Parece un chiste; pero no lo es: Los Barrocos, otro de los grupos de
la nueva generación, es probablemente el conjunto que más recitales
ha dado durante este año. Esa vigencia es realmente meritoria para
ellos, teniendo en cuenta que no son todavía un grupo de los grandes
y que aún no tienen ningún disco editado.
Esa constancia y actividad no son casuales. El grupo, su esencia
vive incubándose desde hace casi cuatro años. Tuvieron un único
período de receso (entre diciembre y planear la acción a seguir. A
partir de entonces los Barrocos están lanzados a difundir su música
por todos los medios posibles mientras no se le impongan
condiciones.
Fue en un recital programado en el colegio del Sagrado Corazón, en
Castelar, que iniciaron definitivamente esa carrera y consolidaron a
la vez su música y la unión.
Desde entonces han realizado innumerables cantidad de
presentaciones: Ateneo de Versailles, teatro Odeón, Zapparock, sala
Planeta y una increíble cantidad de presentaciones en la zona del
oeste de Buenos Aires, un área a la que ellos solamente están
ligados por sus actuaciones.
Ellos parecen estar bastante fogueados: "Sabemos que el camino
nuestro —dicen— no es ni será fácil, pero por suerte no estamos
solos, creemos que hay otra gente que no se va a doblegar: a lo
mejor —en nuestro caso— alguna grabadora se le puede llegar a
ocurrir grabar nuestras cosas. Pero es difícil: nuestra música no es
demasiado comercializable. De todos modos estamos convencidos que el
disco debe ser una consecuencia de una trayectoria y formación
musical".
Pero este año las cosas están caminando mejor para ellos, no es tan
trágica la cosa: "Últimamente superamos ciertas barreras,
conseguimos cosas que antes se nos hacían muy remotas". Una de ellas
—quizás la más satisfactoria en el criterio de sus integrantes— fue
la contratación de la Municipalidad de Morón para que inauguraran el
teatro comunal para la música progresiva.
El grupo es uno de los pocos que utiliza violín en la Argentina,
solamente Vox Dei hace algunas incursiones con violín, ese
instrumento amplificando su acústica, también está Jorge Pinchevsky,
pero su violín es directamente electrificado. Esa característica le
otorga a Los Barrocos un sonido muy particular. En esa función se
desempeña Héctor Guerrero. Las guitarras están a cargo de Oscar
Paulini y Alfredo Campanelli; el baterista es José Luis Hernández y
el bajista Agustín Gutiérrez. Ninguno de los cinco se anima a
definir el estilo del grupo apenas se arriesgan a sintetizar lo
siguiente: "Nuestra música es espontánea; estamos alejados (lo
decimos en serio) de influencia extranjera, no nos importan las
modas, por eso tenemos temas que suena a rock pesado y otros que son
todo lo contrario y te parece escuchar música de cámara".
Si todo esto es cierto es fácil comprobarlo, los Barrocos rinden
cuentas asiduamente en sus numerosos recitales, en alguno de ellos
puede que canten este mismo tema:
¡Basta!
Suéltate de la manija
llegó la hora
de rendir cuentas,
está próximo el tiempo
en que no podrás
ir a ver
al señor ministro,
para tanta selva
se abrirá una celda,
¿donde irás
si no te sueltas?
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