AÑO IX • Nº 442 • BUENOS AIRES, JULIO 20, 1971
Todas las semanas, los diarios inundan con información guerrillera a los lectores argentinos. A cada golpe le corresponde una sigla, la suma de ellas se convierte en un jeroglífico. Primera Plana encaró una exhaustiva investigación para aclarar las ideologías, los métodos de acción, la actitud de los grupos clandestinos frente a determinados hechos nacionales. Pero, todo tiene un principio, en este caso el Che Guevara, un médico que inculcó su teoría por todo el continente: la historia, las claves, se abren en la página 34.
Una inesperada afección renal recluyó, la semana última, al Presidente Lanusse en sus aposentos de la Quinta Presidencial, en Olivos, creando, de paso, una situación de cierto vacío político en el país.
La circunstancia plantea, al mundo político, y a la opinión pública nacional, un singular momento: el de un país que no puede prescindir, sin riesgos, de su principal protagonista (página 10).
Habitualmente, se suele conocer a los artistas argentinos una vez que obtienen un premio. Primera Plana prefirió, esta vez, adelantarse a esa posibilidad: en la página 51 se inicia un extenso reportaje a seis de los ocho plásticos cuyas obras participarán en la próxima Bienal de París. Pero, ¿acaso sirven de algo estos concursos?, fue una de las primeras preguntas que se dejó caer en la charla, una encendida, apabullante polémica.
No vacilaron en anunciar que se trataba de la noticia más importante desde que terminara la Segunda Guerra Mundial. Otros sostuvieron que se iniciaba un nuevo capítulo de la Historia. Todos tenían razón. El último jueves, el Presidente Richard Nixon prometió que viajará a la China de Mao Tse-tung antes del 1° de mayo del próximo año. El hombre que arregló la visita, Henry Kissinger, termina de encontrarse con el Primer Ministro chino: Chou En-lai (pág. 56).
Es una suerte de alud pilífero, con esencial diferenciación. Las mujeres argentinas las adoptaron entusiastamente; algunos peleteros las rechazan, tradicionalistas a ultranza. Están confeccionadas con fibra de nylon, cuestan alrededor del diez por ciento: las pieles sintéticas invadieron el mercado, pugnando con las auténticas. Ofrecen ventajas, no resisten algunas comparaciones. De los porqué, de los cuánto, se conversa en la página 22.
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