Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

Don Ricardo Muñoz construyó la primera guitarra argentina con maderas del país
Inventó el vibrografómetro, que le sirvió para determinar que el "alerce argentino" es la madera más apropiada para la construcción del popular instrumento.
Por ANTONIO DE BARI

EN Villa Urquiza, desde hace más de veinte años, un hombre trabaja silenciosamente sobre algo tan viejo como la guitarra. Enamorado de nuestro instrumento por antonomasia, no se ha limitado a pulsarlo, sino que ha hecho lo que los niños hacen con los juguetes: lo ha desmontado estudiando cada una de sus partes, el porqué de su disposición y la posibilidad de su mejoramiento. El primer problema se presentó cuando don Ricardo Muñoz se preguntó: ¿por qué no se construyen guitarras con maderas argentinas? ¿No se trataría de un mito aceptado, como tantos otros, sin investigarlo, eso de que no teníamos maderas con las características de las que llegaban de Europa? Y a partir de ese momento se dedica al estudio de nuestras maderas.
Pero dejemos que nuestro entrevistado nos diga con sus propias palabras, cómo llegó a convertirse en el inventor del vibrografómetro y cómo descubrió que el alerce argentino es la madera más apropiada para construir la tapa armónica de la guitarra.

LA BUSQUEDA
—Señor Muñoz ¿cómo surgió en usted la idea del vibrografómetro y cuál es su utilidad?
El señor Muñoz es un criollo inquieto, nervioso y con ademanes expresivos nos va explicando:
—Cuando me planteé el problema del por qué no se fabricaban guitarras con maderas nuestras. me enteré de que todas se construían con maderas de pino-abeto, y entonces me pregunté si entre tanta madera nuestra no habría alguna que pudiera reemplazar a la que se traía de Alemania. Y me dediqué a estudiar cuanta madera argentina me fué puesta al alcance. Y de pronto se me ocurrió que necesitaba un medio para poder determinar la sonoridad de la madera de cada árbol y así poderlas comparar a las ya utilizadas. Después de una serie de estudios, logré construir el vibrografómetro que, como su nombre lo indica, registra las vibraciones que posee cada madera. Así fué como comprobé que nuestro alerce es superior a los pinos anteriormente utilizados en le construcción de las tapas armónicas de las guitarras. Está de más decir que hube de trabajar durante mucho tiempo para obtener una escala de vibraciones como la que consigné en mi libro "Identificaciones vibrométricas".
Don Ricardo Muñoz toma un libro del que es autor: "Tecnología de la guitarra argentina" y nos señala el siguiente párrafo: "Toda madera posee una particular elasticidad que la identifica; escritas sus ondas vibratorias, determinan su altura, la fuerza e intensidad sonora de la cual depende el conocimiento de cómo transmite y refleja el sonido; por su frecuencia o cantidad de vibraciones por segundos, el timbre correspondiente a sus oscilaciones y por la duración del fenómeno físico, el tiempo invertido por el mismo".
Es así como se obtienen los diagramas correspondientes a las experiencias realizadas con las maderas.
Mientras el señor Muñoz hace funcionar el vibrografómetro, preguntamos:
—¿Qué hay de verdad en que el vibrografómetro sirve para determinar las vibraciones de otros cuerpos?
—Pues es verdad. Si ustedes toman un pequeño hueso de pájaro y lo someten al registro del vibrografómetro, por la escala comparativa de vibraciones, si ustedes no supieran que ese hueso pertenece a un ave, lo deducirían por las vibraciones que da. Y lo mismo ocurre con los huesos de un animal terrestre o marino. Pero también sirve para medir las vibraciones de otros objetos.
Hay una pausa. El señor Muñoz trae una guitarra y explica:
—La he construido yo con maderas totalmente argentinas. Escuchen.
Golpea la caja de la guitarra y se oye una vibración como si la madera se hubiera estremecido.
— ¡Maravilloso! —exclamamos, y agregamos—: ¿Ha tenido repercusión en el extranjero?
—Tanto que actualmente este invento argentino es utilizado en el instituto Santa Cecilia de Roma, donde se, estudia la acústica de los distintos instrumentos musicales. Más aún, las experiencias realizadas por mi en la guitarra se están realizando en Roma sobre violines. Y les voy a decir más: todo lo que se ha dicho en torno de los barnices usados por Stradivarius en la pintura de sus violines es un cuento chino: lo real, lo verdadero es que se seleccionaban maderas que tenían un determinado número de vibraciones. Y no otra cosa.

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Y NUESTRAS MADERAS
—Durante la última guerra se planteó el problema de que no se podían construir más guitarras porque no se recibían las maderas de Alemania. Fué entonces cuando yo demostré que nuestro alerce las reemplazaba perfectamente. Pues bien, si entonces hubo un poco de resistencia, hoy no sólo en nuestro país, sino en Alemania la tapa armónica se construye con alerce argentino.
—¿Y qué otra madera argentina se utiliza en la construcción de las guitarras?
—Con el jacarandá colorado o con el incienso se construyen las cajas de resonancia; para el mástil se presta muy bien el cedro salteño, que asegura su resistencia, sin vencimiento. Y permítame que le diga algo más: como es sabido, la tapa de la guitarra da el "la" al ser golpeada. Me pregunté entonces cuál sería la nota de afinación de la caja armónica y después de una serie de ensayos pude llegar a la conclusión definitiva de que el fondo de la guitarra tiene que dar el "mi". Sería un poco engorroso para los lectores entrar en detalles técnicos, pero tuve que realizar muchos estudios y remontarme hasta Pitágoras y recurrir a su "forma perfecta", es decir, el círculo. Trazando heptágonos dentro del círculo, nos hallamos que determina la forma de la guitarra con sus siete notas y sus siete silencios.

OTRO DESCUBRIMIENTO QUE PREFECCIONA LA GUITARRA
Tenemos ante nosotros dos guitarras: una tiene las cuerdas sujetas a las clavijas abriéndose hacia la derecha e izquierda; las de la otra cabeza, bajan directamente. Preguntamos cuál es la diferencia y el señor Muñoz toma la primera guitarra, toca una cuerda y dice:
—Escuchen. Mientras la guitarra tuvo las cuerdas divergiendo desde las clavijas, tenía ésta once segundos de vibración, pero cuando según mis deducciones se le colocaron derechas las cuerdas, la misma cuerda obtuvo veinticinco segundos de vibración.
Y tomando e! segundo instrumento pulsa una cuerda y se siente en el ambiente una prolongada vibración que halla resonancia en el mismo piso de madera de la habitación. Hay algo De magia en ello.

EL EX-COMISARIO
Ante tanta labor realizada preguntamos si siempre si se ha dedicado a estos estudios y entonces la sorpresa llega como un impacto:
—No, amigos míos. Yo fui comisario de policía y sólo después de haberme jubilado, hace de esto unos veinte años, me dediqué a estos estudios. Claro —agrega don Ricardo Muñoz con ese su modo juguetón de decir las cosas más serias— claro, como guitarrear, como buen criollo "guitarrié" siempre, pues como ustedes saben, la guitarra es nuestro instrumento por antonomasia, es nuestro instrumento nacional que espera el día de su consagración oficial. Ya he presentado un estudio, donde no sólo digo que debe ser declarado instrumento nacional, sino que fijo el día de Santa Rosa y que se lo denomine día de la guitarra, porque aunque parezca raro, Santa Rosa, como se sabe, fué la única santa que pulsó la guitarra...
Don Ricardo se expresa con vivos ademanes, con gracejo en las palabras y tiene la movilidad, propia del hombre al que han llamado a su juego. Es un apasionado de su arte y de sus estudios y ha brindado sus conocimientos con generosidad, siempre que ha podido. Prueba de ello son los cuantiosos testimonios de gratitud que han llegado hasta él. Su entusiasmo culmina cuando se dirige a una biblioteca y tomando de ella seis volúmenes manuscritos, nos dice:
—Miren ustedes todo lo que se puede hacer cuando hay ganas de trabajar. Esta es la historia de la guitarra a través de todos los tiempos: llevo escritos seis volúmenes y aún me faltan cuatro más. Y miren esto otro: esta es una antología de versos en los que se ha cantado a la guitarra.

UN REGALO DE REYES QUE HONRA AL PAÍS
Miramos alrededor y vemos cuadros y diplomas. Estos últimos pertenecen a casi todas las instituciones guitarrísticas del mundo, EL señor Muñoz, a su modo —y permítasenos este símil—, es una caja de resonancia Internacional de su especialidad entre nosotros, sostiene una copiosa correspondencia con los grandes concertistas de todo el mundo y con las más diversas instituciones de música. Inclusive ha dado lecciones de guitarra por correspondencia a grandes personalidades. Y a este propósito cabe destacar la guitarra que el señor Kimpichi Mayimoto, japonés, construyó exclusivamente para él y que fué remitida por intermedio del Ministerio de Educación de Japón. Es la única guitarra oriental que se halla en el país. Son los testimonios que premian una larga labor silenciosa de muchos años. Aquí se cumple aquella afirmación de Emerson de que si alguien construyera una ratonera más perfecta que la más perfecta conocida, y la escondiera en un bosque, tarde o temprano los hombres irían a buscar al hombre que la hubiese construido.
Pero un hecho importante debemos destacar y es un regalo magnifico recibido por don Ricardo Muñoz, un regalo que honra al hombre y a su patria: En 1953, se le concedió el "Gran Premio de Honor", la más alta distinción otorgada por el "Congreso Guitarrístico Internacional" realizado en la ciudad de Modena en Italia, por su libro "Tecnología de la Guitarra Argentina", antes citado. Por una humorada del destino el diploma llegó el día 6 de enero de este año. como un sorpresivo regalo de Reyes.

OTROS ASPECTOS DE LA PERSONALIDAD DE DON RICARDO MUÑOZ
Además del vibrografómetro, Muñoz ha inventado un calibrador de precisión aplicable a los instrumentos musicales; un impulsor constante para tomar las vibraciones de las cuerdas y realizó los primeros estudios que culminaron con el descubrimiento de las propiedades acústicas —ya señaladas— del alerce argentino. En cuanto a su obra artística, señalaremos entre sus numerosas composiciones, algunas de las más conocidas, como la zamba "Chen Baraca" (Mi guitarra) que obtuvo un premio de la "Asociación Euritmia"; "Milongueo". "Minueto en Mi mayor" "Motivo indio", "Ayacucho", preludio indio, y "El Carretero" entre otros. Además ha fundado la "Academia Argentina de Guitarra" y la "Asociación Guitarrística Argentina". Es el autor del proyecto de la Primera Escuela de Luthier. en América, y a su iniciativa se debe la fundación de la Primera Escuela de Madera que funciona en el país.
Como vemos, es un hombre que ha hecho algunas cosas, y las hizo como él dice, porque es un argentino en acción, enamorado de las cosas de su tierra.

Revista Caras y Caretas
06/1954


ir al índice de Mágicas Ruinas

Ir Arriba