Mi padre quería que yo fuese abogado, que abandonara mis pretensiones artísticas. Pero mi vocación era más fuerte que todo... comienza dictándonos el excelente actor que es Darío Vittori, creador de uno de los programas de mayor suceso en la televisión argentina: “Teatro como en el teatro”.
El programa nació como consecuencia de mi larga experiencia como actor de teatro. Entendí que las buenas obras teatrales, de auténtica raíz popular, siempre encuentran eco en el público. Pero en un principio, los directivos de los canales no lo entendieron así. Creyeron que “Teatro como en el teatro” no tendría el mínimo éxito, y, lógicamente, no quisieron hacerse cargo del mismo. Entonces resolví afrontar el riesgo comprando yo el espacio...
El vivaz Darío Vittori conversa con total desenvoltura, recordando los pormenores de su brillante iniciación como primer actor en un programa de televisión.
—¿Usted creyó que su programa iba a ser coronado por un éxito tan rotundo?
—Nunca es posible afirmar si una empresa artística va a tener aceptación o no... Pero puedo asegurarle que en mi caso particular estaba más que seguro del éxito de mi idea, estructurada y pensada para las cámaras de TV...
150 COMEDIAS EN 3 AÑOS
—¿Cuándo comenzó a emitirse por primera vez "Teatro como en el
teatro”?—En enero de 1968, en plena temporada veraniega, cuando el calor más aprieta. Pero aún así logramos, desde el principio,
una audiencia considerable, que se fue ensanchando a medida que pasaban las semanas. Hoy puedo decir con orgullo que nuestro "rating" es uno de los más altos...
—¿Cuántas comedias llevan ya representadas ?
—En tres años hemos representado 150 comedias, sin descansar un domingo...
—Todo un record —acotamos nosotros.
—Un record que es el producto del esfuerzo mancomunado de todos los que hacen posible este espectáculo. Sin duda, sólo el trabajo en equipo rinde estos resultados.
Nosotros creemos que Darío Vittori tiene muchísima razón. El programa, que es un modelo de corrección y de calidad, se basa en un trabajo asociado, pleno de jerarquía y de buen gusto.
—¿Cuáles eran sus antecedentes televisivos antes de recibir el gran espaldarazo con “Teatro como en el teatro”?
—Yo ya había actuado junto a Narciso Ibáñez Menta en las “Obras maestras del terror". También interpreté papeles de importancia en obras que contaron, como atracción principal, a Alfredo Alcón... Pero, en realidad, mi gran salto a la televisión se lo debo a éste, mi programa..
El jovial actor se queda un momento pensativo. Estamos en un descanso de la grabación de una comedia más de tan brillante ciclo. Nino Fortuna, su director, golpea las manos llamando nuevamente al trabajo.
—Según algunas versiones, usted se separaría de Niño Fortuna a fines de este año. ¿Hay algo de verdad en todo esto?
Darío Vittori se pone serio por primera vez. Es evidente que no le agrada tocar el tema. Pero igual responde:
—Desgraciadamente, todas esas versiones son ciertas. A fin de año me separo de Nino. Después de tres años de labor conjunta han surgido algunos rozamientos... Bueno, lo mejor es separarse como amigos...
MULTITUD DE PROYECTOS
—Hablemos de algo más agradable, Darío, ¿Cuáles son sus proyectos para el futuro?
El actor, nuevamente jovial, nos contesta:
—Tengo muchos proyectos en carpeta y espero poderlos concretar cuanto antes. Además de teatro, es casi segura la realización de una película, que dirigirá Enrique Carreras, y de la cual seré coproductor. Pero el proyecto que más me apasiona es uno referido a la televisión...
— ¿Puede adelantarnos algo?
— Sí, cómo no... Se trata de una “tira” teleteatral que, con libros de distintos autores, adaptaré yo...
—¿Cuáles son esos autores?
—Tengo varios en vista, pero todavía no puedo adelantarles nada. Lo importante es que el programa ya es casi un hecho... Inclusive puedo decirle que saldrá al aire por Teleonce... Sólo falta un detalle: la importante actriz comprometida debe dar la respuesta definitiva. . .
ANTENA quiere saber quién es esa “actriz comprometida”. . . Darío Vittori reflexiona un instante, y después contesta:
Por tratarse de ANTENA, les voy a dar la primicia... Esa actriz es nada más ni nada menos que Tita Merello...
Indudablemente está todo dicho. La presencia de una actriz tan extraordinaria es garantía más que suficiente para confiar en el éxito de cualquier programa.
—Con Tita todo resulta más fácil. . . —comenta el factor.
La grabación se reanuda. Muchas preguntas quedan en el tintero, pero las exigencias del trabajo absorbente hacen imposible la continuación del diálogo. Un trabajo que Darío Vittori realiza con fervor y plena dedicación, como sólo lo hacen los muy buenos actores.
Antena
21.06.1966