PARTE I

Los días de lluvia y sobre todo cuando hay invitados pequeños, la pregunta es siempre del mismo tenor: Papi, un país con D que no sea Dinamarca, o frutas y verduras con U?

No sé a qué viene esto, seguramente el frío que tengo me debe haber hecho asociar, pero me acuerdo de una historia que creo haber leído, la verdad, no sé dónde, pero paso a relatar:

"Un tal Peralta, viajante de comercio era el único que entraba en todos los pueblos linderos a la cordillera de Chubut y Santa cruz: Realmente no llevaba cosas de primera necesidad, pero esa era la vida, la suya y la de la gente a la que visitaba.

Cada cuarenta o cincuenta días entre la gente empezaba a circular su nombre de boca en boca, despacito, pero era una forma de preparar su llegada.

- Me comentaron que el Porteño iba a traer unas revistas literarias, españolas, según dijeron...

- Si, generalmente viaja los viernes, le gusta pasar el fin de semana en Telken...

Pero el momento más importante eran las nochecitas de bar en dónde se creaba un acuerdo de mentiras bien contadas, y la tácita aprobación por parte de la improvisada audiencia. En definitiva su llegada era el único espectáculo que se veía por la zona desde ya hace tiempo.

Y el tal Peralta, hombre solo, de pocas y difíciles relaciones con mujeres, ya había decidido que su casa era la que le ofrecieran "a cambio de", y su vida era, ser esperado siempre en "el pueblo de más allá".

Hacía años que había abandonado la función de Comerciante para transformarse en Viajante. Prueba de ello era el escaso valor comercial de lo que asomaba de sus valijones, lo que cada vez venían más vacíos. Libros de segunda mano, revistas de arquitectura, diarios de época. Porta cosméticos, tensores para hacer abdominales, cubiertos de alpaca, mechas para sol de noche, cuerdas para piano, entre otros.

Cada vez más su verdadero valor era su propia presencia. Se las ingeniaba para no gastar dinero, creo que por necesidad, ya que se pensaba que directamente no tenía. Desarrolló una técnica especial que aplicaba cada día para buscar dónde dormir, casi siempre solo, comer por lo menos una vez al día, y ser invitado con vaso de tinto, o copita de grapa, especial para capear el viento que por esos lados es terriblemente frío.

Siempre fue un gran jugador, pero los juegos de naipes los dejó por considerar que ganaba quien más trampas hacía. Peralta era leal, y si bien trataba de sacar ventajas nunca hizo algo que luego, en su ausencia le pudiesen echar en cara.

Hace un par de años, propuso jugar por una ducha y dos noches de cama limpia, a los Albinos que tenían el petit hotel, centro de la vida social de Telken. El juego, simplemente Tutti Frutti. Hizo la diferencia en el rubro "calles de Bs. As. que cortan a la Av. Rivadavia".

Y si bien los días que transcurrían entre uno y otro viaje eran buenos para el entrenamiento, el Porteño siempre trataba de imponer su criterio para la elección de los diferentes rubros.

Estas cuestiones eran tema corriente entre los lugareños, y cada uno de a poco se fue especializando en diferentes temas y solían asesorar a Doña Julia, para tratar de torcer la historia.

Una vez no viajó Peralta. se decidió casi por unanimidad organizar dos equipos y hacer una pulseada del Tutti Frutti, quedando para el sábado antes de la cena. Don Cosme fue el encargado de definir los rubros:

- Militares de graduación mayor a capitán que participaron en ejércitos del General San Martín.

- Diarios latinoamericanos que tuvieran o hubiesen tenido suplementos culturales.

- Lagos y lagunas que vertiesen aguas sobre el Océano Polar Ártico.

- Plantas cuyas flores contengan el color violeta.

- Jugadores de Pato con más de dos competencias anuales en su haber.

Si bien esta competencia fue un éxito, el objetivo en sí era esperar la llegada del Porteño, y cuanto mejor preparados se estuviese, mejor.

Se hizo una rutina, se empezó a pedir a pueblos vecinos, material de consulta, el testimonio de los más memoriosos, y la preparación y el entrenamiento al Tutti Frutti comenzó a ser la actividad más importante en la zona de Telken.

Cuentan que todo se detuvo cuando alguien comentó, que creía hacer leído o escuchado que en la zona sur de Rumania se hallaba la cuna del Tutti Frutti, juego centenario y un verdadero parámetro de la cultura de los pueblos.

La disyuntiva era qué hacer ante esta noticia, y lo más atinado y, como siempre, fue escuchar a Dos Cosme:

- Juntemos algún pesito y mandemos a María Inés a que tome contacto. Ella habla algo de italiano, y se defiende (según ella) con el francés.

Se organizaron peñas, se enviaron cartas, se visitaron intendencias, y ya cuando el frío empezaba a aflojar, María Inés empacaba en uno de los valijones que supo perder Don Peralta al Ta Te Ti, el invierno pasado..."

Riki

 

Atisbo
Sólo una ausencia
una espera
una pena
una inclemencia.
Pero tendré paciencia
y antes de hacerlo
dejaré enfriar el filo...

Fernando Gomez

 

 

Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

CRÓNICAS NACIONALES

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Atucha: cuna de la bomba atómica argentina
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Ruego

porque ya no pedis
y sin embargo mostrás
cada plegaria que perfuma
tu renovada nostalgia
y vivis todas tus ciencias
con los movimientos clavados
redimendo las faltas
no en vos
solo en mí

Titongo

 

 
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