Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


LOS JAIVAS EN ARGENTINA
Salvando la fantasía
Revista Pelo
Nº 43 (1973)

Los Jaivas

Nos enteramos de su existencia, hace nueve meses, por una nota que nos mandó a esta revista Marcelo Sztrum, informando sobre el panorama de la música progresiva en Chile. En un momento en que todo el mundo tenía los ojos puestos ahí, porque se estaba produciendo, tal vez, la primera revolución pacífica de la historia.
Cuando hace algunos días un amigo me avisó que los Jaivas estaban en Buenos Aires y uno de los integrantes viviendo en su casa me apresuré a acercarme hasta allí.
Y claro, por un lado era un grupo de música, pero el que fuera chileno en este momento de tantas noticias, de tanta muerte tan cerca... (Es curioso que siempre nos sigamos sorprendiendo ante la crueldad de los hombres. De nada valen los recuerdos de las cámaras de gas, de los padres obligados a matar a sus hijos, de las bombas atómicas sobre el Japón, etc. Todo se convierte rápidamente en fríos datos históricos.) Pero tanta muerte tan cerca...
Y así conocí a Eduardo, el organista del conjunto, a su mujer y a su pequeña hijita Blancaflor, que se ríe y te da "el conocimiento" sin que tengas que besar los pies de ningún "iluminado".
Luego, el encuentro con sus otros cuatro compañeros, y éstos son Los Jaivas, cinco muchachos que se reunieron, hace ya doce años, en un mismo viaje. Y así, poco a poco, me van mostrando las distintas partes, y los resultados de ese viaje que tal vez continúe en estas tierras.
Ellos ya tenían planeado venir a la Argentina antes del 11 de agosto, en que estallara el golpe, que los sorprendió en plenos preparativos de viaje. Me cuentan cómo la violencia los obligó a permanecer encerrados hasta el día le la partida. Violencia de la que el Gato, su cantante, no se salvó cuando al pasar por una jefatura, por la fuerza le cortaron su pelo. (De cualquier manera fue mucho más afortunado que otros.)
Pero ellos no quieren hacer demasiado hincapié en esa triste historia. Son demasiado íntegros como para relacionar especulativamente los sucesos de Chile con su llegada. Prefieren relatar sus experiencias como hombres y como músicos en todo ese doble juego que significa el tratar de encontrarse a sí mismos dentro de las transformaciones de un pueblo y su tiempo.
Les parece tan perdido, tan lejanos aquellos días en Viña del Mar, cuando siendo tan chicos se reunían a jugar a hacer música, a animar fiestas de cumpleaños, casamientos.
Hasta que hace siete años, de pronto descubren la libertad y comienzan a hacer su propia música. Esta música que se nutre fundamentalmente del folklore latinoamericano con algunas influencias de jazz y afrocubano, o de los elementos de la música pop de vanguardia. "que nos enseñó que cada instrumento tiene infinitas posibilidades, y si se te ocurre, con un piano, por ejemplo, podés hacer música con todas sus partes o bailar una cueca dentro de él"......
Y así, con distintos instrumentos en que se fueron mezclando las violas eléctricas, charangos, tarcas, pianos, trutrucas, baterías, tumbaderas, van creando una música progresiva de gran pureza, y comienzan a ser un poco la voz de los grupos marginales, que ya para ese tiempo provocaban el rechazo de su sociedad.
Permanecen inéditos por falta de interés de las grabadoras, pero finalmente se producen ellos mismos su primer longplay por motivos bastante curiosos: habiendo ahorrado con mucho sacrificio un dinero para proveerse de nuevos equipos se produjo el ascenso de Allende al poder, lo que motivó una violenta subida del dólar, y así perdieron sus ahorros en pesos chilenos. Llegando a la conclusión de que lo único que podían hacer con lo que les quedaba era producirse en forma bien modesta un longplay, prensaron quinientas placas, lo que les permite, a pesar de no contar con ningún aparato de difusión, lograr que algunas emisoras se lo pasen, y así su música comienza poco a poco, a trasladarse al pueblo, que deja de ver a esos melenudos como sospechosos sino como los que le devuelven su música que estaba sofisticada y empobrecida por la comercialización.
Paralelamente se producen grandes transformaciones en la vida pública.
A través de varios organismos se intentan integrar distintas actividades. En un edificio de 25 pisos construido especialmente para albergar a delegados de todos los países subdesarrollados. Una vez cumplida esa función, es cedido al estudiantado para centralizar distintas actividades. Entre los numerosos departamentos se creó un laboratorio de música al que se integran Los Jaivas y con otros grupos comienzan a trabajar en un espectáculo que se llama "Fantasía del hombre nuevo". Pero deben suspenderlo al producirse desavenencias con las autoridades del edificio que los considera "descolgados del proceso". "Era muy joven todo y no se comprendía de que estábamos en la misma lucha por la transformación, pero con distintos métodos de vida."
No ocurría lo mismo con los jóvenes y el pueblo. Eran invitados a tocar en fábricas, llenaron recitales hasta con 15 mil personas, un simple "Todos Juntos" vende en Chile 60.000 ejemplares (este tema lo interpretan en la Argentina Los cantores del Alba, muy desvirtuado y sin mencionar al grupo).
Poco a poco ganan una nueva batalla, ya no se les considera descolgados, si no parte del proceso de transformación. Y es cuando se los llama para poner su música a documentales, largometrajes, noticieros. Porque ellos ya eran de algún modo la música del nuevo Chile o tal vez aquella fantasía del hombre nuevo.
¡No pudo ser!, la fantasía no se le perdona fácilmente a !os hombres. Pero ellos están aquí y la fantasía se ha salvado.
JORGE PISTOCCHI.
NOTA: Escuché el segundo longplay de Los Jaivas, me pareció sorprendente su aporte a la música. Pocas veces partiendo del folklore latinoamericano no se lo convierte en un engendro desnaturalizado sino que le abre las puertas a una progresividad.
Ellos tienen muchas ganas de conectarse con músicos argentinos. Si esto ocurre creo que se producirá un intercambio de energías que generará vida nueva a sus respectivas músicas.
Esperemos que así sea, y que los músicos de cualquier lugar del mundo puedan seguir dando sus voces de vida entre tanta muerte.

 

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