Futilísima Ruinosa Satelital
No hay cosa más inútil que dar consejos

El liderazgo de Evita 
1947 fue el inicio. El viaje a Europa, su campaña a favor del voto femenino y su incipiente trabajo social marcaron las directrices para que Evita se perfilase ya no como mera consorte presidencial o como un cuadro auxiliar de conducción, sino como líder político con peso propio. Para ello potenció toda esa experiencia para que en el año 1948 pudiese plantarse en el escenario político local. El trabajo con las delegadas censistas adquirió el rol de "predicadoras" del mensaje de Evita, siendo muchas de ellas las primeras diputadas y senadoras a nivel nacional y provincial en la elección de 1951. A su vez se interconectaban con la labor de la Fundación, la cual se creó ese año y desplegó una incesante tarea, ya que "el peronismo no basaba su poder en las instituciones tradicionales de la república liberal a las que les quitó tanto poder político como relevancia simbólica, sino en los sindicatos y en un dispositivo cultural y propagandístico de una magnitud nunca conocida en Argentina. El "Estado de bienestar a la criolla" tenía uno de los pilares en la (...) Fundación Eva Perón, que reemplazó a todas las sociedades de caridad y, sobre todo, a la oligárquica Sociedad de Beneficencia". En ese marco de tareas fue innumerable la ayuda brindada, la cual contó siempre con la presencia de su presidenta, pues "la presencia de Eva era el plus estético de la entrega, que además quedaba adherida a quienes repartía esos bienes, y reforzada por las fotos que los acompañaban como recordatorio y estampa. Evita personalizaba ese don, que no era humillante, precisamente porque siempre había un exceso, un gasto superfluo y no sólo la seca respuesta a una necesidad". Frente a las críticas "Eva les respondía con un clisé que se convirtió en consigna: sus pobres, sus "grasitas", lo merecían todo. Una respuesta desafiante de agitadora". Para conceptuar su liderazgo Marysa Navarro afirmó que: "El discurso de Evita es principalmente una explicación del por qué Perón debe ser reconocido y aceptado como el único líder del movimiento peronista. Las ideas están relegadas a un segundo plano pues su validez reside en que han sido enunciadas por Perón (...) Presenta sus argumentos de forma descriptiva, como si fuera un drama épico con un lenguaje exaltado y contundente que refleja su cosmovisión maniquea del mundo. (...) Por debajo de su descripción del proceso, emergen a veces sus fundamentos ideológicos: el ataque al liberalismo y al capitalismo o a los partidos políticos de izquierda y derecha. Pero es como si estos elementos fueran un estorbo para eíla y vuelve a personalizar los acontecimientos. Por obra de Perón y gracias a los descamisados que lo salvaron de sus enemigos durante "la gesta histórica" de octubre, en la Argentina ha triunfado la Revolución"
Dadas las características del liderazgo carismático planteadas por Max Weber, que se aplican a los varones, en el caso de Evita podría considerarse ya que "(primero) a pesar de ser mujer, durante su corta vida política, Evita inspiró tanta devoción, obediencia y "confianza absoluta" como Perón. En segundo lugar, si bien Weber el liderazgo carismático aparece en momentos de crisis, (...) el de Evita se desarrolló lentamente, cuando el proceso de gestación había llegado a su fin y supuestamente había comenzado "la rutina cotidiana". Tercero, ella compartió su liderazgo con Perón, aunque el concepto de "carisma compartido" sea una incongruencia teóricamente".
En ese marco "Perón y Evita ofrecen un ejemplo interesante de lo que podría llamarse "carisma institucionalizado" o, en palabras de Weber, "carisma rutinizado" (...) A partir de 1949, Evita representó claramente una autoridad carismática pura, ya que no había pasado por un proceso electoral y no tenía un puesto oficial en el gobierno". Se debe ver que, sumada a su obra social y política, Evita inició un proceso de textualización, en donde sus discursos tendrían difusión masiva, más allá de ser trasmitidos por el éter o los extractos en los diarios de la época. Un primer paso fue "La Palabra, el Pensamiento y la acción de Eva Perón". El mismo fue publicado en 1948. Luego se realizó una segunda edición en 1950 y una tercera en 1952. Esta obra se hizo en espejo de la Doctrina Peronista, también de 1948, donde Perón compila frases y párrafos de sus discursos, enfatizando un concepto o idea fuerza.
Pero si la difusión de dicha obra alcanzó gran notoriedad en su época, en el caso de los artículos escritos por Evita en Democracia tuvieron una suerte dispar. (Pablo Adrián Vázquez, Revista de Historia Bonaerense, Morón)

Luego del recordatorio vamos con los consejos prácticos y siempre inútiles que algunos leen y ninguno sigue :-)

Alquitrán. — Si quiere hacer desaparecer una mancha de alquitrán de una tela, comience por cubrir la mancha con una buena capa de manteca. Deje en contacto por unas horas, y quite luego esa manteca con ayuda de una esencia mineral. Trabaje lejos del fuego.

Goma. — Una simple goma, como la que usan las dactilógrafas, borra los trazos brillantes en los guantes de gamuza. Para hacer una buena cola, puede mezclar 100 gramos de goma arábiga y 30 gramos de azúcar. Diluya en un poco de agua. Esta cola le servirá especialmente para pegar papel, pantallas de papel pergamino, tapas de libros, etc. Si quiere dar apresto a puntillas o encajes, use agua engomada, que preparará asi: Haga fundir en un litro de agua fría 80 gramos de goma arábiga. Haga hervir ese líquido y revuélvalo continuamente por diez minutos. Pase por tamiz muy fino y espere a que el líquido se baya enfriado para sumergir en él las telas que va a planchar. Planche después húmedo con la plancha caliente.

Merienda. — Los niños deben merendar. No es necesario que coman demasiado pan, pero sí es importante que lo ingieran en vitaminas. Déles, entonces, rodajas de pan enmantecado, sobre las que pondrá una capa de miel. Un vaso de leche azucarada, fría o caliente, completará esta merienda.

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