Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado
BIOGRAFIAS ELEONORA: UNA VIDA INOLVIDABLE ELEONORA Y FRANKLIN. Por Joseph P. Lash, 765 páginas. Norton. |
![]() Sus padres —una hermosa madre que la llamaba Granny delante de las visitas, y su padre constantemente internado en hospitales para alcoholistas— murieron ambos antes de que ella cumpliera 10 años. Bajo el negligente cuidado de su abuela materna, fue una solitaria alumna que llevaba la ropa sucia y manchada “porque mis vestidos están en el lavadero”. Ella no osaba invitar a sus amigos a la quinta de verano de su abuela, temerosa de la presencia de un tío —bebedor empedernido— que se paraba en la azotea y disparaba tiros contra los recién llegados. Ella se consideró un fracaso como debutante en Nueva York en 1902, aunque Lash observó cuidadosamente que su agonía “revelaba más la gran importancia que ella adjudicaba al éxito”. No se sabe exactamente qué cosa vio en ella su primo Franklin, pues ella quemó la correspondencia amorosa de ambos, pero sabemos bien lo que ella hizo a su lado durante la primera década de su matrimonio dando a luz a seis niños y alentándolo en su promisoria carrera política, en medio de las interferencias de su suegra. Sara Delano Roosevelt emerge en este libro como un personaje tiránico, no a causa de falta de respeto por parte del escritor, sino a causa de la cantidad de detalles domésticos, tales como sus repentinas entradas en la casa de su hijo, y molestaba hasta el cansancio a Franklin y a Eleonora. Durante sus últimos años, Eleonora dio lo mejor de sí misma. Nótese la carta tan divertida que le enviara a su marido en medio de las controvertidas escenas en pos de la biblioteca: “Mamá me dijo que ella podía hacer algo atractivo en menos de una hora. Que a todo el mundo le gustaba más su casa que la mía, aunque nosotros teníamos todo lo necesario para hacerla linda con un poco de buen gusto. Le dije que lo hiciera, pero me contestó que no quería interferir y que no lo haría. Entonces le dije que nosotros no haríamos nada, así que ahora pienso que cuando vuelvas podrás hacerlo tú mismo”. El punto decisivo en la vida de Eleonora fue su descubrimiento, en 1918, de la infidelidad de su marido con su linda y joven secretaria, Lucy Mercer, un affaire alentado con brutal indiferencia por su prima Alice Longworth, quien comentó: “Se hizo merecedor de pasar un buen tiempo, ya que estaba casado con Eleonora”. Aquel trato fue roto —Eleonora permaneció con su marido, Franklin abandonó a Lucy— y en 1921 un fuerte ataque de polio se hizo presa de Franklin: allí ella tuvo que rehacer entera su vida. En lo sucesivo el matrimonio fue una diplomática paternidad compartida, aunque Lash sostiene que Eleonora alimentaba el deseo de restaurar la relación en algo más íntimo que un frío arreglo para beneficiar a sus hijos y a la carrera de Franklin. Aunque lo más interesante del libro constituye el bagaje de detalles íntimos y familiares, hay algunos capítulos dedicados a la adhesión de Eleonora a la causa de los negros —aquel movimiento que nacía en 1930—, sus roces con los comunistas, su apasionante viaje en 1940 a la Convención Demócrata. Elementos políticos y domésticos se mezclan en la Casa Blanca, donde ambos esposos mantenían roles separados, pero convivían con lealtad. Harry Hopkins, quien comenzó siendo amigo de Eleonora y abandonó el lugar que ocupaba junto al Presidente, prevenía al recién llegado antes de ser considerado un puente entre ambos. Esto podría explicar una conspicua limitación del libro. El joven Lash era protegido de Eleonora y, a pesar de su título, la obra no se trata de una doble biografía. Se muestran los aspectos negativos del carácter de Eleonora —sus celos, sus recaídas en la melancolía, su puritanismo—, pero trabajando siempre desde el punto de vista más beneficioso para ella; hasta hay momentos cruciales en los que el lector desearía estar más al tanto de la relación existente entre ambos esposos. Eleonora y Franklin, que termina con los funerales del ex Presidente, constituye, sin dudas, un logro notable, el primero de los dos volúmenes dedicados al tema y que parece, con todo, una biografía irreemplazable. Los mejores años de la vida de Eleonora recién comienzan. 22/11/72 • PRIMERA PLANA Nº 473 (acerca del autor, ver https://en.wikipedia.org/wiki/Joseph_P._Lash) |