DESDE BRASIL LLEGO UNA NOVIA PARA BILLY BOND
Billy Bond

LA conocí durante un viaje a Brasil, hace unos meses; ella era una de las azafatas de la aeronave que me transportaba. Me gustó; físicamente impactante, y espiritualmente encantadora. Demasiadas virtudes para no reparar en ella —comenzó diciéndonos Billy Bond.
—A mí también me gustaste desde el primer momento —responde Poupé Mounet con su típico acento brasileño.
Mirándola pensamos que cualquier hombre puede enamorarse de ella después de haberla visto una sola vez. Morena, esbelta y con una simpatía que da esplendor a sus veintitrés años, Poupé parece parte indisoluble de Billy, a tal punto que además de su novia es su secretaria, ocupándose con una eficiencia elogiable de todos los asuntos del cantante.
Billy Bond continuó relatando la historia del romance mientras desandábamos unos de los senderos de los bosques de Palermo, lugar ideal para las confidencias de ese tipo:
—Fíjense que nuestro primer encuentro no se tradujo en salidas o llamadas telefónicas, como se estila. Simplemente no volvimos a vernos...
—Hasta que viajaste nuevamente a Brasil..,
—...y volviste a ser la azafata del avión que me tocó en suerte...
La pareja se enternece ante el recuerdo y el brazo del cantante rodea los hombros de la muchacha en el preludio de un beso. Debemos ser crueles e intervenir para lograr que continúe el hilo de la historia.
—Les decía que nos reencontramos en ese bendito avión y mi llegada a tierras cariocas para actuar durante una semana coincidió con una corta licencia de Poupé.
Y ya no nos separamos más. Inmediatamente comprendimos que estábamos enamorados; Poupé abandonó su empleo en la empresa de aviación y se convirtió en mi secretaria.
—¿Cuándo será la boda?
—Aún no hemos decidido la fecha, pero esperamos celebrarla muy pronto.
—Poupé, ¿está contenta en Buenos Aires? ¿Le gusta la ciudad?
—Cualquier lugar del mundo sería hermoso junto a Billy, mucho más éste, que es verdaderamente una gran urbe. Y adviertan que he sido azafata y viajé por muchas partes del mundo...
Llegamos a la orilla del lago y la pareja posó unos minutos para el fotógrafo. Se sucedieron lógicos momentos de ternura entre los jóvenes enamorados y la conversación languideció. Volvió a tomar su cauce cuando el cantante nos explicó sus planes artísticos inmediatos.
—Estoy preparando mi segundo long-play; el primero ha sido todo un éxito y el reconocimiento del público me insta a continuar ofreciéndole lo mejor de mí. Volveré a viajar, pues, tengo ofrecimientos llegados desde varios países sudamericanos y les adelanto, como primicia exclusiva, que en pocos meses intentaré fortuna en Europa.
Billy Bond hace ya mucho que dejó de ser una promesa para convertirse en la realidad artística que nuestra juventud aplaude. Sus veintiún años le abren un camino aún más amplio para sus aspiraciones. En Brasil encontró el primer éxito internacional y el amor, y muy pronto toda América y Europa sabrán de su calidad interpretativa. Mientras prepara las maletas se solaza con las delicias del amor.
revista Antena
21.05.1968

 

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