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AÑO IX • Nº 441 • BUENOS AIRES, JULIO 13, 1971
Ni la revista, ni el hombre que algún día la clausuró, tuvieron inconvenientes en ponerse frente a frente, Primera Plana y Juan Carlos Onganía tenían algunos temas para preguntar y escuchar respuestas, simplemente. ¿Qué estaba tramando el ex Presidente? ¿Un partido político? ¿Una conspiración? "La revolución es inminente", dijo Onganía, entre otras cosas. Se lo nota cambiado, afable. Tomó conciencia de lo que es la libertad de prensa. Su definición política, su panorama mental, en la página 14.
Durante 58 minutos, el teniente general Alejandro Agustín Lanusse, de pie, leyó un texto de cuarenta carillas. Estaba en el cuarto piso del edificio Cóndor. Frente a él, setecientos cincuenta comensales. La radio y la televisión llevaron su mensaje a todo el país. El pasado, el calendario electoral, la inflación y el trabajo, el salario, las leyes y las obras, el capital, la juventud, la vivienda, las dictaduras y hasta la mujer lo ocuparon casi una hora. Un análisis prospectivo se devela en la página 10.
Si hubo hombres con dos cabezas, se habrá dicho el director de cine Enrique Carreras, ¿por qué no puede haber películas con dos finales? Esa inquietud le ha costado un disgusto; el film, calamitoso; el retiro de la invitación para el festival de San Sebastián. Aunque no la reemplaza —iba de todos modos—, 'Crónica de una señora' confía en lograr mejores críticas, al menos; su director, Raúl de la Torre —consagrado por Juan Lamaglia y señora—, y la protagonista, Graciela Borges, conversaron con primera plana antes de despedirse; aclararon posturas, desvirtuaron insidias (página 40).
Para festejar el aniversario patrio, el Presidente uruguayo, Jorge Pacheco Areco, saltó hacia la Argentina. Alejandro Lanusse lo entrevistaba, por primera vez, como mandatario: el acontecimiento histórico, sin embargo, se reveló como una excusa. Muchos supusieron que el tema del terrorismo sería la clave del encuentro: aunque debe haber planeado en las conversaciones, no figuró en ninguno de los cuatro documentos firmados. Es que había otro tema —Brasil y su expansión—, que necesitaba un análisis, tal vez mucho más delicado y puntilloso. Por supuesto, esto tampoco figuró en los textos (página 56).
Fernando Riera Bauza es el nuevo director técnico de Boca Juniors. El pobre fútbol del club argentino con mayor popularidad, lo necesitaba: demasiado daño le había hecho José María Silvero. Riera, un chileno trotamundos, tiene antecedentes contradictorios: se lo considera un hombre decente, fue poco constante con las instituciones que lo contrataron. Amante del buen fútbol, de la discreción, su tarea será más psicológica que futbolística (página 62).
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