15.
Hasta el martes próximo. EL DIRECTOR.
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