|

"EL DESAFIO DE BANCARSELA"
Miguel, ¿cómo nació este
nuevo grupo?
Primero largamos como cuarteto, en octubre del año pasado, con Botafogo, Gustavo
Gregorio, Juan Rodríguez y yo, aunque ya anteriormente habíamos trabajado el material
con una batería electrónica. Ensayamos mucho, pasando del trabajo de escritorio al
garage y al poco tiempo agregando a Emilio Solio como tecladista invitado. Hicimos algunos
shows, bastante espaciados, y ahora estamos en planes de grabar. Ya terminamos una especie
de boceto del LP, para tener una visión objetiva del proyecto y redondear lo que creemos
es un sonido propio.
¿Qué pasó con lo que tenían planeado el año pasado, aquello de unirte a
alguna banda muy joven?
Fue la idea inicial. Ya había elegido un grupo y todo, pero lo que finalmente me
llevó a esta formación fueron cuestiones de amistad. A Gustavo lo conozco hace casi 20
años, y con Botafogo y Juan me había cruzado en varias oportunidades y tenemos una buena
relación humana. En cambio con músicos más jóvenes no encontré ese tipo de conexión.
Creo que todo grupo debe tener una relación profunda más allá del trabajo,
especialmente en estos momentos.
De movida que al unirte a un violero como Botafogo tenías en mente algo bien
rockero...
Claro. Buscamos una cosa rockera 100 por 100. Y si bien lo que más ha quedado en
la gente a través de todos estos años son mis canciones con Pedro y Pablo, lo que a mí
me expresa mejor es el rock. Por eso este grupo es el resultado de mucho componer y
seleccionar temas. Y con Botafogo definí el sonido rockero que te decía antes, mientras
que la base lo sostiene con solidez porque son dos tipos que hace mucho están en esto. Un
poco por eso nació el nombre de Los Profesionales, porque un profesional del rock es lo
opuesto a esa imagen de músico taxi que todos tienen apenas oyen la palabra
"profesional". Un profesional del rock es un tipo que puede tocar con la misma
calentura que un pibe de 17 que integra una bandita punk.
Sin embargo tu disco anterior "Mateina" te mostraba muy alejado del
rock, incluso nos habías dicho que ya no lo escuchabas tanto. ¿Qué produjo ese
alejamiento y este nuevo acercamiento al rock?
Ocurría que por entonces yo estaba buscando un acercamiento a la música urbana
más tranquila, la cosa emparentada al tango o la balada. Me di cuenta que literariamente
daba para expresarse, pero que musicalmente me quedaba corto. Había una verdadera
ausencia de timbres urbanos, por ejemplo una guitarra líder o unos teclados con
imaginación. Así que abandoné esa faceta intimista y me volqué a un estilo más
enérgico, propio de la ciudad, y me encontré mucho más cómodo para cantar y decir
cosas que tengan que ver con lo que actualmente nos pasa a los argentinos. Las letras son
una traducción de situaciones que vivimos a diario, desde imágenes y personajes hasta
tics o costumbres muy locales, con el lenguaje directo que he utilizado siempre. Lo que me
apasiona del rock es hacer lo que mucha gente entiende como protesta, que no es sino una
crítica que enjuicia y reflexiona acerca de nuestra conducta como seres humanos.
Es interesante que digas que el rock es el estilo que mejor te permite decir ese
tipo de cosas...
Creo que el rock es el lenguaje urbano actual. Es el verdadero sonido urbano.
Fíjate que al caminar por las calles nos rodean motores, bocinas, grúas y todo un pulso
que está mucho más cerca del rock que de cualquier otro tipo de música. Y por más que
uno esté en un país latinoamericano con determinadas raíces folklóricas, el sonido que
uno recoge de transitar la ciudad tiene tiempo de rock. Incluso las formas del rock
permiten un lenguaje propio y que eventualmente se vuelve cotidiano.
|
¿Lo que están haciendo con Los
Profesionales se emparenta con un rock tradicional tipo "Conesa" o está abierto
a otros ritmos, como Punch?
Es más cercano a Punch. Incluso hay un tema medio reggae y alguna fusión con la
balada tanguera. Yo asimilo a Los Profesionales como una especie de continuación de
Punch, más actualizado en la temática. Aquello que comencé junto a los excelentes
músicos de Punch me permitió dar un paso adelante en mi búsqueda musical, y recién
ahora estoy en condiciones de retomarlo. Me interesa la música ligada al movimiento
físico, con mucho ritmo y que seduzca a la mente y al cuerpo.
Quizás abandonaste la onda de Punch más de lo que querías...
Intenté fusionarlo con el fenómeno de Pedro y Pablo, cosa que era posible al ser
un número muy masivo, pero se vivían momentos muy particulares y el proyecto Punch
naufragó porque el público no lo apoyó. Fijate cuan rudo fue el golpe que la mayoría
de los miembros de Punch actualmente no se dedican más a la música.
Después vino un párate bastante largo en mi carrera, que fue un poco el tiempo
que me tomé para componer cosas que valieran la pena. Muchas veces el apuro de sacar un
disco y hacer shows hace que los músicos compongan cualquier cosa. Yo quise tomarme el
tiempo, y recién ahora creo que estoy logrando algo similar a la fuerza que tuvo Punch a
principios de los ochenta. Por eso creo que este material y estoy preparado para encarar
una salida con todo.
El hecho de agregar un tecladista también permite "modernizar" un
poco los arreglos, ¿no?
En realidad, lo que tenemos definido es el material y un sonido a "banda de
garage". La definición de timbres y sonidos de teclados llegará al entrar en el
estudio de grabación. De todas formas, creo que "el sonido moderno está bastante
condicionado por la tecnocracia, y éste es un país que debe pararse bien firme ante la
realidad de no tener acceso a esa tecnología con la misma facilidad que otros países.
Nuestra gran contra es la dificultad para equiparnos y experimentar con los últimos
chiches, por eso me inclino más para el lado de hacer una banda sudamericana de rock. Con
todo lo que eso implica. Obviamente, eso no significa desatender los toques de sonido
actual que puedan surgir, pero lo principal que queremos es un sonido propio de esta gran
aldea donde vivimos. Pretender tener el sonido de una banda de Nueva York o Londres sería
evadirse hacia una fantasía. Y si alguien lo logra, creo que es un mérito, pero yo estoy
detrás de otra cosa.
¿Cuál pensás podría ser la función de este nuevo proyecto con Los
Profesionales?
El inicio de una nueva serie de trabajo, un primer paso. No aspiro a una explosión
de éxito sino el comienzo de una etapa para la que ya estoy componiendo con vistas a un
segundo LP, porque lo que a mi más me mueve es componer. Mi interés es que esto sea una
continuidad de trabajo que vuelva a colocar al rock en un lenguaje social y directo, donde
se hable de muchas taras que todos nosotros tenemos, de aspiraciones que aún no han sido
concretadas, y también de necesidades de respirar abiertamente en esta pequeña
democracia media enclenque que tenemos pero que cada día intentamos apuntalar. Yo quiero
seguir siendo un testimoniador de lo que nos va pasando a medida en que vamos
evolucionando desde una oscura dictadura torturadora hacia esta democracia con sorpresas y
dudas, pero vamos empujando y ayudando a crecer. Sin abandonar la faz musical, que me
parece importantísima, quiero seguir siendo como siempre intenté ser. Un cronista.
Marcelo Fernández Bitar y Eduardo Berti |