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AÑO X • Nº 472 • BUENOS AIRES, FEBRERO 15, 1972
CARTA AL LECTOR
El camino que recorre desde hace once meses el Presidente Lanusse comenzó a parecer, la semana pasada, un sendero de comisa. La drástica caída del salario real (11,8 % de inflación en enero, contra las previsiones oficiales de 20 % en todo 1972), las protestas de la cge y la UCR, el proyecto democristiano de elegir la abstención revolucionaria, angostan la ruta del Comandante en Jefe.
Su carta decisiva son los créditos que la misión Brignone está arrancando a la banca internacional y, sobre todo, el uso que pueda hacer de ellos. La meta que se propone Balcarce 50 es liberarse del compromiso contraído con los prestamistas, y disponer de algunos dólares para aumentar salarios.
Por eso, el paro de 48 horas votado por la cgt no alarma al morador de la Casa Rosada. Espera servirse de él para asustar a los acreedores y hacer caso omiso de las cláusulas inhibitorias.
Cualquier desvío, cualquier desborde, que es lo mismo, puede resultar fatal.
Las distintas notas de las secciones El País y Economía penetran en los ricos matices de este precario equilibrio del terror. Pueden leerse entre las páginas 6 y 18 de esta edición. En una de ellas, la 11, se edita el primer aporte de Carlos Frank, nuevo corresponsal de primera plana en Madrid: una declaración de Jorge Antonio sobre el diálogo telefónico Nixon-Lanusse.
En la página 22, en cambio, se incluye un informe sobre las cosas permanentes de esta Argentina provisoria. Específicamente, sobre su ciudad capital y sobre el río que Dios le dio y al cual ella le ofreció la espalda. En el año 2000, merced a un ambicioso proyecto que primera plana revela en exclusividad, esa aberración habrá sido subsanada.
Hasta el martes próximo. El Director.
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