"Estamos firmemente
convencidos de que, más que una simple opción
electoral, la fórmula Perón-Perón es una urgente
necesidad nacional porque, de esta manera, se
vería concretado el tantas veces postergado anhelo
de las mayorías populares de tener a su líder
nuevamente en el poder", indicó Marcos Dolinsky
Elman, presidente de la Organización Israelita
Argentina (OIA), una de las entidades que
representan a la numerosa colectividad judía
radicada en el país. La OIA, que ha quedado
reorganizada recientemente, también había apoyado
con anterioridad la candidatura del ex presidente
Héctor J. Cámpora a los comicios del 11 de marzo
y, tiempo después, fijó su posición favorable a
las medidas económicas del gobierno peronista
basada en el pacto social firmado entre la CGE y
la CGT. El señor Dolinsky Elman y los restantes
miembros de comisión directiva de la asociación
—Alberto Dana, Gabriel Brenner, Natalio Cortés y
la señora Estela de Schnell— dieron a conocer su
posición en una conferencia de prensa realizada la
semana pasada en el hotel Crillón. También
anunciaron planes para colaborar más activamente
con el actual gobierno en el área de la
solidaridad social, labor que se canalizará a
través del ministerio de Bienestar Social y la
Fundación Eva Perón.
La OIA no integra
orgánicamente el partido Justicialista en ninguna
de sus ramas, pero de todas maneras pretende
participar activamente en la campaña proselitista
como entidad civil "aliada a la reconstrucción
nacional propuesta por el general Perón". Según
sus dirigentes, "tras 18 años de desgobierno y
represión, el país necesita en esta etapa crítica
solidificar su unidad, para reemprender el destino
de grandeza que fuera interrumpido funestamente en
1955. Por esta razón "creemos que todas las
entidades y organizaciones deben apoyar con actos
positivos —y no sólo con grandilocuentes
declaraciones— la Reconstrucción Nacional, primer
paso para el logro de una auténtica y no sólo
declamatoria liberación del hombre y del pueblo
argentino".
HISTORIA. La OIA nació
a principios de 1947 por iniciativa de Natalio
Cortés, quien fue designado primer presidente de
la agrupación, en una época "en que no faltaban
intereses creados que intentaron por todos los
medios identificar al movimiento nacional y
popular que lideraba el general Perón con los
regímenes nazi-fascistas que proliferaban en
Europa". Durante todo este período, interrumpido
en 1955 con la caída del gobierno peronista, la
OIA —con el apoyo directo de Perón— gestionó la
entrada de la mayor inmigración judía que se
recuerde en los últimos 40 años. En 1948, la OIA
vuelve a ocupar un papel preponderante en las
relaciones del Estado argentino y la colonia judía
radicada en el país, al obtener el reconocimiento
diplomático para el flamante Estado de Israel que,
se conjeturó, ansia una promisoria etapa para el
intercambio comercial y cultural entre las dos
naciones; un año después, la entidad consigue que
en la nueva Constitución promulgada en ese momento
se incorpore una cláusula en él artículo 28, que
afirma que "no se admiten en nuestra tierra
distinciones raciales".
POSICION. En otro
aspecto de sus declaraciones, los dirigentes de la
Organización Israelita Argentina reafirmaron su
posición neutralista frente al conflicto
árabe-judío. Al respecto afirmaron que no se
proponen cuestionar "los vínculos que atan a
cualquiera de las colectividades argentinas con
sus antepasados y sus respectivas tradiciones",
pero que los problemas del Estado de Israel con
los países árabes deben "ser solucionados entre
ellos, evitando todo tipo de presiones externas
que puedan favorecen los intereses imperialistas
de otras potencias". Es decir que "para nosotros,
argentinos de origen judío, existe una sola
patria, la Argentina y una sola lealtad, a nuestro
conductor Juan Domingo Perón. Admiramos a Israel
como nación y pueblo en busca de su liberación
nacional, como una creación esforzada de víctimas
de la guerra y las persecuciones". Como ejemplo de
esta neutralidad, la OIA reafirma su "total
solidaridad con la comunidad árabe residente en la
Argentina, de la misma manera en que lo hacemos
con el resto de las comunidades sea cual fuere su
origen y que estén empeñados en la Reconstrucción
Nacional que tanto necesita".
La OIA iniciará, por
otra parte, una intensa campaña de solidaridad
social a materializarse a través de la
construcción de centros asistenciales, guarderías,
maternidades, hospitales, centros educacionales y
otro tipo de entidades de utilidad pública. Este
tipo de realizaciones las llevará a cabo en
coordinación con la Fundación Eva Perón y él
Ministerio de Bienestar Social. Además un equipo
de profesionales de la institución se ha dedicado
a estudiar el problema de las villas miseria y,
próximamente, se pondrá en contacto con
representantes de las villas y funcionarios
oficiales para cooperar en los planes de
erradicación de ese problema que califican como
"drama nacional". De esta forma la OIA pretende
colaborar con los planes del gobierno, como ya lo
hiciera durante su anterior gestión. En el campo
específico de la comunidad judía se estudia un
proyecto de divulgación de los aportes culturales,
en el campo científico, gremial, artístico,
literario, periodístico, social y económico que
realizan miembros de esa colectividad desde los
primeros inmigrantes hasta el presente.
PANORAMA, SEPTIEMBRE
13, 1973
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