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crónicas del siglo pasado

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TRANSPORTES:
Dios salve a los subterráneos

El mes que viene, dos grupos asesores contratados cinco meses atrás por la Secretaría de Transportes, elevarán a Armando Ressia sus dictámenes sobre la prolongación de los subterráneos “B” y “D”, que circulan en Buenos Aires: se trata de establecer la posibilidad de agregar 7.700 metros de vías a la red actual; los primeros 3.700 se extenderían desde la estación Federico Lacroze del ramal “B” hasta el barrio de Villa Urquiza, y los 4.000 restantes tal vez enlacen a “Palermo” con la encrucijada de las avenidas Cabildo y Monroe, en la zona de Saavedra.

Las firmas consultoras se integran con expertos argentinos y extranjeros; el primer consorcio, encabezado por Latinconsult, está asociado a firmas alemanas y suizas. El segundo fue adjudicado al estudio de Antonio Lanusse, ex jefe de Ressia, y cuenta con aportes norteamericanos y belgas; el costo total del asesoramiento trepa a los 550 millones de pesos.

Hace seis meses, cuando se licitaron las consejerías, fueron eliminadas las compañías que hoy remodelan el subte de Londres, y las que mantienen el metro de París; estas últimas construyen a la vez la red mexicana. Entonces circuló la versión de que Ressia había impuesto su criterio por sobre el de los funcionarios de Subterráneos de Buenos Aires. Según el ingeniero Cirilo Nassif, quien denunció el caso en el Círculo Militar, las firmas relegadas cotizaron precios menores aún que las adjudicatarias.

El proyecto para ampliar el tramo “B” contempla la instalación de estaciones en Chorroarín, avenida de los Incas, Pampa y en Villa Urquiza; el trayecto de Cabildo incluirá cuatro apeaderos, en Dorrego, Federico Lacroze, José Hernández y Echeverría. El propósito original consistía en iniciar la excavación de los nuevos túneles inmediatamente después de conocidos los proyectos; sin duda, extrañó que no se pensara en prolongar la veterana sección “A”, y que el Secretario se divorciara de un viejo anhelo: el de tender un sistema transversal, de Callao y Santa Fe a plaza Constitución.

Lo cierto es que la Tesorería sólo aportará este año unos 2.500 millones de pesos a SBA, que, por otra parte, tuvo un déficit de 370 millones en el último ejercicio. También es cierto que la Secretaría puede dedicar a las faenas el saldo de la liquidación de Transportes de Buenos Aires, desconocido hasta hoy, y los 5.000 millones que le deben las empresas de colectivos privatizadas. Pero son arbitrios bastante inasibles, en verdad; tanto que en SBA no se vislumbra otra solución que aumentar a 15 pesos el valor del cospel.
18 de febrero de 1969
PRIMERA PLANA
 

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