Futilísima Ruinosa Satelital
No hay cosa más inútil que dar consejos

La caridad de Superman

Ejemplo de superhéroe, hasta el punto de que él solo alcanza para definir la especie; munido de poderes sobrehumanos con los que podría, a voluntad, cambiar el curso de la humanidad, Superman limita sin embargo el ejercicio de su poderío a acciones pequeñas, de corte caritativo. Aparecido en 1938, Superman posee características conocidas: vuela, no lo afectan las balas ni las armas letales comunes y es capaz de cargar sobre sus hombros todo el peso del Empire State Building. Vive en una ciudad llamada Metrópolis, y su misión es proteger al ciudadano medio de los ataques a su estabilidad doméstica y civil. Umberto Eco se pregunta, en "Apocalípticos e integrados", por qué, si Superman está dotado de poderes tan absolutos, no libera a millones de chinos de lo que debe considerar el yugo de Mao, o gana la guerra de Vietnam para los Estados Unidos, o soluciona el problema del hambre.
Para sorpresa del lector —señala Eco—, vemos que Superman hace derroches de energía en la organización de espectáculos benéficos para un grupo reducido de huérfanos e indigentes, o se ocupa de castigar duramente a insignificantes delincuentes cuyo peor delito consiste en robar un coche-correo o un banco; mientras aparenta una total ignorancia de lo que sucede más allá del pequeño mundo que lo rodea.
Sucede que la única forma visible que asume el mal, en las historias de Superman, es el atentado contra la propiedad privada. Que el bien se radica, entonces, en aquello que la protege; que el bien se configura únicamente como caridad. Entiende Eco en consecuencia que el relato depende, en Superman, de la posibilidad de adaptarse a un concepto del "orden" que defina al modelo cultural en el que vivimos, o dentro del cual se nos quiere hacer vivir. Sirviendo a este orden es que se construyen maquetas análogas, con funciones de representación. Superman resulta así un perfecto modelo de conciencia cívica escindida de la conciencia política. Toda la ideología de Superman pretendería circunscribir el "rol" del bien, en su lucha contra el mal, a actos pequeños y fragmentarios, con total prescindencia de otros actos posibles para los hombres. Nos encontraríamos así frente a la casi directa exposición, en el mundo que el "establishment" pretende de la conducta real del hombre. Reforzada por la apelación a nuestra creencia en la eficacia, y articulada a través de un mensaje ideológico subordinado, temáticamente, a objetivos de intención aleccionadora. (O. Steimberg, La historieta, poderes y límites)

Bien, terminada la referencia a la supermanía juvenil permanente, vamos con los viejos... los viejos consejos, obvvvpiamente. Pero antes el reclame de época: "¿Malas digestiones? ¿dispepsia? ¿Acedias y vómitos?: "STOMALIX" de Saiz de Carlos. De venta en las mejores droguerías."

consejos para la economía doméstica

-El aroma del café se mejora notablemente mezclándolo al tostarlo con unos cuantos clavos de especia.

-Para evitar una lumbre medio apagada se espolvorean los carbones con un poco de azúcar.

-Las sillerías tapizadas se limpian frotándolas con una franela y salvado caliente.

-El acero se limpia muy bien frotándolo con un trapo mojado en vinagre. 

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