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¿Cómo era el
rock en la época en que vos empezaste?
Mira, recién estaba leyendo que hasta fines del '82 tenía concesión el teatro
Payró y que después lo van a demoler. Con ese acto no sólo van a demoler un teatro sino
que también van a demoler la sala más antigua que yo recuerdo, donde se tocaba rock en
los principios. Allí fue nuestro debut como profesionales en la Capital con el grupo Vox
Dei, tocamos con los Almendra, con los Manal. En ese época se hacía una especie de ciclo
de recitales. Me acuerdo que también tocaban Moris. Los Abuelos de la Nada. Los recitales
en el Payró eran los que tenían más características formales. Después estaban los
shows, como por ejemplo en la Cueva de Rivadavia yo no conocí la Cueva de
Pueyrredón donde nosotros, por ejemplo, hacíamos temas de Creedence y mechábamos
algunos temas nuestros. Nosotros nos matábamos con Creedence...
¿Cómo aceptaba la gente los temas de ustedes?
Y, ya en ese entonces había una especie de ondita en castellano y a la gente que
iba a los recitales le gustaba. Además, nosotros los temas de Creedence no se puede decir
que los cantábamos en inglés porque en realidad de inglés no tenía nada. Era cualquier
delirio y nadie entendía nada. En cambio, cuando tocábamos temas nuestros, a la gente le
copaba porque entendían las letras.
¿Cómo era la relación con los otros músicos en aquellas épocas?
Para nosotros era una nebulosa porque no entendíamos bien quién era quién, no
nos conocíamos. El primer tipo que se acercó a nosotros, o al menos con el primero con
quien yo tuve relación, fue Pappo. Después conocí a Spinetta, a los Manales, a los
chicos de Piel Tierna. También andaban por ahí los de la Joven Guardia, gente de grupos
innombrables. Estaba todo muy mezclado. Nosotros tampoco sabíamos bien qué era lo que
estaba pasando. Era todo demasiado nuevo como para saber qué era lo que ocurría...
¿Por qué crees que fracasó lo de Mandioca, el primer sello independiente que
tuvo el rock argentino?
Yo pienso que fundamentalmente fue por un factor económico, es decir, no se supo
manejar bien la parte financiera, tal vez por inexperiencia o por carecer de una
dirección acertada. Mandioca fue un desastre económico. Por lo otro, ellos habían dado
con una veta. Fueron los primeros que se avivaron de que había un rock en castellano y de
que se podía vender bien. Sin embargo, no fue un buen negocio, en contraposición a lo
que vino después. En Mandioca estaban todos los mejores artistas de la primera época y
no tenían competencia, así que venía de primera. No se por qué se pinchó. Tal vez
haya influido la quiebra de Jorge Alvarez como editorial. . . Nosotros grabamos
"Caliente" en Mandioca y después empezamos a grabar "La Biblia",
cuando estábamos en los últimos tramos, la grabadora quebró y entonces decidimos
comercializar la cinta.
¿Y cómo fue el paso a una compañía grande? Ya para ese entonces casi todos
los grupos estaban en compañías establecidas...
Sí, si. Almendra nunca estuvo en una compañía chica, de entrada grabaron en RCA,
lo mismo que Los Gatos. Nosotros teníamos más onda underground y por eso el paso a las
grabadoras cambió todo radicalmente, porque la gente de la grabadora no tenía la misma
onda nuestra y no les interesaba demasiado el asunto. No pensaban de la misma manera que
pensábamos nosotros, y era gente a la que medio obligaban a trabajar con nosotros.
Después fueron cambiando las cosas y las grabadoras empezaron a tener un departamento
especial dedicado a la música de rock nacional. Allí empezaron a aparecer tipos
jóvenes, con el pelito largo y toda la onda...
Mirando bien atrás ¿te parece que cambió la relación entre el músico y la
grabadora?. ¿Hubo una evolución?
Si, hubo cambios. Lo que pasa también es que las grabadoras dejaron de tener el
poderío que tenían en esa época. En aquellos tiempos, Firmar con una compañía grande
era equivalente a tener una difusión bárbara, gran promoción. En cambio ahora, firmar
contrato con una grabadora es prácticamente firmar tu sentencia de muerte porque no
tienen ni un centavo para nada. Graban y dejan el disco guardado en un cajón. En los
últimos dos años, las grabaciones independientes dieron buen resultado económico y a
nivel de difusión. Ahí aparece el tratamiento que yo pienso que es el correcto. Esas son
las cosas que en la Argentina están marcando el final de las grandes grabadoras, de los
grandes monstruos con una burocracia infernal y montones de empleados. Ahora el disco se
hace directamente en una oficinita, se lo graba, se vende la cinta y listo.
¿Y es positivo esto?
Yo pienso que los resultados son mejores. El material es mejor, la gente lo conoce.
Sí, es positivo. Lo que pasa es que es moderno y sólo el tiempo podrá decir si es
eficaz o no. Ahora que terminó el fato con las grabadoras grandes, empiezan las
producciones independientes. Hubo casos a nivel internacional que fueron muy buenos, como
por ejemplo Swan Song, un sello independiente de Led Zeppelin a través del cual se
conocieron grupos que mataron, como el caso de Bad Company que se cansó de vender discos.
Acá en la Argentina, hubo también casos positivos como Seru Giran, Almendra...
Con las producciones independientes se ha .eliminado un paso en el contacto
entre el artista y el público, eliminando las producciones artísticas, que al parecer
son las mayor falencia de las compañías grandes. Las grabadoras saben tal vez vender
discos, pero no saben hacerlos...
Claro, las compañías son importantes más que nada por la distribución, que es
uno de los pasos más difíciles. Sacando ese paso, el resto si queda en mano de los
músicos, mejor. La grabación, la ecualización, la tapa, todo lo que signifique arte es
mejor dejárselo al artista. Productores acá hay, pero lo que tienen que hacer las
grabadoras en motivarlos, darles beneficios para que trabajen para ellos. De otra manera
es imposible. Las compañías deben darles oficinas a los productores, un teléfono, un
par de secretarias; no sé, darles elementos para que los tipos trabajen y puedan hacer
cosas. Aparentemente las grabadoras están fundidas. Cada vez que voy a la compañía me
encuentro con menos gente... A medida que pasa el tiempo el edificio está cada vez más
vacío. Yo creo que las grabadoras tienden a desaparecer. No es lo que pienso, es lo que
veo...
¿Y cómo se va a manejar el mercado discográfico entonces?
Van a ser pequeños productores independientes que se van a bancar su propio disco
y van a trabajar estrictamente con la distribución. Las grandes grabadoras tienden a
sólo distribuir el producto, que es la maquinaria que ellos mejor manejan. Es decir,
distribuirlo y manufacturarlo, prensarlo. La parte artística va a quedar en manos de los
músicos y los productores.
Con respecto al publico, ¿cómo era el de los primeros tiempos y como ves al de
ahora?. ¿Hubo cambios?
Indudablemente cambió el número, pero también, cambió la calidad. Los chicos
que van a los recitales ahora tienen un oído mucho más educado que el de los que iban en
las primeras épocas por los medios de los que disponen. Técnicamente, los chicos de
ahora disponen de muchos más elementos de los que disponemos nosotros. En nuestra época,
la moneda corriente era tener un Winco y discos long-play. Ahora la mano es cassettes,
"Walkman" y todo eso. Es muy distinta la fidelidad, la calidad, el material,
qué sé yo, un montón de elementos que hacen que los chicos tengan una educación
técnica y musical mucho más amplia de la que tuvimos nosotros. El hecho de haber tenido
la posibilidad de acceder a un montón de material extranjero a raíz del aluvión que
tuvimos- en los últimos dos o tres años, hizo también que la gente tuviera un punto
mayor con respecto a su gente. Pienso que para nosotros los músicos eso fue bueno. Al
principio yo me asusté pero después me di cuenta de que la cosa era al revés, de que
era positivo. La gente empezó a darse cuenta que tenia músicos acá que cantaban rock y
cosas que a ellos le gustaban, y que además era de acá. Y eso los puso contentos. Yo de
movida pensaba que iban a venir los ingleses y los americanos con todo su mambo, con todas
sus luces, y que nos iban a aplastar, que no iban a dejar nada. Y efectivamente, ellos
vinieron con sistemas de sonido impresionante y todos los chiches, pero les faltó
identificación con la gente. Los pibes hablan igual que yo, ¿entendés?. Y eso es
importante y es lo que valoró la gente después de toda la lluvia de "astros
extranjeros". Hay que reconocer que nos sirvió mucho la época para abastecemos de
elementos técnicos, equipos, guitarras, etcétera. Y justamente, hablando de otras
épocas, era dificilícimo. El tipo que tenia una Pender Stratocaster era admirado, en
cambio ahora es una guitarra común. Y eso da posibilidades muy amplias. Los equipos, los
instrumentos, toda la parte técnica mejoró mucho. Con respecto a eso quena hacer un
parangón con el público de antes y el de ahora. Los pibes de ahora son un balazo a nivel
musical. La contra que tienen ellos es que en este momento la música no es todo lo
original que fue la música del comienzo. Hace diez o quince años atrás era más
"linda" la música, más original. No sé lo que pasó, no sé si había más
talento o qué. Ahora la parte artística en líneas generales está un poco chata. Es
decir, el público, culturalmente y técnicamente, es más culto pero por otro lado no
tiene una música tan linda como la que tenia el otro público que era más rústico.
¿Cómo queda el rock nacional después de lodo este cambio que se produjo en
los últimos tiempos?
Después del aluvión de música extranjera que hubo, nosotros salimos bien
parados, porque pese a que éramos pobres y primitivos, teníamos la ventaja de que
cantábamos en el mismo idioma. Pero ahora, con el problema con los ingleses, los
americanos y los europeos que se dieron vuelta, se infló más la cosa. Los pibes están
mucho más contentos que hace seis meses atrás. O tal vez no más contentos, si no más
identificados con lo que hacemos nosotros acá. Esa es la sensación que me dio a mi el
día del festival en Obras, donde montones de chicos estaban abajo la lluvia en un día de
mucho frío. Y eran muchos.
¿No le parece que como respuesta ante te crisis fue muy poco lo que hizo el
rock?. Hubo un sólo festival y no tocaron lodos los que debían tocar...
Por supuesto, no estuvimos todos los que debían estar. Además, estuvo todo
bastante mal organizado, fue muy de golpe. Tuvo muchas transformaciones la organización
del festival y a medida que iban pasando los días cambiaba la forma. Por ejemplo, el día
lunes tenia determinado staff, y el martes ya había cambiado el staff y el orden...
Fue un poco como una presión natural que no pudieron parar y es difícil saber
si ésa fue la idea original...
No. no, la idea no fue esa. En principio la cosa era distinta. Primero se acordó
que eran dos o tres números los que iban a actuar en representación del rock nacional,
pero después surgió una exigencia por parte del resto de los músicos que decían que
ellos también eran parte del rock y que querían tocar. |





Ahí empezó a
cambiar, aunque no llegó a tener toda la representatividad que tenia que tener. De todos
modos, hubiera sido imposible que tocara todo el mundo...
¿Es tan difícil lograr una unión entre los músicos?
La idea mata, pero yo no sé si se podrá hacer alguna vez. Ya hicimos varios
intentos, pero al final no llegamos a nada. Proyectos hubo a montones, pero concreciones
no. Probablemente se deba a una falta de maduración nuestra. Yo me hago cargo totalmente
de nuestro infantilismo. Nosotros somos muy infantiles, muy tontos si se quiere. Los
músicos de rock siempre tuvimos problemas económicos muy marcados. Tuvimos épocas de
mucho dinero, pero también épocas muy bajas. Y eso hace también que uno no tenga mucha
claridad. Además, hay que tener en cuenta la falta de experiencia, la juventud. Pensá
que los que empezamos esto ya estamos entre los treinta y los cuarenta anos, y por
supuesto pensamos de otra manera. Yo creo que la idea de unirse en algún momento va a
cuajar, pero pienso que es directamente proporcional a la edad de la gente. 2Unirse en
sociedades es típico de la gente adulta, más allá de que funcionen y trasciendan. Tener
una sociedad de músicos, unirse, tener una personería jurídica, implica trabajo y
tiempo y pienso que ninguno de nosotros estuvo hasta el momento dispuesto a invertir
semejantes cosas. En ese aspecto, yo me siento muy infantil, muy tonto de no haber hecho
nada. Me reconozco una inoperancia total. Lo mismo ocurre con SADAIC, donde no tenemos una
representación fuerte, como debería ser. La música de rock está moviendo en este
momento cifras importantes, verdaderamente importantes dentro de SADAIC y las autoridades
de SADAIC saben de qué se trata.
Hace un rato decías que los músicos tuvieron momentos de mucho dinero y momentos
de escasez. ¿El rock fue, es o puede ser un buen negocio para un músico?
Si. El rock es un buen negocio. El rock es una industria que mueve mucha gente y en
la que trabaja mucha gente. Trabaja la prensa, trabajan los sonidistas, los fleteros, los
plomos, se fabrican productos diversos, se mueven los teatros. La música de rock abastece
a un montón de cosas que se mueven a su alrededor. Y eso es dinero. La cabeza de todo
eso, el primer eslabón, somos los músicos, los que ponemos la cara. Yo creo que hay
gente que tiene conciencia de eso. Lo importante es que esa gente se ponga a hacer cosas y
haga que esto reditúe. Actualmente todo gira alrededor de la guita, como siempre, pero un
poco más acentuado, tal vez porque no aparece por ningún lado. Sin embargo, guita no hay
pero siguen haciendo cosas. Con un país destruido económicamente, sigue habiendo
recitales los fines de semana. Y por eso yo veo una salida, más allá de mi parte
sentimental. Lentamente, muy lentamente, la cosa se mueve. Y eso es lo importante.
¿Se tenía conciencia en las primeras épocas de que se estaba gestando una
industria?
No, para nada. Al menos yo no tenia ni la menor idea de nada. Reconozco que era un
inconsciente, y aunque aún me queda una porción muy grande de inconsciencia, estoy
empezando a comprender algunas cosas. Al principio era un inconsciente total, tocaba la
guitarra y nada más, lo único que me preocupaba era tocar la viola y chau...
Es probable que eso les haya pasado a todos. Ahora hay un mayor grado de
profesionalismo, tal vez por una exigencia de la calle
SI, es esa o morir. En el camino quedó mucha gente a través de los años, algunos
de los cuales realmente valían, pero que por un proceso de decantación lógico fueron
quedando. Y los que están todavía han descubierto ciertos mecanismos que hacen que las
cosas puedan funcionar, no de primera para nada , pero funcionan. Nosotros
tenemos muchas expectativas de que esto mejore. Seria bueno que hubiera muchos mas grupos
de los que hay. Pienso que la nostalgia ya terminó, probablemente Pedro y Pablo sea lo
último. Ahora hay gente nueva que quiere escuchar cosas nuevas.
¿Cómo te sentís vos, como músico, frente a la prensa?. ¿Cuesta mucho
aceptar una critica?
Si, nos cuesta mucho. Los críticos de rock son duros, muy exigentes. Y me parece
fenómeno, yo acepto el desafío. Me gusta que me critiquen hilando fino porque es una
manera de superarte. Evidentemente, yo no toco para la prensa, toco para el público, pero
me interesa lo que dice el periodismo aunque las cosas con las que no estoy de acuerdo me
duelen. Pero lo acepto en silencio. Yo reconozco en mi muchos más errores de los que me
marcan los críticos y también me duelen. Pienso que las criticas tendrían que ser más
contemplativas con los músicos porque estamos pasando un momento muy duro. Si las
criticas fueran más "humanas" incentivarían a los músicos a trabajar. Todos
estamos tratando de dar lo mejor de nosotros. Algunos tienen con qué, otros no, pero
todos se rompen de la misma manera. Eso te lo puedo asegurar. El momento es muy duro, muy
difícil. A veces siento que la cosa está tan dura que los músicos estamos tratando de
hacer crecer trigo en el desierto. |