Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

beatles
LOS BEATLES
EL PRINCIPIO DEL FIN

El anunciado divorcio de John Lennon, líder indiscutido del clan musical más famoso de la última década, inicia un proceso que amenaza con desintegrar al cuarteto. La crisis de Los Beatles tiene otros antecedentes: su negativa a actuar en público, la dispersión en tareas extramusicales, grabaciones cada vez menos frecuentes y el estrepitoso fracaso de Viaje mágico y maravilloso, su último film para televisión

Después de haber filmado con pomposos uniformes militares, con exóticas chaquetas hindúes, con gabanes tiroleses, corbatas de piel de cabra, pantalones de satén, camisas color arco iris, y todos los atuendos que sugiere el arte "op”, “pop”, “camp”, ¿por qué no ser realmente audaces y filmar con el ropaje más simple y espectacular de todos: el desnudo? John Lennon lo propuso a sus compañeros y el nuevo film que lleva el mágico sello Los Beatles los mostrará convertidos en cuatro Adanes, una original manera de festejar la inauguración de la boutique para hombres Apple (es decir, manzana), que hace pocos meses se abrió en King’s Road, epicentro del barrio de Chelsea, donde triunfa la moda joven.
Claro que donde hay Adanes y manzanas, debe haber una Eva y muchos dolores de cabeza. La tentadora en cuestión es una sugestiva pintora, escultora y cineasta japonesa, Yoko Ono, que fue precisamente quién propuso a John Lennon filmar con ropa de nada sobre la piel. Yoko tiene gran experiencia en desnudos. El año pasado asombró a Londres presentando un film, sobriamente titulado Número 4, donde durante una hora y media desfilaban 356 pares de nalgas femeninas, masculinas, adolescentes, maduras, infantiles y seniles.

Meditar, pero en pareja
Los retiros espirituales pueden provocar inesperadas catástrofes. Cuando Los Beatles volaron a la India para dedicarse a la meditación trascendental que dirige el barbado y astuto Maharishi Mahesh Yogui, se encontraron con Yoko Ono, que también se había refugiado en el claustro a todo confort exigido para meditar trascendentalmente. John Lennon, el intelectual del cuarteto, había viajado en compañía de su mujer, Cynthia, estrechamente integrada al exclusivo clan de Los Beatles, como el resto de las felices consortes o novias de los ídolos máximos del siglo XX. Pero Lennon y Yoko Ono se entregaron tan profundamente al arte de meditar, que Cynthia tomó un avión de regreso para Londres y se mudó a otro departamento, con su hijito de cinco años y sus padres. Seis años de matrimonio parecen haber acabado para John Lennon, aunque ni él ni Cynthia hayan decidido hasta hoy explicar públicamente la situación.
Tal vez se trate sólo de una separación a prueba, como juzgan algunos piadosos amigos de Los Beatles. Quizás sea cierto que John Lennon, poeta informal y talentoso de In His Own Write y Spaniard in the Works, sólo pretenda incursionar en nuevas formas artísticas guiado por Yoko Ono, que inventó la pintura colectiva, una gran tela blanca donde cada espectador coloca una pincelada o un trazo de color, a su capricho, y la escultura en vivo, ella misma con una túnica y un par de tijeras que entrega a los voluntarios dispuestos a cortar pedacitos hasta descubrir la forma. O sea: una manera original de hacer strip-tease. De todos modos, parece seguro que los múltiples fans internacionales de Los Beatles no los verán desnudos en la pantalla; el film se reservará para animar la sala de espectáculos anexa a la boutique Apple.
Poco a poco, Los Beatles se alejan del público masivo y a la vez ponen distancia entre sí, como si estuvieran cansados de la tiranía de ser cuatro en un solo bloque y no un cuarteto de individualidades capaces de triunfar por separado. La muerte de su talentoso empresario, Brian Epstein, aniquilado súbitamente a los 32 años, significó el primer paso hacia la disolución del famoso cuarteto. Si bien siguieron explorando juntos nuevos efectos e instrumentos musicales, se orientaron hacia un refinamiento que les vedaba presentarse ante los acostumbrados públicos aullantes. Luego, emprendieron una incursión multimillonaria en el campo estrictamente comercial de la moda masculina, fundando la compañía Apple Corps, Limited, que puede ser un negocio espléndido para las cuentas banca has de Los Beatles, pero sumamente ruinoso para su producción musical.
Posiblemente el cuarteto se lanzó de lleno a explotar este filón extra-artístico a causa del estruendoso fracaso de su film para televisión Viaje mágico y maravilloso, producido, dirigido e interpretado por ellos mismos: lo que debía ser novedoso en su excentricidad, resultó chato, poco imaginativo. Con Neil Aspinall como director-gerente de la nueva empresa de Los Beatles, la compañía Apple tiene garantía de éxito. Aspinall fue el eficaz programador de todas las giras de sus musicales amigos y su astucia es tan grande como su tenacidad.
Aunque Los Beatles regentean la organización, dividida en cuatro departamentos (música, electrónica, moda y films), cada sección tiene su jefe responsable. El barbudo químico e investigador Alexis Mardas, un griego de 26 años, creó en pocas semanas cincuenta aparatos inéditos, desde radios a equipos telefónicos, para la sección de electrónica. John Lyndon, que antes tenía un puesto en el Mercado de Pulgas (toda clase de cosas usadas, rotas, insólitas y vetustas) en Portobello Road, ahora dirige la sección modas y hará un catálogo para que los jóvenes provincianos puedan encargar ropas de acuerdo con el último grito de la estruendosa elegancia londinense. El irlandés Denis O’Neil dirige el departamento cinematográfico, y presentará el film nudista de Yoko Ono,
además de versiones fílmicas de los dos libros de John Lennon, y de una película experimental, The Jam, que narra el amor-odio, el egoísmo y la codicia que ocasiona un simple embotellamiento de tránsito. Por fin, el estadounidense Ronald Kass está a cargo de la música, los discos y el lanzamiento de nuevos artistas.
Entre tanto, John Lennon frecuenta a la japonesa Yoko y se refugia con ella en islas apacibles, tal vez en busca de nuevas ideas artísticas. “Vamos a realizar experiencias de escultura a cuatro manos”, bromea John. La férrea solidaridad de Los Beatles se diluye: Paul Mac Cartney piensa quebrar su soltería casándose con la actriz Jane Asher, su novia desde hace cinco años, y cada uno de los miembros del cuarteto cimenta con un negocio común la búsqueda de la individualidad, que para algunos de ellos puede desembocar en el encuentro del anonimato, cuando el impacto de Los Beatles se esfume de la actualidad para internarse en la leyenda.
Revista Siete Días Ilustrados
23.07.1968
beatles

ir al índice de Mágicas Ruinas

Ir Arriba