CINE
GETINO: ¿QUIEN ES EL FAMILIAR?
Getino

Yo era todavía changuito, y sabía servir en casa de los Hileret, mansión grande donde se hacía de todo. Me acuerdo que una tardecita se me da por salir a hondiar y andaba por ahí retozando, cuando me doy con una especie de cueva, allá abajo en la hondonada. Y en la puerta del hueco, sobre una piedra como plataforma, un enorme sapo, de manos como gente, grande como cristiano, que resoplaba como si fuera a botar los ojos. Yo ya estaba calzando una piedra en la honda pa' ver si le acertaba y siento pasos atrás y un hombre que me dice: «¡Qué está por hacer! Mal hecho, niño. ¿Qué, no sabe que ése es el Familiar?»" Quien esto relata es un viejito tucumano de 78 años, don Juan Martínez, pero la leyenda de El Familiar es contada de distintas maneras y por distintos narradores en todo el Norte argentino. La memoria del pueblo le atribuye múltiples y fabulosas formas: serpiente, puma, gallina gigante, perro negro, porque como se dice: "El Familiar puede mostrarse como quiere, porque pa' eso tiene poder de Diablo, si no no sería Diablo. ¿Qué no?" Pero la coincidencia es unánime en lo que respecta al pacto de sangre que firmó el dueño del Ingenio con Zupay, el diablo, por el cual éste, bajo la forma de El Familiar, velaría por la prosperidad del patrón, entregándole inmensas ganancias a cambio de ser alimentado por la carne humana de los peones de la fábrica. Así, la dominación capitalista y la antropofagia de un sistema de explotación se ven representados por la fantasía popular que se apoya en la creencia del mítico fauno para explicar la injusticia.
Estas cuestiones preocupan hoy día a Octavio Getino, escritor y cineasta español naturalizado argentino, de 36 años, pues se han convertido en la temática medular de su próxima película: El Familiar. Getino es fundador con Fernando Solanas de cine liberación, un grupo de clara trayectoria artístico-política: primero La Hora de los Hornos, luego El camino hacia la muerte del viejo Reales y recientemente Actualización política y doctrinaria para la toma del poder, con el general Perón como único protagonista. El equipo, de inéditas características en el país, se ha librado del vedetismo individualista de los creadores liberales para someter su operatividad a la estrategia del Movimiento Peronista. Ahora el grupo ha decidido emprender dos realizaciones simultáneamente: por un lado, Solanas se halla dirigiendo la filmación de un largometraje que gira alrededor de la problemática de la clase trabajadora argentina, Los hijos de Fierro; y, por el otro, Octavio Getino se lanza a producir El Familiar.

HASTA QUE LLEGO "LA HORA"
El 1º de mayo de 1952, Eva Perón dice su último discurso al pueblo. Entre la multitud, un adolescente español, llegado hacía 2 meses de León, se estremece admirado ante la vibración revolucionaria de Evita; es Octavio Getino. El joven milita en la Juventud Socialista Española y ya le despunta el vicio de escribir, pero la derrota táctica del Justicialismo en 1955 lo empuja a participar de la lucha sindical y a renunciar a su pasado republicano.
Como dirigente metalúrgico interviene en los más importantes conflictos sindicales de la UOM de Avellaneda. Después de un paso por el peronismo vira al trotskismo, política con la cual rompe a fines de 1960, volviendo a integrarse gradualmente al peronismo. Hoy recuerda esa época con nostalgia. "En esos años fui detenido varias veces y me echaban de los lugares de trabajo por mi actividad sindical. Entonces empecé a retomar mis deseos de escribir, narrando aspectos de mi experiencia política. Chulleca, una recopilación de cuentos, ganó en 1964 el Premio del Libro de Cuentos de Casa de las Américas (Cuba) y fue publicado en Argentina, Cuba y Rumania."
El cuento que titulaba esa compilación ya denotaba la fascinación que ejercían sobre Getino tanto el Norte Argentino como sus personajes. Chulleca es "algún ciego maleficio del infierno" con mucho de bruja, que engendra hijos deformes e insinúa el clima que guarda la leyenda de El Familiar.
También lo premió el Escarabajo de Oro junto a Ricardo Piglia, Germán Rozenmacher y Miguel Briante; es decir, recorrió airoso el ilustrado camino de los intelectuales izquierdistas de principios de los sesenta. Así, a partir de 1963 estudió cine en ACE (Asociación de Cine Experimental) y organizó desde allí una corriente de cine documental, el MODOC. Filmó cortometrajes: La Búsqueda, en 8 mm, 1963, y Trasmallos, en 16 mm, 1964, y contribuyó a crear DIRA , (Distribuidora Independiente de Realizadores Asociados), que centralizó el paquete más numeroso e importante de cortos argentinos.
"En 1965 me vinculé a Fernando Solanas y posteriormente a Alberto Fischerman, Fernando Arce, Agustín Mahieu, Horacio Verbitsky y el realizador italiano Valentino Orsini, con quienes trabajé un libro cinematográfico de un film que nos proponíamos colectivamente: Los que mandan. Pe ro no obtuvimos la aprobación del Instituto Nacional de Cinematografía". Es a fin de ese año cuando Getino comienza a gestar con Solanas el libro y la realización de La Hora de los Hornos, película que ha de imprimir un nuevo sentido al cine del Tercer Mundo. Lo demás es historia reciente y notoria.
Por ello, el proyecto de un nuevo film de Octavio Getino debe ser tenido ,muy en cuenta para evaluar posibles alternativas nacionales para el cine argentino.

EL CULPABLE DE LAS DESGRACIAS
—¿Cómo se origina la idea de filmar El Familiar?
—En 1970, en Tucumán, durante el armado del libro de "El camino .. junto a Gerardo Vallejos, escuché charlas acerca del personaje que me impresionaron mucho. Luego leí unos textos que informaban de la leyenda y sentí que reflejaba elementos histórico-culturales y aún económicos muy representativos. Al tiempo, esto coincidió con el interés de la RAI italiana de hacer una serie de films bajo el título de América Latina vista por sus realizadores. Redacté dos carillas resumiendo el tema y quedaron muy entusiasmados; finalmente a fin de 1971 se definió la filmación. Yo asumiría la producción en Argentina y la RAI adelantaba fondos reservándose los derechos de distribución mundial. Los otros cineastas convocados fueron: Santiago Álvarez, de Cuba; Joaquim de Andrade, de Brasil; Miguel Littin, de Chile; Jorge Sanjinés, de Bolivia, y Mario Handler, de Uruguay.
—¿A qué se debe el interés de la RAI por los realizadores latinoamericanos?
—Un sector de Europa —el más fuerte económicamente y por eso de mayores elementos competitivos— que quiere introducirse en América Latina. Italia es el principal inversionista en Argentina; la cultura es una forma de penetrar para seguir abriendo inversiones. Además, esto coincide con la existencia en las metrópolis de un público interesado de algún modo en el proceso histórico que se viene desarrollando en Latinoamérica. Para el caso sirve este ejemplo: la revista sensacionalista italiana ABC comentó la difusión comercial de La Hora de los Hornos iniciada pocos días después de la muerte de Oberdan Sallustro con el siguiente titular: "Este film explica el porqué del ajusticiamiento de Sallustro".
—¿En qué medida el libro cinematográfico de El Familiar respeta la leyenda?
—El libro sólo se inspira en la leyenda popular. Al protagonista le su ceden una serie de desgracias que culminan con la muerte de su mujer. Una curandera le anuncia que el culpable es "El Familiar" y el hombre, como un Quijote, sale a recorrer su país para encontrarlo y matarlo. El camino que recorre es el del dolor, la miseria y la violencia, pues piensa que "El Familiar", señor de las desgracias del pueblo, ha de hallarse allí. La película no sigue un tiempo cronológico pero sí uno histórico, pues el protagonista transita la historia del país. La identificación de "El Familiar" resulta así el reconocimiento del enemigo de un pueblo en desgracia. La búsqueda de ese enemigo desata un proceso que busca en la conciencia colectiva. "El Familiar" se construye por el protagonista, su imagen real es para unos de un modo y para otros de otro; pero a través de estas parcialidades se va encontrando el verdadero enemigo, que a veces aún está dentro de nosotros mismos, como una red de un sistema diabólico.
—¿Cuál es el intento último del film?
—Esta es una experiencia nueva para cine liberación; se ha de trabajar con elementos míticos, fantásticos y alusivos. Pero los hechos a los que se refiere tienen una verosimilitud igual o mayor que un film documental. Será un film realista. Se trata de rescatar valores silenciados de nuestra cultura, tematizarlos y comprenderlos, particularmente los del interior del país. En el fondo, seguimos en la búsqueda expresiva de una cultura descolonizada ofreciendo una batalla amplia contra un sistema de asfixia y sometimiento de todo lo que se relaciona con el pueblo, creando en el proceso modelos diversos de dar esa lucha. En un momento fue cine-ensayo, luego cine-informe, o cine-documento, ahora llegamos a la ficción. Actualmente no¿ hallamos en el proceso de selección de actores —no-profesionales y gente del lugar: Tucumán, Salta y Jujuy, pues allí se rodará—, junto a Jorge Díaz, jefe de producción, Jorge Hónig, Marcos Banchero, María Helena Massolo, Abelardo Kushnik. Gustavo Morís y en Tucumán nos espera Gerardo Vallejos.
—¿Podrá exhibirse comercialmente la película?
—La censura está condicionada por las circunstancias políticas que la rigen, que hoy indican apenas un aflojamiento de la tensión. Si se analiza el sentido del levantamiento de algunas prohibiciones como Sacco y Vanzetti, Satyricón, ¿Ni vencedores ni vencidos? y otras puede constarse que no afectan mayormente al régimen. ¿A quién le irrita hablar de la violencia en las capas aristocráticas inglesas o del crimen de Sacco y Vanzetti sobre el cual EE.UU. ya se ha expedido condenándolo? Creo que deberemos dar una batalla contra la censura; el resultado tendrá que ver con la situación política que rija en el país el día del estreno.
MARIO ROCA
6/VI/72 • PRIMERA PLANA

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