Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Revista Panorama

Revista Panorama
Enero de 1965
carta del director
Las fotografías de las pinturas hechas por Marc Chagall para la cúpula de la Opera de París (páginas 62/67) son un notable ejemplo de paciencia periodística fueron tomadas, en absoluta exclusividad y sigiloso secreto, para París-Match (y para Panorama, que posee el derecho de reproducir todo el material de París-Match), a lo largo de dos años. Solamente el ministro André Malraux, el artista y sus familiares, y nuestro fotógrafo, conocían la originalísima obra antes de su "estreno" oficial. Ellos, y solamente ellos —y ahora también nuestros lectores—, habían podido observar de cerca y con toda comodidad, las etéreas figuras, para admirar las cuales, en una histórica soirée de gran gala, se retorcieron los cuellos aristocráticos del tout Paris desde la famosa platea.
La moderna pintura de Chagall recubrió un antiguo fresco clásico, de gusto discutido e indudablemente pasado de moda. Esta inserción de un elemento ultramoderno en un ambiente antiguo es uno de los choques y de las síntesis de pasado y presente a los que asistimos habitualmente.
No es filosofía, ni retórica. Es simple verdad: el presente no existe. El presente es el punto en que el pasado se une al futuro, y cada uno de nosotros se halla en esa bisagra de la historia. Lo que llamamos presente es nuestra manera de interpretar la variable relación dinámica entre lo que fue y lo que será; y el valor y la justificación de nuestra existencia está en la medida en que intervenimos en el permanente proceso de síntesis y nacimiento que es la vida.
El periodismo, que es parte de ese devenir, es una de las actividades humanas más efímeras y, al mismo tiempo, más decisivas. Efímera, porque, materialmente, lo que produce tiene corta vida; decisiva, porque, espiritualmente, orienta y define el sentido del progreso humano. El presente número de Panorama, por ejemplo, trae en cada página amplias dosis de pasado y de futuro, recuerdos y experiencias, esperanzas y ambiciones.
La enseñanza evangélica de hace 2000 años es la base de los optimistas programas de los partidos democristianos, una de las más interesantes fuerzas políticas nuevas de América latina (página 110).
Las fantásticas leyendas de un pasado gaucho enfrentan la realidad concreta de una autopista, en la costa argentina (página 86).
Una tradición de desgano, desaliento y pobreza, que parecía un destino ineludible, es desafiada por un grupo de jóvenes empresarios que transforman, en la provincia de Santa Fe, un pueblo dormido en un ejemplo para todo el país (página 26).
El antiguo mito y sueño de conquistar la Luna, al impulsar una serie de progresos técnicos aplicables a otros campos, transformará por completo nuestra existencia, en un plazo sorpresivamente corto (página 34).
La presencia, cada vez más amenazadora y prepotente, de China (y de los cientos de millones de chinos) en el escenario del mundo de hoy, tiene razones y raíces que van mucho más allá del reciente "conflicto ideológico": el problema chino ha ido madurando durante siglos y se presenta ahora con explosiva y previsible gravedad, en el borde del siglo XXI (página 54).
De esta manera Panorama, en la bisagra del tiempo, interpreta el pasado y define el futuro. Es decir, vive intensamente en, y para, ese presente que, como se ha visto, no existe.
Jorge De'Angeli

un aporte de Héctor Álvarez

 

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