La industria del audio
El disco compacto
   

Hace más de cien años aparecía el disco fonográfico de Thomas Edison, a partir de allí el sonido fue capturado de distintas formas cada una superior a la anterior. En una cadena que día tras día agrega nuevos eslabones, el último es el disco compacto, un invento que está llamado a revolucionar el mercado de la música internacional.

La expansión del mercado adquisitivo hizo que las mejoras de tipo estrictamente funcional se aparejaran a las de tipo técnico. Es así que la aparición de las cassettes no superó la fidelidad de las cintas en carrete abierto pero sí marcó una distancia considerable, con respecto a la manipulación, durabilidad y fidelidad, con los discos.
El siguiente paso fue mejorar los soportes y los elementos magnetizables, al tiempo que se iban desarrollando nuevas técnicas de grabación. De esta forma, las cassettes se convirtieron en las reinas del sonido en los años setenta, haciendo desaparecer el mercado de simples en algunos países y haciendo tambalear peligrosamente el de long-plays.
Pero ya está en la calle —aún no en las nuestras— quien parece tener el rol de destronar a las cassettes: el disco compacto. Es importante comprender la trascendencia de un invento como éste. Es la mayor revolución en la tecnología del audio desde los cilindros de Edison porque, desde 1877, todo fue analógico: una aguja tenía que recorrer un surco que contenía algunas analogías con el sonido original que las había producido.
La aguja vibra y transmite las frecuencias a la cápsula, generando una señal eléctrica que será amplificada hasta transformarse en sonido en los gabinetes acústicos. Pero, por más fiel y avanzado que sea el LP analógico, presenta sus limitaciones, como el desgaste a que está sujeto el vinilo, el polvo que atrae, que perjudica la reproducción, el ajetreo a que lo somete la aguja de diamante, etc.

TECNICA DIGITAL
Antes del disco digital, con lectura de láser, surgió la cinta grabada por técnica digital.
Comenzó a desarrollarse a fines de los sesenta y provocó una revolución en los procesos de grabación en la década pasada, pero era un método pseudo-digital, porque ese master era volcado en última instancia a un disco analógico, con surco y reproducción por medio de aguja. Esos discos "digitales" son mejores que los otros en cuanto a la fidelidad, más duradera, pero a la larga los inconvenientes son los mismos.
¿Qué diferencia hay entre las grabaciones analógicas y digital? En la analógica todo se hace directamente. El surco es una especie de retrato de la onda sonora. La amplitud de la onda, el senoide, representa la mayor o menor intensidad de la señal, pero todo lo que existía en el medio acústico de grabación original se transporta al surco. Con el uso, el polvo y el desgaste, todos los "elementos nuevos" también son leídos por la aguja, que los traduce como ruidos.
La grabación digital no presenta onda sonora, sino un código binario que representa a esa onda. Se toman millares de muestras de la onda por segundo, y las imperfecciones no tienen efecto sobre el resultado final, ya que hay una protección contra el registro de ruido. O sea, el ruido no es codificado.
Para comprenderlo en una grabación de instrumentos musicales, la señal del instrumento es leída e incorporada en forma analógica a la consola, pasando
a una grabadora que tiene un conversor analógico-digital. Luego de un proceso digital del sonido, se lo transfiere a un disco compacto por una máquina de corte de láser. Este disco será leído por un rayo láser, en una bandeja especialmente diseñada, que consta de un filtro conversor digital-analógico, para que la reproducción final sea exactamente a la de las ondas sonoras originales.

DISCO REVOLUCIONARIO
El disco compacto, conocido hasta hace poco sólo a nivel de investigación y que está revolucionando los mercados de consumo, tiene sólo doce centímetros de diámetro, está grabado en una sola cara, con una duración normal de sesenta minutos, aunque podría prolongarse hasta casi una hora y cuarto. La velocidad de lectura es constante, por lo que comienza leyendo a unas 500 rpm en el centro y baja hasta 200 rpm en el borde.
Su espesor es algo mayor a un milímetro y viene grabado en dos canales, aunque podría grabarse en cuatro duplicando la velocidad de rotación. Y para que se puedan comparar mejor las cosas, tiene una relación señal/ruido de 90 dB -contra 65 a 70 dB en los LP analógicos—, una separación de canales de 90 dB contra 30 a 35 dB—, y una distorsión armónica total, incluido el ruido, de sólo 0,005 %.
El disco compacto es prácticamente inviolable. La superficie sobre la cual están los registros lógicos que serán "leídos" por el láser está cubierta por otra, 'transparente" al láser, y que cumple la función de protección, sobre la cual se deposita el polvo, los rayones y las manos del usuario, sin afectar el sonido final.
¿Por qué de un solo lado? Aparentemente por razones de mercado, o industriales. No hay problemas técnicos para grabar sobre ambas caras. Parece ser una conveniencia de los fabricantes. De todas formas, ese no es el punto vital. En este momento no tendría sentido comenzar a criticar un sistema nuevo, por ahora caro, pero que está reduciendo su costo rápidamente como cualquier producto novedoso de amplia difusión.

Revista Pelo
agosto 1983

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