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JANIS CARTER
Una vida dedicada al arte EN cuanto a Janis carter concierne, la historia favorita de los habitantes de Hollywood es decir que la encantadora estrella estaba sentada un día, pensativamente, tomando un refresco y al día siguiente era una artista de cine. Pero todo es pura fantasía, como generalmente ocurre, y Janis más que nadie debe saberlo, ya que recorrió el camino' que el noventa y nueve por ciento de los cantantes recorren antes de consagrarse, si lo consiguen después de un duro estudio y dedicación completa al arte. La carrera de Janis realmente comenzó cuando hizo un pequeño papel en una obra representada en el colegio. Luego siguió estudiando arte dramático, alcanzando con él tiempo fama como cantante, escritora y modelo. Janis Carter nació en Ohio un 10 de octubre y su verdadero nombre es Janis Dremann, pero como todos lo pronunciaban mal decidió cambiarlo, por el de su abuela materna. Alentada por sus padres, decidió intentar una carrera profesional y convertirse en cantante cuando tenía sólo ocho años. Trabajó y estudió preparando su voz y su cultura general y dramática durante su r estada en la escuela secundaria y en la universidad, donde se graduó como bachiller en artes y en música. Con la tinta, de su diploma aún fresca, se dirigió a Nueva York, don. de intentaría lograr una oportunidad para actuar en el Metropolitan Opera House. Entre tanto, llegaba la ocasión, cantó en todos aquellos lugares donde su magnífico concurso vocal fuera requerido. Fue la radio, empero, la que le dio a Janis su primera y positiva oportunidad. Ocurrió cuando fué contratada para sus intervenciones como cantante junto a Grace Moore y sus escritos para “Ganbusters” y “We, the people”, con los cuales ganaba lo suficiente para comer regularmente. Janis Carter comenzó a marchar apresuradamente hacia la fama cuando Harry Canover la contrató como una de sus seis mejores modelos, y su rostro dio realce a las más importantes revistas de modas. Buddy De Sylva quedó tan impresionado con su belleza y elegancia como por su natural talento, que le asignó una parte, consistente en un soló de canto, en su primera aparición en Broadway en “La Dubarry era una dama”. Cuando la crítica se volcó a su favor, el mismo De Sylva le dió otro papel más importante en su segundo éxito musical, “Panamá Hattie”. El telón recién había caído sobre la noche del estreno cuando ya Janis comenzó a recibir ofertas para ir a Hollywood. Aceptó finalmente Una de la Fox, para la cual trabajó durante un tiempo, pasando luego a la Columbia donde se le hizo firmar un excelente contrato de larga duración. Éste fué sólo el primer escalón en el camino de la fama, pues siguieron luego una serie de papeles que le permitieron ir adquiriendo una mayor seguridad y desenvoltura frente a las cámaras, a la vez que pusieron en evidencia su gran ductilidad, base de su éxito definitivo. Revista PBT 15/7/1955 |