Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

María Elena Walsh
María Elena Walsh vs los ejecutivos
¿Son unos “vivos” como dice la canción? ¿O María Elena Walsh cometió un exceso “izquierdista” en la poesía de sus letras? Los ejecutivos consultados por EXTRA respondieron con entusiasmo: algunos, ofendidos; otros, divertidos. Lo cierto es que la del executive es una imagen envidiada, codiciada y fundamental en una sociedad en que la empresa resulta cada vez más el núcleo de todas las formas de vida. Juzgar al ejecutivo es examinar al mundo de Hoy. Sin piedad.

UNA conocida historieta de Landrú narra las desdichas de “Sir Jonás, el executive”, un imbécil ineficiente e inoportuno que cultiva como un chico los rasgos exteriores de los hombres de negocio, pero es permanentemente aporreado por su mujer y despedido por sus patrones.
Si prestamos oídos a la descripción de Álvarez, que habla de un ejecutivo “chanta” y un “ejecutivo-ejecutivo”, descubriremos sin duda que nos hallamos ante el primer caso, con este buen Sir Jonás.
Como James Bond, como el playboy, el executive es uno de los triunfadores de este tiempo: ocupa el sitial preferido en el organigrama de la sociedad. Pero se ha hecho de su silueta un mito de tal sugestión, que en la Argentina se habló de ejecutivos antes de que éstos verdaderamente existieran como cepa humana. Y aquellos jóvenes que van arribando al cargo o situación de ejecutivos, llegan con “hambre de imagen” con tan mala fortuna que —provenientes de una clase media por lo general intrascendente— rebasan todos los límites del mal gusto y se parecen al personaje de Landrú.
Pero... ¿Es esta la imagen que pinta la Walsh, con sus ejecutivos vivos? No. Lo de ella es más serio. Ha hecho una especie de elegía en base a la imagen popular del gerente: lo que la gente piensa que ellos son, y hacen. El harén, el avión, el salón, el maletín y ninguna flor. Y a la vez ha teñido esta pintura de colores sociales revolucionarios; pues el ejecutivo de María Elena es eficiente en un sentido perverso.
El análisis profundo de la cuestión daría para varios tomos de Vance Packard y alguno de Marx; la conclusión más probable es que la artista incurrió en un “impulso político-emotivo” que no tiene mayor justificación racional. Pero mucho más interesante es escucharlos a ellos; la talentosa autora (o agresora) y los agredidos en persona.

• ELLA
EXTRA: ¿Los “ejecutivos vivos” son simplemente una letra, o una filosofía acusatoria?
WALSH: Las dos cosas. Se trata de la letra de una canción, pero en ella yo digo lo que pienso.
EXTRA: ¿Los cree realmente culpables?
WALSH: Bueno, en última instancia no son más que empleados, más que intermediarios del sistema capitalista que nos imponen.
EXTRA: Entonces es el capitalismo lo que Ud. repudia.
WALSH: Sí. Lo que no quiere decir que simpatice con el comunismo. Como escritora, como artista, lo que me preocupa es la espiritualidad del hombre, que casi no existe en este frenesí de propaganda ruidosa y necesidades artificiales fabricadas por la industria de consumo. En el comunismo te meten preso... en el capitalismo te enloquecen con “jingles”...
EXTRA: ¿No le parece que Kossygin es un ejecutivo clavado?...
WALSH: Cierto.
EXTRA: Entonces no hay sobre la tierra sistema que salve la espiritualidad del hombre.
WALSH: Por eso es un ideal.
EXTRA: ¿Considera que Argentina está metida de lleno en el mundo capitalista, o que recién está entrando? Porque la avalancha de la industria publicitaria es reciente...
WALSH: Estamos entrando en ese mundo sin sentido. Es lo que quisiera parar.
EXTRA: ¿Cómo? España se negó a entrar, con Franco. Pero tampoco entró en tantas cosas...
WALSH: La solución no puede ser nunca ese monstruo.
EXTRA: Entonces Ud. propicia algo que actualmente no existe, algo que no puede definir...
WALSH: Los poetas no definimos nada. No decimos COMO llegar a las cosas. Eso es función de políticos, o sociólogos, o lo que sea. Bastante hacemos con reivindicar ideales humanos y fustigar a quienes los postergan.
EXTRA: Volviendo a los ejecutivos. ¿No tiene ningún amigo ejecutivo?
WALSH: Amigo, amigo... no. Pero conocidos a quienes aprecio, sí.
EXTRA: ¿No los ofendió su letra?
WALSH: No. Es una letra humorística, sin violencia. Además nadie se siente personalmente ofendido. Todos creen que son “los otros” los que proceden así.

• UNA IDIOTEZ
(Ricardo De Luca, 57, años, presidente de Publicidad Tan S. A.)
“He escuchado casi todas las canciones de esta señora y me parece una artista formidable, deliciosa por momentos. De alguna manera ha hecho que el hombre piense con sus canciones. Aunque lo que se necesita son soluciones a los problemas, ella por lo menos hace pensar. Tiene canciones francamente deliciosas. Pero la de los ejecutivos me parece lisa y llanamente una idiotez. Eso se puede escribir cuando no se conoce algo. Y la señora María Elena Walsh da la sensación de no conocer sobre lo que escribió. Siempre existieron los ejecutivos y los ejecutivos son gente que trabajan, que realizan; pero ella dice que se la pasan rodeados de mujeres, en los aeropuertos y en medio de una vida de placer que es totalmente falsa. El ejecutivo trabaja todo el día como trabaja ella misma todo el día. Lo quiere pintar como un ser vacío y no le veo el chiste. Pero repito que no tiene idea de lo que es un ejecutivo. Y con esa imagen falsa hace daño. No es que me sienta herido personalmente porque no respondo a esa imagen. Ahora, si en el ejecutivo quiere simbolizar el capital y quiere criticarlo que lo haga de otra manera, que pegue de frente y que critique con soluciones, entonces quizá me pliegue a ella en la crítica porque indudablemente hay varios puntos que criticar, aunque no sé que otro sistema se propondría. En resumen, me parece una canción gratuita y sin sentido en la que la señora Walsh ha hecho reír a unos cuantos de una manera fácil y poco profunda. Ella es capaz de componer canciones más profundas, más creíbles, pero conociendo. Creo que si escribiese sobre vuelos interespaciales antes tendría que asesorarse, como debió hacer con la canción de los ejecutivos.

•LOS CHANTAS
Mario Álvarez (NECOMAR S.R.L., RUMBO PROMOTORA S. A., SIMJA S. A., Director de Prensa de la CGE, etcétera), es un joven hombre de negocios que toma el asunto con sociológica flema:
MARIO ÁLVAREZ: Vea, en realidad hay dos tipos de ejecutivos: el “chanta” que por razones equis accede a un cargo importante dentro de una empresa, en el que se puede desempeñar con gran eficacia, pero que necesita rodearse de detalles sugestivos —para él— de ambiente mundano, donjuanesco, o de primera línea dentro de “lo nuevo”. En realidad este muchacho lo único que hace es tomar café con sus amigos, volver tarde a casa y aburrirse soberanamente en los lugares “in”. O si no se proveerá de mujeres de vida ligera y lo llamarán “paganini” como en otros tiempos a los que iban a los cabarets. En cuanto al verdadero ejecutivo, es un hombre que crea y trabaja constantemente, un tornillo fundamental en la máquina de la sociedad. Duerme mal porque siempre tiene ideas y responsabilidades en la cabeza. Se levanta temprano. Trabaja doce horas diarias. Ejemplos: Magdalena, Güiraldes, Timerman...

•MAGDALENA:
“NO CONOCE”
EXTRA: ¿Se sintió herida por la letra de “los ejecutivos”?
MAGDALENA: Le voy a contar. Yo esperaba un disco amable, entretenido y nada más. Me encontré con algo pintoresco, agradable y de gran profundidad, especialmente en ciertas reivindicaciones de lo argentino. Cuando escuché lo de los ejecutivos, me di cuenta simplemente de que ella sabía de mi profesión muchos menos que yo sobre la de ella...
EXTRA: ¿Es una imagen distorsionada ... ?
MAGDALENA: Mucha gente tiene esa imagen. María Elena Walsh habrá conocido en un cocktail a algún gerente de Relaciones Públicas y creerá que esos son los ejecutivos. Es un error. El ejecutivo trabaja y transpira y sufre como loco. También viaja en avión, por supuesto. El señor que ella conoció en el cocktail puede ser que se pareciera a lo que ella describió en su canción. Porque los hay como ése. Pero son una minoría. No son los ejecutivos “de carne y hueso”...

• FRAVEGA: LE GUSTA
(Raúl A. Frávega (H), vicepresidente de FRAVEGA S. A.)
EXTRA: ¿Se siente herido personalmente por la canción de Mana Elena Walsh?
FRAVEGA: No solamente no me siento herido, sino que por el contrario me agradó mucho, incluso la sencillez de su música.
EXTRA: ¿La letra de la canción refleja la realidad de los ejecutivos?
FRAVEGA: Creo que sí, que refleja con bastante acierto una imagen caricaturesca y que por ser una creación artística no podemos atribuirle otro tipo de contacto con la realidad. El análisis de las distintas partes de la letra sería consecuencia de un estudio más profundo que determine los verdaderos indicadores de la realidad de un estamento determinado de una clase social.
EXTRA: ¿Son realmente vivos los ejecutivos?
FRAVEGA: Creo que como imagen que generalmente tiene la gente de los ejecutivos, es correcta, sería parte del estudio al que me refería, determinar si los liderazgos asumidos por los ejecutivos es cosa de “vivos” en el sentido porteño de la “avivada” o no.
EXTRA: ¿Es verdad que los ejecutivos van del sillón al avión, del avión al salón, del harén al edén y que siempre tienen razón y además tienen la sartén por el mango y el mango también?
FRAVEGA: Sin duda del sillón al avión, del avión al salón, tener la empresa por el “mango” o la sartén por el mango son todas características de esta actividad, ver esto agresivo, resentido, irónico, dependerá de nuestro sistema de vida y de nuestros propios conflictos.
EXTRA: ¿Es verdad que los ejecutivos cultivan un maletín pero ninguna flor?
FRAVEGA: La imposibilidad de cultivar el amor es siempre una imposibilidad psicológica interna y no una consecuencia de su actividad, aunque sí determinada por el medio social. Para muchos lo más alienante de esta profesión es la competencia.
EXTRA: ¿... donde muy poquititos aprenden a jugar el golf?
FRAVEGA: Yo no juego al golf pero sí creo que aún en la Argentina el golf es un deporte practicado por pocos y esto se debe más a su imagen de alto costo.

EXTRA
DICIEMBRE 1968
María Elena Walsh

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