Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado


amigos de la calle florida

COMO ACTUAN CON PLAUSIBLE FINALIDAD LOS AMIGOS DE FLORIDA Y OTRAS CALLES PORTEÑAS
Por A. J. PAUNERO

LA ciudad de Buenos Aires es inmensa. Sus calles se extienden en varios kilómetros de abigarrada edificación, de suntuosas plazas y de llamativos letreros luminosos a los cuatro puntos cardinales. No sé qué lugar de preferencia ocupa en el concierto mundial. Probablemente el quinto o sexto. Pero lo cierto es que esta circunstancia, que se ha acentuado en los últimos años, torna difícil a sus habitantes el lograr que las autoridades comunales puedan dar abasto para prestar su amplio apoyo en el mantenimiento de la belleza de cada una de sus arterias principales. Esa belleza que hace arrancar exclamaciones de asombro al turista, que se pasea despreocupado y curioso al mismo tiempo, mirando todo, estudiando todo, la ornamentación edilicia y el atrayente aspecto de su vida comercial, haciendo compras y acopiando recuerdos para llevar a su país de origen.
Ello ha dado motivo a que hayan surgido a la vida ciudadana una serie de instituciones neta mente locales, sostenidas con el aporte de sus asociados, en su mayoría comerciantes, que han
reemplazado en cierto sentido y con bastante eficacia a las viejas sociedades de fomento. Bautizadas a sí mismas con el sencillo y simpático nombre de “Amigos” —posible reminiscencia de los Amigos de la Quinta Avenida, de Nueva York—, cada una de ellas vela por el adelanto, tanto edilicio como comercial, de la calle donde desenvuelve sus actividades. Así tenemos pues “amigos” de las calles Florida, Rivadavia, Lima, avenida Santa Fe, Federico Lacroze, Cabildo, Córdoba, etcétera. Todas estas entidades son guiadas, al parecer, por un mismo fin: lograr que las calles adquieran, una fisonomía particular que atraiga la atención de sus transeúntes, en beneficio de su propio comercio.
¿Cómo lo hacen? Esa fué la pregunta que me formulé y que me llevó, movido por la curiosidad, hacia la sede de la Asociación Amigos de la Calle Florida, una de las más importantes y, acaso, la más activa.
Fundada en 1946, fué su primer presidente el señor Mario De La Orden, bajo cuyo mandato la institución delineó sus primeras manifestaciones culturales, recibidas con general beneplácito por esa grey porteña que hace de la elegante calle céntrica su paseo habitual y su punto de reunión social y mundano.
Tales fueron los primeros datos que me hizo conocer el señolearlos María Gallo, en su carácter de gerente, con cuya valiosa cooperación las sucesivas comisiones directivas han podido cristalizar sus genuinas ideas en pro de la distinguida arteria porteña
Desde sus comienzos hasta la fecha, fueron múltiples los actos de verdadera cultura que realizaron y que, en muchos casos, no sólo interesaron a los habitúes de Florida, sino también a las autoridades y a la prensa argentina, que se hizo presente insertando valiosos comentarios en diarios y revistas del país.
Entre las actividades que desarrollan estos amigos se destacan las ornamentaciones de las vidrieras para la recordación de las fiestas navideñas, las efemérides patrias, el año Sanmartiniano, la exposición de la Nueva Argentina, las charlas del conocido escritor y periodista D. Josué Quesada, los concursos fotográficos. el último de los cuales congregó numerosos participantes, la exposición de nuestra flora, etcétera.
No sólo se preocupó la Asociación de hacer exposiciones. También hizo suya la idea de editar El secreto de la calle Florida.
uno de los últimos escritos de¡ conocido e inspirado escritor Enrique Loncán, tempranamente desaparecido, cuya magnífica interpretación ilustrativa se debe: Miguel Ángel Pacheco, agotado también en plena juventud.
Asimismo logró la entidad que la calle Florida sea el paso obligado de las representaciones extranjeras que concurren a la Casa de Gobierno para presentar sus cartas credenciales, para lo cual se hace una ornamentación adecuada que le confiere prestigio, dejando en el ánimo de cada ilustre visitante un recuerdo imborrable.
En cuanto a su vida íntima, según me dijo el señor Gallo, la Asociación se mantiene con el mismo entusiasmo de sus primeros tiempos. Los socios han aumentado, totalizando alrededor de ciento noventa, y todos ellos colaboran por intermedio de su comisión directiva, que actualmente preside el señor Enrique Troncoso, dinámico comerciante vinculado a un importante establecimiento de la calle Florida.
Recientemente la Asociación ha llevado a cabo una exposición de flores, pudiéndose admirar en las vidrieras toda la gama de colores en magníficas orquídeas, crisantemos. claveles, rosas, aderezadas en llamativos conjuntos y centros; y ya se encuentra en vías de realización una exposición de inventos argentinos con el concurso de gran número de expositores. que ha de provocar el entusiasmo de los transeúntes cotidianos, por cuanto el comercio en general ha de aportar su esfuerzo en la exitosa realización de un acto cultural de tan elevados alcances.
Una hora escasa permanecimos en los salones sociales de la Asociación Amigos de la Calle Florida, pero fué suficiente para que nos lleváramos la impresión de que esta simpática asociación no solamente es amiga de la calle Florida. sino también de la cultura del pueblo argentino, que le responde con hondo agradecimiento haciendo de esa arteria la preferida entre todas las calles de nuestra gran capital.

-pie de fotos-
-EL AMPLIO SALON de la Asociación Amigos de la Calle Florida, donde se ha realizado la mayor parte de las exposiciones y conferencias.
-EL GERENTE DE LA ENTIDAD exhibe al autor de esta nota el artístico álbum confeccionado en adhesión a los festejos Sanmartinianos.
-LA EXPOSICION de fotografías con motivos infantiles, realizada no hace mucho, congregó numeroso público y gran número de participantes.
-EL SEÑOR ENRIQUE TRONCOSO, presidente de la Asociación, que dirige la entidad con encomiable acierto y dinamismo.

Mundo Argentino 24/11/1954
 

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