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AÑO 1 • Nº 42 * BUENOS AIRES, JULIO 7, 1970
El tardío discurso del Ministro de Economía, justificando la devaluación, desconcertó por igual a público y entendidos; empresarios y economistas cuestionaron la oportunidad de sus explicaciones y la cortedad de sus alcances. Sin embargo, Carlos Moyano Llerena había sido más explícito ante la Junta de Comandantes. Desde la semana pasada, en fin, un ideario extraño al del Ministro se aposentaba en el Consejo Nacional de Desarrollo, con al general Juan E. Guglialmelli (página 23).
En una semana de frío polar, la aguja de la violencia —inmóvil durante un mes— saltó bruscamente, como enloquecida: el motín policial de Rosario, reducido mediante un trámite que el Gobierno se niega a calificar de negociación, y la toma de una localidad serrana de Córdoba por cierta banda juvenil que reivindica para sí el marbete de Montoneros probaban al Presidente y a la Junta de Comandantes la gravedad de los problemas que había dejado Ongania (páginas 13 a 16).
Amigo como era de esta casa, Leopoldo Marechal solía recordar que Primera Plana había ayudado a su renacimiento público como escritor. Nos visitaba a menudo y a menudo nos recibía en su casa: en mayo estuvo allí uno de nuestros redactores, porque Marechal estaba terminando su tercera novela; a comienzos de junio, el propio autor vino a traernos un capítulo de esa obra, 'Megafón o la guerra', que él había elegido para la sección Textos: es el que ofrecemos en la página 51.
Revista Periscopio
un
aporte de Héctor Álvarez
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