CLAUDIO GABIS
CON EXPERIENCIAS BRASILERAS
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Como lo hace periódicamente, Claudio Gabis ha vuelto a Buenos Aires desde su residencia brasileña. Pero esta vez su óptica ha cambiado porque en Río de Janeiro están pasando muchas cosas con la música de vanguardia. Esos elementos le produjeron un replanteo del todo musical. De todo eso conversó con José Páez frente a un grabador.

"Estoy trabajando fundamentalmente con un trompetista y un percusionista, pero también tienen mucho valor las cosas que he hecho acá, con ese pequeño núcleo de músicos con los que toco y me gusta tocar. Con ellos formo una especie de equipo, porque tienen más o menos las mismas características. Me refiero por ejemplo a Juan Gatti a Marilú Marini, Jorge Álvarez, que, aunque no sean un equipo por contrato sino un equipo de personas que más o menos se dan cuenta de cómo están funcionando las cosas, van llevando adelante todo ese movimiento llamado rock, y que pronto va a llevar otro nombre, después de llamarse vanguardia.
"En Brasil encontré gente super abierta, que quieren lo mismo; como el trompetista, que se llama Marcio Montarroyos, que es uno de los mejores trompetistas brasileños. y un tipo que tiene muy claro lo que está pasando ahora en música; para mí ha sido excelente reunirme con este músico
"Yo tengo una formación rockera, pero ya no quiero tocar solamente rock, sino también todo eso nuevo que viene ahora, porque lo siento así.
"Los músicos jóvenes tienen que abrir mucho las orejas y los ojos porque ellos son los que tienen que llevar adelante esa música, más que nosotros inclusive; nosotros somos los que vamos a concretar el paso. Yo ya estoy harto de copiar; copié durante muchos años, aunque sin querer, porque estaba siguiendo los pasos de otros. Hoy en día no quiero copiar más a nadie.
"Cuando vine de Brasil el año pasado, estuve en Buenos Aires entre agosto y febrero. Cuando volví noté que los brasileños van rapidísimo, que están aprendiendo muy rápido; están juntando cosas propias, muy valiosas, se está dando un proceso muy intensamente en el cual pueden llegar a intervenir media docena de músicos argentinos.
"En cambio acá veo las cosas estacionadas, que es lo peor que puede pasar. Ahora la Argentina no es más el único lugar de Latinoamérica donde se hace música de este estilo, hay otros lugares. El músico argentino debe estar alerta. y no solamente el músico de rock, en el sentido de que una vez más el proceso se transforma y no hay que quedarse. Los que tengan pelotas y fuerza suficiente para volver a cambiar una vez más —como tendrán que hacerlo varias otras veces a lo largo de su vida—, ésos son los tipos dignos de respeto y admiración. Además, como te o dije veinte veces, hay una nueva música que está surgiendo en el mundo, en todo el planeta.

EL ROCK MURIO, EL JAZZ MURIO, ES DECIR . .
"La música clásica murió, están haciendo otra música.
"Realmente ahora está naciendo la era de la electrónica. Hendrix fue el antecesor, fue el único que consiguió utilizar la electrónica con una función verdaderamente musical, de ejecución. Han pasado diez años, y todo ha cambiado y cambia permanentemente. La música que estamos haciendo ahora, por ejemplo, podés decir que tiene fraseos de jazz o ritmo de rock, o que tiene algo de latinoamericano. Pero no es nada de eso, no tiene nombre. No tiene nombre la música de yes, no tiene nombre la música que hace la Mahavishnu; hasta tal punto no tiene nombre que los rockeros consideran música de jazz y !os jazzeros música de rock. Y en realidad no es ni una cosa ni la otra, y lo mismo pasa con cien músicos más, por ejemplo, Piazzolla no nace tango. Fundamentalmente, ha nacido una música nueva que todavía no tiene nombre.
"Siempre la música más nueva. Es llamada música de vanguardia, que es un nombre impersonal que se le da a todo movimiento que comienza una etapa nueva. Pero digamos que el nombre de batalla todavía no está.
"Es importantísimo que los músicos empiecen a darse cuenta de que tienen que tocar esa música nueva, y dejar de preocuparse por los nombres.
Yo me preocupé muchísimo tiempo por el nombre de la música que hacía, me preocupé mucho tiempo por llamarlo blues y soul, me preocupé otro tiempo por llamarlo rock. Pero el hecho de ponerle nombre limita, pone fronteras a lo que uno hace.
"Se empezó a llamarla rock a partir de un movimiento, de una actitud, y tuvo validez, pero ya no es la palabra que se ajusta exactamente, porque hay infinitos tipos de música que están convergiendo, y porque inclusive la actitud ya no es la del rock solamente. Podés encontrar una actitud rockera, por ejemplo, en los Stones o en los Who, pero analíticamente ni ese nombre en esa actitud existen más. El mundo está cambiando mucho, está en una crisis violenta, y eso va a acelerar los cambios, los cortes violentos de estilo.
"Puede ser que acá en Argentina no se vea tan claramente, es difícil verlo porque el momento que se vive acá es de mucha introversión, porque los problemas no existen solamente a nivel político. Es difícil ver con tanta imparcialidad el proceso que se vive afuera, un proceso en el cual las cosas se están acelerando a una velocidad terrible, que implica cambios a un nivel planetario. Es una cosa de la que venimos hablando desde hace mucho los que sabemos que se trata de un planeta y no de una nación.
"Río de Janeiro es un caso más, en medio de muchas ciudades que hay en el planeta y en las cuales sucede lo mismo. Allí hay música de todo el mundo, pero hay un movimiento, una conexión con lo que sucede en otras partes; aparece Ravi Shankar, viene a pasar dos meses el Gato Barbieri. o Piazzolla reside cuatro o cinco meses ahí. Hablo de Piazzolla porque es un músico muy importante en todo el mundo; en un país supernacionalista como Brasil, él ha sido pre-
sentado como uno de los máximos clásicos latinoamericanos. Piazzolla, te guste o no te guste, es Buenos Aires, es decir, una música que representa muy bien a Buenos Aires Y en el rock que nosotros hicimos y hacemos hay un poco de eso, de esa esencia.
"Si yo voy a tocar a Estados Unidos, únicamente voy a poder hacerlo si exacerbo ese sentimiento propio. Vuelvo a repetir que con esto no quiero decir tocar tango o milonga, porque estamos en 1974 y estamos evolucionando, sino respetar lo que somos, lo que vivimos, lo que mamamos.

EXPERIENCIAS
"A mí me sucedió un proceso muy curioso en Brasil, a pesar de ser ya conocido por la mayor parte de los músicos que tocan ahí: me encontré con que Manal no existe en el recuerdo de nadie, la Pesada tampoco. Claudio Gabis es un nombre solamente, o sea que yo no soy nadie, ¿entendés? Y eso me vino fenómeno, porque de repente me escuchan tocar y me juzgan por lo que toco. Me di cuenta de que tenía que empezar a cambiar, estrictamente volver a nacer musicalmente.
"Hay tipos que en un proceso así se destruyen, porque no tienen la fuerza suficiente como para volver a construir. Yo, afortunadamente, la tuve, porque además tenía ganas, me gusta; cada vez que empiezo a sentirme aburrido siento que tengo que destruir todo lo que era y empezar de nuevo, y ésa es la clave, la base para evolucionar, es la única meta que tiene un músico: crecer y crecer porque la música está muy amplia, muy grande, muy universal, está funcionando cada vez más por las nuevas dimensiones del espíritu, e incluso de la ciencia. Yo creo que por lo menos un determinado grupo de seres humanos está consiguiendo algo fuera de todas las distorsiones espirituales que andan por ahí, están consiguiendo una especie de penetración en los nuevos mundos, y elevarse, y llegar a esos mundos donde las vibraciones son más puras, más intensas y más rápidas. Por lo tanto a mí como artista, también me interesa crecer.
"La música, como te digo, tiene una función fundamental; por eso yo no me planteo solamente trabajar con un conjunto musical. Eso es un organismo más de grupos que se tienen que formar. ¿Sabés por qué? Porque vuelve a aparecer, después de siglos, la idea de la ciencia. El arte y la ciencia vuelven a juntarse, porque han llegado a la conjunción en la cual uno sin la otra no pueden seguir existiendo.

FUTURO
"Estaré unos días más acá en Buenos Aires. Pienso que no voy a grabar nada nuevo mío, porque creo que no es exactamente la hora. Es una hora más de cambio que de concreción. Voy a volcarme fundamentalmente a la música instrumental. En Brasil voy a continuar trabajando con el grupo que formé, Makahá; es un nombre de un lugar del Pacífico. Con ese grupo voy a tratar de transmitir fundamentalmente mis preocupaciones a través de la música, más allá inclusive de la letra, porque si uno se preocupa tanto de una música nueva, creo que debe preocuparse también por una poesía nueva. El conjunto está prácticamente recién formado. Quiero tocar en todas partes, para todos los públicos y para todos los colores, en todas las circunstancias posibles.
Revista Pelo
octubre 1974

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Claudio Gabis
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