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Revista
Primera Plana
Tapa Kruschev: crisis en el comunismo
CARTA AL LECTOR
Los últimos siete días fueron, sin duda, los más arduos y complicados del año. En Buenos Aires —y en toda la Argentina— la proximidad del 17 de octubre conglomeró sospechas y tensiones, desatadas ya el lunes 12, cuando la Redacción y la Dirección de PRIMERA PLANA decidían la nota central de este número y la portada correspondiente.
A las 10 de la noche hubo unanimidad: la tapa, obviamente, tendría que ver con el 17 de octubre. Pero la fase que quedaba cerrada en ese instante —como todas las semanas— sólo acababa de comenzar e iba a cerrarse el viernes. Porque el martes a la mañana, después de enviarse a la imprenta la ilustración y los títulos de la carátula, otra idea empezó a rondar la Redacción. Los tres cosmonautas soviéticos estuvieron a punto de desplazar al histórico acontecimiento de 1945.
La idea se desechó luego de no pocas discusiones; el tema sería demasiado antiguo cuando PRIMERA PLANA estuviera en la calle. El miércoles, el toque de audacia del Parlamento de Noruega, al conceder el premio Nobel de la Paz 1964 al líder negro Martin Luther King, arrancó nuevas reflexiones. ¿No merecía King instalarse en la portada? Pero, también esta vez, surgieron argumentos en contra: la actualidad argentina superaba, en magnitud, al Nobel.
No terminó aquí la tormenta. El jueves, pasado al mediodía, el relevo de Nikita Kruschev se perfiló como una de las noticias trascendentales de la década del 60. Sin embargo, la falta de informaciones fidedignas, la oscuridad que devoraba a las versiones en los primeros instantes, obligaron a posponer toda resolución hasta el viernes. Y el viernes se modificó la tapa: la bomba atómica detonada por China —y cuyo estallido quizá apresuró la salida del viejo jerarca ruso— confirmó la necesidad de aquella modificación, fijó con más fuerza la imagen de Kruschev.
Naturalmente, no faltó quien arriesgara una pregunta: ¿No es más importante el triunfo de Harold Wilson? Claro que ya entonces nadie estaba en condiciones de escuchar sugerencias sobre tapas.
Lo más importante de esta vorágine es que no se mató ninguno de los artículos proyectados —excepto el que contenía los cuadros estadísticos complementarios de nuestra encuesta sobre el primer año del gobierno de Illia— ni quedó afuera ninguno de los que la propia semana requirió. La crisis del Kremlin se analiza en las páginas 15 a 17 y en el comentario de Mariano Grondona, en la 5. Los 17 de octubre, el de 1945 y el de 1964, se revisan en las páginas 7 a 10; las elecciones británicas, en la 19; la explosión atómica de China Popular, en la 18; la personalidad de Martin Luther King, en 26 y 27; el viaje espacial, en la 46, Además, fue posible documentar el fin de la gira del presidente francés (páginas 20, 21 y 22); la trastienda de un nuevo Día de la Madre (32 y 33); el choque entre progresistas y conservadores en el Concilio Ecuménico (35); el film que un argentino, Manuel Antín, dirige en Perú (40 y 41), y el redescubrimiento del desarrollo económico del interior del país, casi siempre olvidado o pasado por alto (50 a 52). Y hasta inaugurar la sección Discos con una primicia (página 44).
Hasta el martes próximo.
EL DIRECTOR
PRIMERA PLANA
DIRECTOR - EDITOR VICTORIO I. S. DALLE NOGARE
20 de octubre de 1964
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