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La Historia del Hospital
Argerich comienza con la llegada de las primeras expediciones a Buenos Aires, ya que,
como veremos, la Historia del Argerich está ligada a una zona cuyo crecimiento y
desarrollo se basó en la inmigración, La Boca.
Ese barrio que se formaba junto al Riachuelo supo representar las ilusiones y esperanzas
de trabajadores de todo el mundo que llegaban a nuestro país y que se quedaban en la
Ciudad de Buenos Aires.
Entonces, podemos decir que el Argerich tiene otra historia y que ésta comienza
prácticamente con la llegada de los primeros adelantados: Don Pedro de Mendoza y Juan de
Garay.
Vienen a fundar una nueva Ciudad en nombre de los Reyes de España, pero tanto Mendoza
primero, y luego Garay en segundo término, tratando de enmendar los fracasos del primero,
han tomado esta empresa de aventura y conquista a su propio riesgo, la Corona solo les
dará parte de lo que ellos encuentren, si fracasan nada tendrán. Entonces se deben
ocupar de los navíos, de los elementos que necesiten para tan largo viaje, de las armas,
de sortear los peligros de la navegación, de la disciplina, de alimentar a sus hombres, y
de la salud... pues para eso están los médicos, luego los hospitales... y alrededor de
450 años mas tarde... el Argerich.
Para mejor contar esta historia, o sea, estos 450 años y también nosotros como
"adelantados" le explicaremos como ha sido estructurado este trabajo: En el
comienzo, gracias a la ayuda del Licenciado Ángel Jankilevich, especialista en historia
de la medicina Argentina, hicimos un breve resumen de los inicios de la medicina en el
Virreinato del Río de la Plata hasta los albores de los movimientos de Independencia, lo
que aprovechamos para introducir la figura del Dr. Cosme Mariano Argerich,
indisolublemente ligado a los acontecimientos de Mayo de 1810 y del pensamiento
revolucionario de la época.
Luego pasamos a explicar los movimientos inmigratorios y su asentamiento en la zona de la
Boca , en este caso recurrimos a la ayuda, los conocimientos y la generosidad del Sr.
Rubén Granara Insúa, Presidente del Museo Histórico de la Boca y tres veces Presidente
de la República de la Boca, creemos que gracias a él podemos brindar un claro panorama
de la formación y las principales características socio-culturales del Barrio.
Así llegamos a 1897, y quien nos motivó para el camino que emprendimos desde aquí, sin
duda alguna fue el Dr. Edgardo Schapachnik, quien, primero en las reuniones del Comité de
Cultura del Hospital y luego en charlas personales, no solo despertó mi interés hacia
esta investigación sinó que fue extraordinariamente generoso con datos y contactos sin
los cuales este trabajo hubiera sido imposible. La pasión y amor que tiene por el Barrio
de la boca y por "su Hospital" fueron un incentivo permanente en mi tarea.
También por influencia del Dr. Schapachnik conocí por primera vez el viejo Hospital de
la Boca de la calle Pínzón, el día de la visita nos habíamos citado a las 10 hs. de la
mañana y yo era parte de un grupo de diez personas que lo querían conocer, llegué
puntual pero el resto del grupo lo hizo mas tarde así que ingresé solo al viejo edificio
y en el momento que traspasé su portón de hierro supe que iba a ser atrapado por su
pasado, es una sensación que ya he sentido antes de iniciar otras investigaciones
históricas y es un presentimiento que suele ser verdad y que incentiva a persistir ante
los obstáculos que muchas veces presenta la complejidad del trabajo.
En este caso, conformando un muy reducido grupo y algo presionados por los tiempos
comenzamos por desempolvar registros y documentos de la Legislatura de la Ciudad de Buenos
Aires, del Instituto Histórico de la Ciudad, de la Biblioteca Gálvez, de la Biblioteca
Joaquin V. González de la Boca, de las Bibliotecas de la Facultad de Medicina, de la
Asociación Médica Argentina y del Hospital Argerich, del Museo Mitre, de la Academia
Nacional de Historia, del Archivo General de la Nación y de algún otro lugar que seguro
nos olvidamos.
Y no solo hemos rescatado documentos, sino también un material fotográfico inédito del
pasado del Hospital que merece ser conocido, la etapa de la Ambulancia a Caballo, de los
Pabellones recién construidos con árboles a su alrededor y del frente de la Antigua
Salita de la Boca con médicos y enfermeros que conforman una postal detenida en el
tiempo.
Veremos también que, por vaya uno a saber que extraño mecanismo del destino, por cada
pregunta que contestamos aparecen otras que quedan sin respuesta, son como eslabones de
una interminable cadena que quedan sueltos, pero nuestra experiencia indica que muchas
veces esas lagunas se completan en otra etapa del camino y de manera mucho más rica que
si quisiéramos hacerlo ya, así que dejemos esas incógnitas a un costado de la mesa de
luz que el tiempo y una nueva mirada se ocuparán de ellas.
El lector podrá enterarse de que manera la pequeña salita de primeros auxilios comienza
a atender al público en 1897, al llegar a 1904 lo invitaremos a hacer una pausa para
conocer de que manera se produce el hecho del cual ahora se conmemoran los cien años: el
ahora; Hospital Vecinal de la Boca pasa a llamarse Hospital Argerich y juntos nos
introducimos en las curiosas discusiones que culminan en la designación de su actual
nombre.
Entonces este será el momento apropiado para completar la biografía de quien antes
habíamos comenzado a esbozar su perfil dentro de la historia de la medicina, nos
referimos obviamente al Dr. Cosme Argerich.
Y seguramente los vecinos de la Boca se sentirán orgullosos de que el nombre del Dr.
Argerich sea parte del hospital y la Comunidad médica compartirá ese sentimiento y
sumará al mismo la responsabilidad y el compromiso de seguir su ejemplo el cual fue
entregarse con pasión a las causas en las que uno cree, por eso su compromiso con la
formación médica, con la causa de la libertad y con el mejoramiento de los hombres en su
totalidad.
En esta etapa nuevamente es imposible no agradecer a los brillantes trabajos de Angel
Jankelevich y a los generosos aportes de Paula Mariel Zabuski
y Anibal Fryc. del Mercurio de la Salud.
Hemos insertado en este punto una serie de estadísticas de la atención médica del
Argerich en esos años, datos técnicos que, como sucede siempre con los datos, resultan
algo aburridos pero nos pareció que sería útil compilarlos en este trabajo antes que el
tiempo dificultara poder encontrarlos nuevamente. Si uno apela a la paciencia, les presta
atención y los compara con datos de la actualidad comprenderá mejor esas épocas y las
decisiones que se tomaban .
También rescatamos los nombres de muchos de los profesionales que prestaron servicios en
la institución durante las décadas del 30 y del 40 y que deben estar todavía en la
memoria de los mayores.
En otras etapas el lector encontrará testimonios donde se cuentan anécdotas de muchas de
las personas que se nombran y que permiten conocer facetas muy ricas de sus
personalidades.
Después, nuevamente nos ayuda Rubén Insúa para conocer como era la relación del
Hospital con la comunidad en sus inicios, los problemas sociales de la zona, y los
benefactores de la Institución, entre los que se destaca desde luego el Maestro Benito
Quinquela Martín pero que a fuerza de sinceros conforman una lista afortunadamente
interminable.
En la actualidad es la Sra. Clara Alonso la responsable de dirigir y coordinar los
esfuerzos de la Asociación Cooperadora del Hospital, gracias a su generosidad pudimos
acceder a registros inéditos de gran valor para nuestra investigación y cuya lectura
provoca no poca emoción.
Era realmente una obligación moral que cumplimos con gran satisfacción poder entrevistar
a Antonio Yacarino quien nos relató las divertidas anécdotas de los médicos en el
Bodegón Yacarino, bar de su padre que funcionaba en la esquina del primitivo Hospital
pero que era el refugio infaltable de los profesionales con la excusa de sobrellevar el
stress cotidiano.
Luego recorremos las primeras décadas del Argerich en la Calle Pinzón gracias a los
recuerdos que la exquisita sensibilidad y el humor del Dr. Rubén Nemirovsky nos dejara en
su libro sobre el Hospital, estos recuerdos fueron completados por el Dr. Goldvarg que con
sus casi 90 años nos revivió su paso por el "viejo Hospital Argerich de la Calle
Pinzón" con una pincelada muy especial de amor, cariño por esa etapa de mucho
esfuerzo pero que también tuvo el color humano de una de inocente picardía.
Llegamos entonces a la mudanza a Almirante Brown, un salto a la modernidad no exento de
luchas para recuperar el Argerich que parecía perdido. Aquí los diarios de la época,
los registros de periódicos médicos y nuevamente la memoria de vecinos e instituciones
de la Boca nos han ayudado ha reconstruir los sucesos que se dieron de 1940 a 1946 y que
unieron al Barrio en defensa de "su hospital".
Finalmente nos acercaremos al presente, a la etapa de consolidación y de reconocimiento
nacional e internacional, el Hospital Argerich, el de la atención clínica cotidiana a
los vecinos del Barrio pero también, ahora, el Hospital de Alta Complejidad a la
vanguardia de las prácticas médicas de última generación y de la investigación
científica.
Es también la etapa de una responsabilidad diferente producto de haber sido elegidos como
el Hospital Presidencial pero sin descuidar el compromiso con la salud de la Comunidad y
con el futuro. continúa |