Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

Villa GesellVILLA GESELL
De los Médanos a la Exposición

LE bastó un paseo por Mar del Plata para darse cuenta que en pocos años ésta sería insuficiente para absorber tanto público. Y Carlos Gesell no se equivocaba, previendo en 1931 un fenómeno que en 1969 es una alienante realidad para la Ciudad Feliz. Pero lo que seguramente Carlos Gesell no imaginaba al adquirir por 36.000 pesos esas 16.000 hectáreas que hoy componen VILLA GESELL es que 36 años después su villa no sólo estaría convertida en uno de los pocos oasis atlánticos que conserva la Argentina, sino que también albergaría un acontecimiento inédito: el Primer Festival y Exposición de las Vacaciones y el Turismo Villa Gesell ’70.
De cualquier manera, nadie en realidad se hubiera atrevido a vaticinar que esa masa de médanos con 10 kilómetros de playa agreste y estéril podría convertirse más tarde en un exquisito balneario. Pero la osadía de Gesell no se detuvo en convencer al rematador que le consiguiera a toda costa esos terrenos frente al mar; su visionaria tozudez por lograr una meta casi irrealizable en esa época, le valió un mote que ahora recuerda con una sonrisa: “el loco de los médanos”. Con minuciosidad, quizás asimilada del espíritu alemán —ya que aunque argentino de nacimiento residió 10 años en Alemania y otros 10 en Norteamérica— investigó palmo a palmo la clave para domar a los médanos. El método, fijarlos por medio de vegetación, le supuso traer las plantas de zonas muy alejadas, conservarlas en viveros hasta plantarlas y vigilar su crecimiento día por día. Antes de que por fin éstas sobrevivieran, inmovilizando a los médanos, Carlos Gesell tuvo oportunidad de poner a prueba su fe en si mismo: no pocas veces las plantas se secaban o eran arrancadas por el viento.
De este modo, es difícil que hoy, cualquiera de los turistas que pasea por el gran monte de pinos conocidos como el EL PINAR, vislumbre que esa ventura con ribetes de odisea fue su origen. Y menos aún podrán reflexionarlo los que visiten El Pinar entre el 15 de enero y el 17 de febrero de 1970. En esa fecha y en ese lugar de la villa precisamente se realizará el Festival y la Exposición, que contendrá rubros que van desde Vacaciones y Camping hasta Turismo y Deportes.
Según la Compañía Argentina de Exposiciones y Ferias, que es el ente organizador, el éxito será total. Y una cifra se esgrime como argumento irrebatible: a 300.000 se eleva el número de turistas de importante nivel socioeconómico que habitualmente eligen la villa como lugar de vacaciones.
Para Víctor Laster, presidente de la Compañía, el seguro suceso del acontecimiento se basa en varios elementos. "La nuestra —afirma— no sólo será la exposición de productos, sino que hemos preparado todo un plan de atracciones”. La sola enumeración de alguna de ellas permiten prever que en el próximo verano, los fanáticos de Villa Gesell y los que seguramente se agregarán atraídos por la muestra, no tendrán mucho tiempo libre: al Festival del Cine Turístico y los Fogones Folklóricos se agrega un Concurso y Exposición de pintura, un Certamen Fotográfico y hasta la elección de Miss Turismo 1970.
De todos modos, no sólo los organizadores hacen cálculos optimistas. La Exposición cuenta con el auspicio de la Intendencia de General Madariaga, y su titular, el teniente coronel José Marzullo resume finalmente el porqué de la participación oficial en esta circunstancia: “he apoyado y auspiciado siempre la iniciativa privada en la medida que ella, estimulada por un lucro lógico, redunda en beneficios y progresos para la comunidad. Esta es precisamente una de las formas más efectivas de la participación ciudadana, ya que en distintas proporciones gobiernan en sus ámbitos, construyendo el país”.
EXTRA
10/1969

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