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Revista Primera Plana
CARTA AL LECTOR
Los "caras negras" se niegan a bajar a los pozos. De Gaulle decretó la movilización de los mineros del carbón, pero no pudo aplicarla porque el movimiento era unánime. En realidad, la industria del carbón ha dejado de ser rentable, en Francia como en todas partes. Pero, sea como fuere, la Quinta República atraviesa actualmente su más grave crisis social: sucesivamente, las minas de hierro, los ferrocarriles y otros gremios menores desafiaron a de Gaulle. Sus adversarios de izquierda confían en deshacerse de él por estos medios, mientras la derecha continúa su campaña terrorista. Con ese trasfondo, la ejecución de Bastien-Thiry y el arresto de Bidault conmovieron a Francia la semana pasada. (Página 12.)
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Por momentos, la Argentina parece estar repleta de abogados que soñaron ser médicos, marciales farmacéuticos que hubieran alcanzado brillo como brigadieres y melancólicos agrónomos nacidos para las bellas letras, o viceversa. Seriamente, no son pocos los estudiosos que opinan que una de las activas causas del sentimiento de frustración en que parece debatirse una mayoría de los contemporáneos radica en la mala elección de una profesión. O, más frecuentemente, en la falta de valor moral para luchar por abrirse paso en una actividad difícil, pero íntimamente satisfactoria, y en la tendencia —-muchas veces estimulada por los padres y hasta por algunos maestros— a "conformarse" con un destino prefabricado por circunstancias arbitrarias. Afortunadamente, se está operando una reacción. Técnicos especialmente adiestrados están ahora en condiciones de colaborar con los jóvenes que buscan descubrir su vocación e imponerla: imponerla ante ellos mismos y ante quienes, muchas veces, deberían ayudar y no ayudan. (Ver página 20.)
Pero, por supuesto, la problemática de la juventud actual no se agota con el capítulo de la orientación vocacional. Estos muchachitos doloridos y estas chicas larguiruchas, ¿qué piensan de ellos mismos, de sus padres, del país donde les ha tocado vivir? ¿Qué sienten ante los tabúes con que la sociedad cercena o castiga? ¿Qué piensan de este modo de vida que, para muchos, ha llegado a consistir —para decirlo con algo de humor— en que "todo lo que no está prohibido es, por supuesto, obligatorio"? En definitiva: ¿Qué clase de sociedad prometen —o amenazan— construir estos muchachos? Cuestión que, de una manera no convencional que pocos utilizan en el periodismo argentino, ha intentado dilucidar nuestra redactora, la novelista Sara Gallardo. (Páginas 22 a 24.)
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Hubo que esperar casi un cuarto de siglo para disponer de una historia desapasionada de la guerra civil española. Después de veinte años, un joven periodista inglés, hijo de familia conservadora y adherido al laborismo, y dos universitarios franceses, también jóvenes, se acercaron al fenómeno español con una óptica diferente. Durante largo tiempo de investigación quedaron sumergidos en esos tres años terribles, que sólo pudieron ser superados después por los sacudimientos desgarrantes de la guerra en Argelia. ¿Resultado?: dos libros singulares. (Página 33.)
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Para combatir los efectos del alcoholismo se inició, hace un tiempo, en Suecia, una campaña en favor del vino, reconociendo él carácter benigno de esta bebida, cuyo consumo está promoviendo ahora intensamente, entre nosotros, el Instituto Nacional de Vitivinicultura. Detrás de esa persistente ofensiva publicitaria se esconde —y esto es, generalmente, desconocido— una fuerte industria con los mejores rendimientos de todo el mundo, en condiciones de realizar un fuerte ritmo de exportaciones a partir del momento en que se lo proponga (ver página 54).
Hasta el próximo martes.
EL DIRECTOR
19 DE MARZO DE 1963
DIRECCIÓN JACOBO TIMERMAN
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